Hermann Bellinghausen

La venganza de los pelados

Suponiendo, sin conceder, que México ha entrado en una época de mayor democracia, chiquita pero en proceso de bla-bla, proliferan síntomas de que los administradores de la "joven" democracia resultan enemigos mayores de la democracia que, aún imperfecta, es preferible a cualquier autoritarismo. Y autoritarismo es lo que cocinan nuestros gobernantes (pues nos gusten o no, gobiernan ellos, no el pueblo). No es paradoja, aunque parezca, que la "creciente" democracia sea la principal amenaza para la vida democrática. Sobre todo porque, de un tiempo a esta parte, se impone una certidumbre: quienes gobiernan no son los "gobernantes", sino otros. Los dueños del dinero.

Conforme avanza en su descomposición moral, el régimen deserta, con afán definitivo, de la educación y la cultura, y las entrega tácitamente a dos o tres
tycoons de la comunicación electrónica. En un punto esencial coinciden los funcionarios de educación y las televisoras: la memoria pesa, hay que aligerarla. Entre menos recuerde la gente, mejor. Así se entiende la "agilización" del pasado que pretende imponer para las escuelas secundarias la primera SEP panista de nuestra historia. Prescindamos de todas las culturas clásicas del mundo, lo mismo griegos que mayas. Uf. Otro rollo. Empecemos por los Reyes Católicos (y para sus antecedentes, consultar la Biblia) y lleguemos hasta hoy, hoy. Rapidito, total que la única realidad que vende está en la amnesia instantánea de los reality shows.

No es casual que en el foxismo cumplan sus sueños los herederos directos de la derecha porfirista (los Creel) y la ultraderecha posrevolucionaria (los Abascal). No es que ellos manden, sólo dan la cara y articulan algunos mensajes del gobierno "del cambio" y su afanoso revisionismo de la historia.

México es un país de analfabetos (al menos funcionales), pero no de un pueblo sin cultura. Su sentido de la identidad es tan poderoso que se transforma y adapta sin desaparecer. Un ejemplo: los migrantes mexicanos únicamente van a Estados Unidos. Sí, porque está cerca; pero sobre todo porque no lo consideran tierra ajena. Por eso los Huntington se jalan de sus anglosajones pelos ante la marea mexicana que, al americanizarse, remexicaniza el país vecino.

Otros ejemplos: los tercos pueblos indios modernos, o la sociedad mestiza del valle de México, que se organiza barrial y tribalmente de manera bastante prehispánica, aunque Maseca le pervierta el gusto de las tortillas. El olvido de la historia, tanto en lo factual como en su carga simbólica, ocupa un lugar importante en los planes del régimen derechista para minar los sustratos de la resistencia. La idea no es nueva (empezó con los primeros frailes de la Conquista). Sólo que ahora se ha vuelto cínica.

ƑCuántos millones de personas se necesitan para contener la avaricia de los 85 mil millonarios que hay en el país, según las cuentas más recientes de los grandes bancos? El poder tiene miedo de los pelados. Por tanto las grandes empresas promueven un cacerolismo a la sudamericana: la inseguridad "es" el principal problema, se necesita severidad y orden. Lorenzo Servitje (de Bimbo) organiza la cruzada moral, respaldado en las televisoras de las que es cliente asiduo, y con el beneplácito de un gobierno federal encabezado por un ex gerente de Coca Cola Company.

Este jueves, las dos televisoras coincidieron en sus talk shows políticos: Zona Abierta y La entrevista con Sarmiento tuvieron en el estudio sólo mujeres. Sergio Sarmiento presentó a la ministra de Defensa de Chile, Michelle Bachelet, quien habló de modernización de las fuerzas armadas y de su prestigio a pesar de ciertas "cuestiones" pendientes, sin tocar la "cuestión" Pinochet (esas son cosas del pasado). Lo que necesita Chile, afirmó, es un rencuentro. No reconciliación, pues mucha gente todavía "se niega a perdonar". O sea, todavía recuerda. ƑYa olvidarán?

Simultáneamente, Héctor Aguilar Camín conversó con distinguidas voceras de la derecha (la encuestóloga María de las Heras; la ex asesora de Seguridad Nacional del gobierno estadunidense y hoy asesora y catedrática en nuestro país, Ana María Salazar, y la editoria mexicana de la conservadora Foreign Affairs, Rossana Fuentes Berain). Los secuestros y la inseguridad, expuso Salazar, convierten a México en una de las ciudades más violentas del mundo, "peor que en los países en guerra", y mencionó Bogotá y Sarajevo. Cuando Fuentes dijo "Bagdad", Salazar aceptó que había uno que otro lugar todavía más peligroso.

La encuestóloga De las Heras afirmó con emoción que la institución en la cual confían más los mexicanos es "el Ejército". Con todo el derecho a la generalización y la esquematización que le da su oficio, De las Heras coincidió con las demás panelistas en que la gente quiere orden y seguridad. Y la culpa de que falten es del gobierno, que no actúa con energía.

Estas andanadas de la derecha piden a gritos un epígrafe, pues reflejan su miedo a lo que Los Lobos (chicanos del este de Los Angeles, East LA) y Café Tacuba (banda de Ciudad Satélite) andan cantando en un estupendo palomazo binacional, La venganza de los pelados: "Nosotros somos los de abajo/ eso nadie lo va a negar./ Como perros en la noche/ sin una luna a ladrar./ Estamos bajo de los puentes/ y abajo de la sombra/ y abajo de tus narices/ y abajo de la alfombra./ Pero les digo: tengan cuidado/ que la venganza ya llegará,/ la venganza que llegará/ es la venganza de los pelados.// Nos llaman los pelados/ y que el diablo nos llamó/ pero nadie sabe que/ quién es que nos mandó./ Ya esconden las memorias/ y la plata y el pan/ pero para ser seguros/ nunca nunca poderán".

Al hacer segunda, los tacubos suavizan la rudeza lobuna: "Por eso besito y cooperando,/ que esto no va a doler./ No habrá sangre ni sufrimento/ y lo único que se llevará nuestro viento/ es tu pequeño y mezquino imperio mental". (Los Lobos: The Ride, Hollywood Records, 2004).

Pero lo pelado nadie se los quita.