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México D.F. Jueves 24 de junio de 2004
El plan para secundaria, promotor de discriminación
Sobran los indígenas, el mensaje oficial: expertos
Cuestionan la ausencia de consulta a los pueblos indios
KARINA AVILES
Miembros de los pueblos indios, escritores indígenas
y especialistas expresan su opinión sobre la reforma en secundaria
impulsada por la Secretaría de Educación Pública (SEP),
en la que se pretende eliminar de los cursos el estudio de las raíces
prehispánicas. Dar paso a generaciones más desarraigadas
de su identidad, eliminar de la memoria de los mexicanos la presencia de
los pueblos indios y dar el mensaje de que éstos no sólo
sobran en las clases de historia, sino en el propio país, son algunas
de sus consideraciones.
Adelfo
Regino, abogado mixe: En primer lugar, hay preocupación por
lo que señalamos en distintos momentos: cualquier reforma, no sólo
legal o institucional, sino sobre todo en lo que concierne a la vida de
nuestros pueblos, debe ser debidamente consultada. Desde luego no se ha
tomado en cuenta nuestra opinión. Querer borrar esta historia antigua
es eliminar nuestro presente y nuestro futuro, porque sin nuestro pasado
no se puede explicar lo que somos ahora y lo que seremos.
Nosotros tenemos claro que la intencionalidad es eliminar
de la memoria histórica de los mexicanos la presencia de los pueblos,
lo que significa dar un paso para borrar el presente y el futuro de ellos.
Este tipo de intenciones no son nuevas. Hay un sector en el gobierno que
tiene esta mentalidad, que nosotros condenamos, rechazamos y cuestionamos.
La interculturalidad es una de las demandas de los pueblos
indígenas de México para que se incluya como uno los principios
rectores de la educación nacional. En Oaxaca, en el nivel medio
superior, estamos impulsando, con el esfuerzo de la Coalición de
Maestros y Promotores Indígenas de Oaxaca, los bachilleratos interculturales
comunitarios. Esto es muy importante cuando vemos que lo que se nos ha
dado son telesecundarias donde no hay televisión ni energía
eléctrica.
Ricardo
Robles, sacerdote, 40 años de trabajo con el pueblo rarámuri:
Detrás de esta reforma está el rechazo, quizá hasta
el pánico de reconocernos a nosotros mismos, queremos ser otros,
diferentes. El espejismo de las culturas del norte y de lo europeo, de
esa cultura de la acumulación, del bienestar entendido como el tener,
no pega con lo que yo suelo decir del rarámuri: ¿cómo
pueden ser tan felices con tan poquitas cosas? El que las cuestiones sean
comunitarias, que el bienestar consista en vivir juntos y con lo indispensable,
el compartir la mentalidad comunitaria que no funciona en la economía
de mercado, es totalmente incomprensible, aberrante para esta gente del
espejismo.
La eliminación de las culturas prehispánicas
de los programas significa decir, al mismo tiempo, que la parte indígena
sobra en la historia, como sobran los indígenas en el país,
su mentalidad comunitaria, su economía del compartir y del producir
para vivir; es decir, nos sobra parte de nuestro ser nacional. Estas personas,
que fueron formadas para dominar, pretenden dar el golpe final para convertirnos
en lo que no somos, pretenden que su proyecto avance, que ya germine, que
ya de una vez seamos 'civilizados' y que los indios se conviertan en muertos
o en occidentales güeritos, pero que no existan porque sobran.
Natalio Hernández, escritor nahua: Creo
que la parte de la historia que ha sido muy comentada y criticada de esta
reforma efectivamente es una área muy importante, porque la nación
mexicana se funda con las raíces de la cultura y de la historia
primigenias que conforman Mesoamérica. El proyecto tendría
efectos lamentables en los jóvenes, sobre todo en estos momentos
de globalización en los que se entra en contacto con otras culturas.
Daría paso a generaciones desarraigadas de su propia identidad,
de su propia historia, lo cual es lamentable. No podemos hacer tabla rasa
de nuestro pasado y borrar la parte prehispánica porque la nación
mexicana se funda en las culturas primigenias, los olmecas, los aztecas,
los toltecas. Entonces se tendría una visión muy limitada,
acotada, de nuestro propio origen.
Magdalena
Gómez, especialista: El problema es preocupante en varios sentidos.
El hecho en sí de excluir ese periodo ya es grave, pero además,
si uno ve el programa preliminar de historia, ni siquiera han hecho un
esfuerzo por revisar los conceptos básicos con los que se ha valorado
el periodo. Estaba pendiente la revisión de toda esa conceptualización,
de vincular a los pueblos vivos con su cultura viva y originaria, y en
lugar de eso suprimen esa formación. Por otro lado, desde el punto
de vista estricto de la formación de los ciudadanos mexicanos indígenas
y no indígenas, se está renunciando a la posibilidad de combatir
las raíces de la discriminación, de comprender lo que ellos
han aportado a nuestra historia.
Desde el punto de vista de la política, los pueblos
indígenas tienen un proceso inconcluso de reclamo por el reconocimiento
de sus derechos, uno de ellos es el acceso a la educación intercultural
en la que no sólo se traduzcan los valores de la cultura dominante,
sino los de las culturas indígenas al español, para que todos
las respetemos.
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