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México D.F. Lunes 21 de junio de 2004
ANDANZAS
Colombia Moya
El tango, temperamental, voluptuoso y tierno
Huidas y rencuentros en el teatro Insurgentes y en el
Lunario
ES UNA DANZA que parece nunca pasar de moda, es
más, a todo el mundo le encanta. Es un baile apasionado y bravío,
lleno de ardor y temperamento, ternura y violencia: casi la descripción
del amor prohibido, sensual y voluptuoso, castigador y dominante, generoso
y total que refieren los grandes amantes, los que saben llenar la vida
de emoción, peligro y hasta muerte, porque amar, dicen, es la muerte
chiquita, la partida de eros y tanatos.
NATURALMENTE,
NO NACIO en los pulcros salones de la sociedad, la burguesía
o la refinada y mañosa aristocracia, en la que apenas tocar la mano
o la cintura de la dama podía propiciar el escándalo y las
murmuraciones. El tango como muchas otras danzas es la alquimia prodigio
de cuerpos que, sudorosos y exaltados, luego de un día de arduo
trabajo se vuelcan enardecidos en la alegría de vivir, de bailar
y apretar el cuerpo de una mujer o un hombre, bajo el ritmo libertario
del desahogo, sin restricción alguna en bodegones, cantinas barrios
apartados o en los rincones de muelles atestados de negros, blancos, malasios
y cuanto el alma aventurera de los marinos puede traer y llevar.
UN ORGANILLO, UN bandoneón, una guitarra
o una caja quizás fueron, a golpe de movimientos, sonorizando el
latigazo corporal, la velocidad de una corrida, una sentada,
o una quebrada en un enredo de piernas, y evoluciones, huidas y
rencuentros que hacen de esta danza un verdadero placer, ya sea bailándola
o simplemente al observarla. En la veloz vertiente del ritmo, como río
indómito, entre quiebres y requiebres, una sabe, imagina y siente.
Dicen que "el que bien baila, bien te lleva"
DE INDISCUTIBLE ORIGEN moro andaluz, negro y gitano,
con la sabrosura profunda y antigua de la mezcla de sangres y temperamentos,
el lánguido quejido de la melancolía o la rabia a borbotones
vadeando los abismos del ritmo, el tango, pulido con los ingredientes de
las danzas de salón de la cultura blanca europea y ahora deslizándose
sobre instrumentos alemanes, como el acordeón, piano y hasta violines,
se introduce en los salones y la cultura de un pueblo para conronarse rey.
Quién dice tango sin pensar en Argentina, y ésta a su vez
es negros, blancos, italianos y alemanes, criollos e indígenas,
pero, sobre todo, coraje, esa resistencia noble y feroz que a pesar de
todos los horrores vividos la lleva adelante con su bravura indómita
y su belleza sin igual, con su tango y su milonga, su futbol y sus malvinas.
Muestra de la pasión del alma
TANGO ES CASI el himno nacional de los argentinos,
y parte cultural del patrimonio de la humanidad; es algo de todos, algo
que muestra parte del alma de las personas, de sus pasiones y arrebatos,
de sus quimeras y dolencias, porque el amor duele. Los buenos espectáculos
de tango hoy día son un éxito donde quiera que se presenten
porque este baile expresa algo recóndito de nuestra naturaleza o
que quisiéramos tener. Su evolución es parte de las transformaciones
sociales. Coreógrafos audaces han captado esas sutiles variantes
que elevan el tango a niveles insospechados y bailarines extraordinarios
que han encontrado el secreto de los siglos en la sangre del tango, binomios
como Piazzola de poderoso impacto.
NINGUN OTRO BAILE, ni el vals en sus mejores tiempos,
ha desenmascarado con tal fuerza la pasión en la danza, y si el
vals aún reina en los exquisitos palacios de Austria, el tango aún
es arrabalero, teatral, social y de espectacular impacto, (los gringos
simplemente lo adoran, pero nunca les será propio de corazón
por más maravillosas evoluciones que descubrieran, sencillamente
do you know why?
EN ESTA CIUDAD tenemos nuevamente la oportunidad
de apreciar el espectáculo del tango en dos versiones: en el teatro
de los Insurgentes se presenta (concluye temporada el 27 de junio) Tanguera,
comedia musical con historia y toda la cosa, y por otro lado, en Lunario
del Auditorio Nacional, bajo el nombre de Tangos, otro grupo ofrece un
show tradicional con su dinámica moderna, como se vive en
los lugares tradicionales de Buenos Aires, con las debidas transferencias
en cuanto a espacio y montaje, del 24 al 26 de junio. Asegure sus lugares,
pues sin duda será un buen rato que no hay que perderse.
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