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México D.F. Lunes 21 de junio de 2004
Concluyó la segunda Feria del Toro por
el David, en la Santa María de Querétaro
Lucida actuación de Israel Téllez, quien
se llevó trofeo y jugoso cheque
Paco Muñoz, sin conectar Disparejo encierro
de José María Huerta Buena entrada
LEONARDO PAEZ
El trofeo en disputa, bautizado en memoria de David Silveti,
sendos contratos para Guadalajara y Juriquilla y un cheque por 100 mil
pesos fueron los estimulantes premios obtenidos por Israel Téllez,
triunfador de la última corrida de la Feria del Toro, celebrada
el sábado en la plaza Santa María de Querétaro, y
ejemplarmente patrocinada por una empresa cervecera.
Se entregaron asimismo reconocimientos al mejor encierro,
Santa María de Xalpa; al mejor toro, Bohemio, de Montecristo;
a los mejores lances y mejor faena, Paco Muñoz; a la mejor estocada,
Israel Téllez; al mejor quite, Marcial Herce; al mejor picador,
Efrén Acosta; al mejor subalterno, Raúl Bacelis, y una mención
muy especial para los extraordinarios alumnos de la escuela Tauromagia
Mexicana, que antes de cada festejo hicieron gala de técnica, sitio,
afición, gusto, valor e insospechado potencial.
Con
este trato respetuoso y alentador a los jóvenes que se juegan el
pellejo delante de los toros es como se fomenta la competitividad y los
partidarismos apasionados, no con gremios amedrentados por promotores voluntariosos
pero insensibles al fenómeno taurino y sin el menor propósito
de enmienda.
Ojalá que la magnífica propuesta empresarial
de la compañía cervecera en favor del repunte de la fiesta
de los toros en nuestro país encuentre eco en otras empresas independientes,
convencidas de que no es ciencia sino organización y espíritu
de servicio promover eficazmente el espectáculo taurino. Por lo
pronto, los organizadores anuncian que la tercera Feria del Toro se llevará
a cabo próximamente en Zapopan, Jalisco.
Entre El Viti y Eloy...
Cada vez que tengo oportunidad de platicar con novilleros
o jóvenes matadores les digo lo mismo: "un torero es, también,
un actor que ha de desarrollar, más allá de la lidia, determinados
recursos de comunicación con el público, siempre a la espera
de ser estimulado emocionalmente. Entre las sólidas tauromaquias
de El Viti y Eloy Cavazos -circunspección y alegría
extremas- hay 98 grados de expresividad histriónica. Moverse entre
el cuarenta y el sesenta todavía permite a cada quien otras veinte
posibilidades de conectar con el público, la fiera más difícil
de dominar".
El sábado, tanto Paco Muñoz, primer espada,
como Israel Téllez, optaron por los extremos, desaconsejables a
menos que se posea un histrionismo sustentado en la solidez técnica.
A la postre, el estilo bullanguero y la simpatía natural de Téllez
hicieron valer la escasa transmisión del encierro de José
Ma. Arturo Huerta, que no sólo no cumplió con las expectativas
para el mano a mano de triunfadores, sino que evidenció que si esas
reses sobrepasan los tres años y medio, acusan genio o requieren
más mando.
¿Cómo fue que Paco Muñoz, autor de
la mejor faena y los mejores lances del serial, no lograra comunicación
con el público en la tarde decisiva? A la sosería de su lote
hay que añadir la tendencia de Paco a ensimismarse cuando tiene
delante un burel poco propicio para el lucimiento, olvidándose de
que el público, independientemente de las condiciones del toro,
espera ser emocionado por lo que logre transmitirle el torero.
La solvencia tauromáquica de Muñoz requiere
ser reforzada con un histrionismo más convincente y una venta de
las suertes más persuasiva que le permitan conectar con el tendido.
Hacer las cosas bien nunca ha sido suficiente para emocionar a las masas.
Fue aplaudido y hasta salió al tercio, pero...
En cambio Israel Téllez, de esbelta y juvenil figura,
sonrisa de oreja a oreja, más puesto y mejor asesorado desde el
callejón, se adueñó del público queretano desde
su actuación anterior. A su buena técnica el joven añade
un gusto inmenso por gustarse y gustar, así como por no dejarse
ganar la pelea. Bastó un quite macho de Muñoz por gaoneras
para que Israel ofreciera banderillas a Paco, a sabiendas de que éste
no banderillea. Y después, a suplir la mansedumbre o la bravura
de su lote con histrionismo, banderillas traseras, cercanía, aguante
y una certera espada, para llevarse la oreja de su primer enemigo, no así
la de su segundo luego de media muy caída. En cuanto Téllez
aprenda a ligar y a estructurar, a ver qué figurines alternan con
él.
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