México D.F. Lunes 21 de junio de 2004
EUROPATADAS
Rubén Montedónico
España encontró su destino: el fracaso
SE VEIA VENIR: nada hacía vislumbrar que España pudiera cambiar la constante histórica de su selección. En el pasado dictatorial de la península ibérica las selecciones recurrieron a lo que las condiciones antidemocráticas permitían: los de Lisboa, a convocar jugadores de sus colonias africanas -Eusebio fue el caso emblemático-; los de Madrid, a incorporar extranjeros de su liga mediante la naturalización: Santamaría, Di Stefano, Puskas.
ESOS METODOS NO ofrecieron resultados positivos y sólo lograron acrecentar la frustración de sus seguidores.
LA ESPAÑA reinstitucionalizada, mediante la superación del corporativismo por un modelo combinado de reino con autoridades electas, organizó un Mundial en el que rápidamente pasó de competidor a simple espectador: el avance político no tuvo reflejo en el balompié.
EL FUTBOL ESPAÑOL parece estar destinado a servir de buen comprador de algunas grandes figuras internacionales para su liga doméstica, rebautizarlos con apodos propios de tiras cómicas -los Galácticos, por ejemplo- y olvidarse de lo que alguna vez, peregrinamente, creían poseer: "la furia".
CAER VENCIDOS ayer ante Portugal no es más que una historia que viaja por los mismos caminos del pasado: ser eliminados en copas del Mundo y Eurocopa.
NO HAY QUE buscar culpables entre jugadores como Xabi Alonso, Fernando Torres, el despistado Raúl o el todo entrega-decoro-valor Pujol; tampoco hay que mirar mal al escaso de ideas Iñaki Sáez: no es peor que otros y en todo caso su cuota de imaginación tampoco es inferior a la de su circunstancial oponente de ayer, Luiz Felipe Scolari. Es simple: cuando no se tiene tela de dónde cortar no se pueden hacer trajes a la medida.
LA ACTUACION portuguesa no fue nada del otro mundo, pero cuando se ven ganas de olvidarse del pizarrón y del estratega y aparecen la técnica y la propuesta futbolística, Cristiano Ronaldo, Figo y Maniche practican una versión superadora del bostezo.
POR LO DEMAS, sólo la expectativa de saber qué pasaba en el otro juego puso algo de emotividad a una jornada en la que la combinación de números determinó el pase de la modesta Grecia a la siguiente ronda. [email protected]
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