.
Primera y Contraportada
Editorial
Opinión
El Correo Ilustrado
Política
Economía
Mundo
Estados
Migración
Capital
Sociedad y Justicia
Cultura
Espectáculos
Deportes
Fotografía
Cartones
CineGuía
Suplementos
Perfiles
La Jornada en tu PALM
La Jornada sin Fronteras
La Jornada de Oriente
La Jornada Morelos
Librería
Correo electrónico
Búsquedas
Suscripciones
Obituario   - NUEVO -

P O L I T I C A
..

México D.F. Jueves 24 de junio de 2004

Sergio Zermeño

Justos y modernos quisimos ser

La calificadora Standard and Poor's advirtió hace una semana que "el caso de desafuero del jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, revelará si México está dominado por hombres fuertes o por el estado de derecho... La inversión doméstica y extranjera podría sufrir si hay un deterioro en la aplicación de la ley, percepciones de debilidad en la rendición de cuentas por parte de personajes poderosos y un sistema judicial débil".

No cabe duda que hemos venido construyendo una entelequia: la ley y una ciudadanía cada vez más decidida, cada vez más fuerte que se dejará pisotear cada vez menos, que exigirá sus derechos cada vez con más fuerza, que estará crecientemente dispuesta a salir a la calle a manifestarse para detener el oprobio de la violencia, los delitos, los secuestros que los dictadorzuelos quieren ocultar cuando en realidad los provocan y desatan con sus poses populistas.

"ƑSe habrá vuelto loco o qué le pasa a López Obrador?", se pregunta Germán Dehesa en su prosa siempre ágil, divertida y aguda, pero esta vez equivocada. "ƑPor qué le cuesta tanto trabajo entender -agrega- que en el país entero somos cada vez más los ciudadanos que ya no estamos dispuestos a esperar sentados con los brazos caídos a que nos asalten, nos violen, nos atropellen, nos secuestren y nos asesinen?"

Y ahí está justamente el error: no somos cada vez más los ciudadanos escolarizados, de criterio y subjetividad bien informados, de ingresos medios aceptables. Como en toda América Latina, las clases medias languidecemos, al tiempo que proliferan los sectores populares en medio del desempleo, la informalidad y la degradación. ƑCómo entonces echar toda la culpa de la violencia social de una ciudad al gobernante con tres años en el cargo, que no ha dejado, por cierto, de actuar al respecto, aunque sus programas en contra de la delincuencia hayan resultado deficientes hasta hoy, como en todas partes?

Los índices de violencia de la mitad de los habitantes de nuestra ciudad que viven en el estado de México son mucho más elevados, como una vez ilustró Rafael Ruiz Harrell: "los homicidios intencionales en el área urbana aledaña a la capital representaron casi tres veces más que en el Distrito Federal; los homicidios dolosos por golpes fueron 6.2 veces más frecuentes en la zona conurbada; los homicidios resultantes de accidentes de transporte en la periferia urbana produjeron 13 veces más muertos que en la capital federal; por cada 100 violaciones ocurridas en el Distrito Federal, los municipios aledaños registraron 143; pero por cada 100 tentativas de violación denunciadas en la capital allá se registraron 720".

Si pudiéramos separar las cifras delincuenciales del oriente y el poniente de la ciudad de México, el contraste sería mucho mayor. Sin duda los secuestros con rescates millonarios se correlacionan con esta última zona, mientras los secuestros exprés se dan en todas partes. Esto nos muestra que el problema no se reduce a los pasados tres años, sino que es producto del modelo de de-sarrollo profundamente injusto que nuestro país adoptó hace más de dos décadas.

Sin duda existen razones para que la marcha de este fin de semana sea nutrida y llena de rabia contra la violencia en que estamos viviendo, pero no perdamos la perspectiva, no "politicemos" las cosas, al menos no los que nos expresamos públicamente y respondemos a nuestras convicciones.

Es obvio que para como están yendo las tendencias de la pobreza y la exclusión, de los hombres fuertes de derecha o de izquierda no nos vamos a librar ni tampoco de un sistema jurídico y de procuración de justicia cada vez más corrupto y delincuencial. Gritar que debemos someternos sin chistar a las decisiones de los jueces, en medio de esta guerra de mierda, es una opción de consecuencias nauseabundas que no todos estamos dispuestos a asumir.

En el mismo sentido, asegurar que, a pesar de la violencia, la pobreza y la injusticia, nuestras instituciones democráticas, parlamentarias y electorales son cada vez más robustas es un asunto que Woldenberg y los transicionistas tienen derecho a pregonar, porque mucho esfuerzo han invertido en ello, y se los agradecemos. Pero convencernos de que hacia allá va México es otra cosa, y las razones de la marcha que se avecina lo ponen en evidencia.

Critiquemos al gobierno de la ciudad, digámosle, por ejemplo, que la Ley de Participación Ciudadana que han aprobado sus legisladores afines es más piramidal que Teotihuacán. Pero ponernos a jugar al valeroso, recto y moderno ciudadano independiente, no tiene caso.

"Ricas y famosas quisimos ser", cantaba un grupo de rock femenino, "justos y modernos" nos sentíamos los protagonistas del tránsito a la democracia hace 20 años, pero todos fracasamos.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año
La Jornada
en tu palm
La Jornada
Coordinación de Sistemas
Av. Cuauhtémoc 1236
Col. Santa Cruz Atoyac
delegación Benito Juárez
México D.F. C.P. 03310
Teléfonos (55) 91 83 03 00 y 91 83 04 00
Email
La Jornada
Coordinación de Publicidad
Av. Cuauhtémoc 1236 Col. Santa Cruz Atoyac
México D.F. C.P. 03310

Informes y Ventas:
Teléfonos (55) 91 83 03 00 y 91 83 04 00
Extensiones 4329 y 4110
Email