México D.F. Lunes 21 de junio de 2004
Lo hacen en Martita en el país de las maravillas, obra que se presenta en El Hábito
Se aprestan Sahagún, Elba Esther y la Iglesia a tomar el poder del país
También buscan ajustar el artículo tercero constitucional en la pieza, de autoría colectiva
ARTURO JIMENEZ
Lo que faltaba, Marta y Elba Esther han consumado una alianza y, con la complicidad de la Iglesia, pretenden no sólo "ajustar" el artículo tercero constitucional, que garantiza el derecho a una educación laica, sino tomar el poder del país.
Tras varias peripecias y el apañe del personaje Artículo Tercero oculto en el anonimato de un Niño de la Calle, Marta (Magali Boysselle) podrá cantar y bailar y amenazar: "Presidenta, me van a decir, conmigo y la maestra, así van a vivir".
Martita en el país de las maravillas, presentada como parte del segundo Encuentro de Jóvenes Cabareteros Generación XXX, que se desarrolla durante junio en el teatro bar El Hábito, plantea su discurso teatral en tono de cuento infantil.
"Ellas son las malas malas malas y el Niño de la Calle y La Gata son los buenos buenos buenos."
Es además una puesta al día del acontecer político mexicano. "Que investiguen a los hijos de Marta Sahagún", dirá en un momento dado la protagonista ante las dudas de la opinión pública nacional.
Y jugarán también a la Rueda de San Miguel, con el riesgo real de quedarse sin silla, fuera de la jugada política.
Crítica, más que imitación
"Gracias a Dios existen Marta y Vicente y todos esos personajes de la política actual, porque son altamente comicables. Este zipizape de Marta al recargar las palabras es una cosa impresionante y superdramática", dice Boysselle en referencia a la forma de hablar de su personaje.
"No conozco a Marta Sahagún, no tengo el grandísimo gusto", confiesa, pero aclara que su trabajo actoral "no es una imitación, sino una crítica mediante la re-creación. No es Marta como la vemos en la televisión, sino como nosotros suponemos que en realidad es: una maléfica, una bruja y una maquiavélica igual que Elba."
La actriz confiesa: "Me gustaría que Sahagún viera mi interpretación, porque de cierta manera la obra refleja lo que piensa una parte del México que está gobernando su marido y su partido".
Magali Boysselle no pudo ver la recreación del mismo personaje en Foximiliano y Martota, puesta el año pasado también en El Hábito y con Jesusa Rodríguez como Benito Juárez, pero conoció la de Tito Vasconcelos, con quien ha hecho un tipo de cabaret "más social, aunque con ciertos tintes políticos".
Ella se asume como actriz dramática, pues estudió con Ludwik Margules y ha participado en puestas como Las metamorfosis, de Ovidio, y La noche en que raptaron a Epifania, con Ana Francis Mor.
Como el teatro convencional, comenta, el teatro cabaret también está sostenido por emociones reales, pues "cuando siento el deseo de poder verdaderamente me invade la pasión", pero su lógica, juego escénico y la manera de llegarle al personaje son diferentes.
Pero, sobre todo, agrega, el teatro cabaret le divierte mucho. "Cuando me bajo del escenario pienso que si la gente se divirtió la mitad de lo que yo me divertí, digo: šQué padre! La lógica del cabaret es una lógica enloquecida".
Escrita y montada como un trabajo colectivo, la obra es dirigida por Ana Francis Mor, integrante de Las Reinas Chulas. Participan además Elba Esther (Blanca Loaria), el Artículo Tercero y Niño de la Calle (Andrés Carreño), y La Gata, la Oruga y Onésimo (Roberto Cabral). La música es de Gabriel Arvezú, quien toca el piano en vivo.
Martita en el país de las maravillas se presentará también el sábado 26, a las 7 de la noche, y el domingo 27, a las 6 de la tarde. "Por el momento. Esperemos que nos inviten a algún otro lugar", dice Boysselle.
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