México D.F. Lunes 21 de junio de 2004
ENTREVISTA/JOSEFINA VAZQUEZ
MOTA, TITULAR DE LA SECRETARIA DE DESARROLLO SOCIAL
La política social no se va a partidizar en
favor de AN
ASEGURA QUE JAMAS INCURRIRIA EN UNA ACTITUD FALTA DE ETICA
De probada militancia blanquiazul, la titular
de la Sedeso sostiene que en la dependencia hay una apuesta institucional
y rechaza tajante que, en vías de la sucesión presidencial,
vaya a existir trato preferencial o "ventanillas especiales" para organizaciones
panistas.
ROSA ELVIRA VARGAS
La titular de la Secretaría de Desarrollo Social
(Sedeso), Josefina Vázquez Mota, levanta la voz cuando asegura que
jamás incurriría en la actitud amoral y sin ética
de utilizar esta dependencia para montar una agenda personal. Su única
apuesta, sostiene, es fortalecer la institución, pues "si hubiéramos
tenido un mal manejo de la política social en el ambiente político
que hoy prevalece, yo ya no podría entrar a casi ningún estado
de la República".
Porque
para ella, "ya como estamos ahorita, sin presidencialismo, sin legislaturas
unánimes, ¡hombre!, ya tendría enfrente un bloque de
gobernadores diciendo: 'que no venga Vázquez Mota'".
Tras su participación, el fin de semana, en la
creación de las nuevas organizaciones campesinas del PAN, en un
gesto que despertó suspicacias, la funcionaria porfía en
su deslinde: "a lo mejor lo que a mí me toca en esta administración
es dejar a un lado muchas cosas por una apuesta institucional''.
De probada militancia blanquiazul, Vázquez
Mota explica que "nadie está tan obligado en el gobierno federal
-y lo voy a decir tal cual- como quien encabeza esta secretaría,
a dejar de lado agendas personales por fortalecer la agenda institucional.
Y habría muchos que les encantaría estar aquí, tal
vez de cualquier partido''.
Porque sabe, y admite, la dimensión política
que puede alcanzar cualquiera que tenga en sus manos el manejo de un padrón
de más de 32 millones de mexicanos beneficiarios de los programas
sociales. Afirma también: "eso es lo que más me obliga a
mantenerme firme en la vida institucional, ¡y no me voy a rendir!'.
En la entrevista con La Jornada, la titular de
Sedeso borda conceptos que se perciben largamente procesados: "No es la
primera vez que tengo que parar muchas tentaciones, y lo voy a seguir haciendo,
porque hay demasiado ruido en el país, demasiado desacuerdo para
montarse todavía en una política social que atiende a los
más pobres, aquellos que tienen las voces más lejanas''.
Se le refiere que hace poco, en Veracruz, ella afirmó
que el éxito de los programas sociales se debía a que en
su desarrollo se hacía de lado a la política.
-¿Cómo explica ahora dar su aval a organismos
partidistas como el que formalizó el PAN el domingo pasado? -se
le pregunta.
-Esa organización debe responder a los mismos criterios
de aquellas que ya existen y atendemos sin distinciones de partido o colores.
No habrá ventanillas especiales, tratos diferenciales o asignaciones
presupuestales de antemano, porque eso sería totalmente contrario
a lo que han sido las banderas más importantes de la secretaría.
"Formo parte de estas nuevas instancias, justamente porque
yo no quiero que se partidice la política social y porque debemos
estar, sí, como actores importantes de un partido, pero sobre todo
con una vida institucional. Lograr que las lecturas sean distintas para
cada papel. Desde que me invitaron a participar en el PAN lo primero que
pregunté fue cuáles serían las bases; vamos a estar
ahí, como lo hemos hecho con otros, para que se cumplan los requisitos
de transparencia y rendición de cuentas."
-¿Existe ya una depuración suficiente de
los padrones de beneficiaros para detectar cualquier manipulación
de los programas sociales?
-Quisiéramos que así fuese. Hemos avanzado
mucho, pero es una tarea que forma parte de las ilusiones, tareas y propuestas
dentro del gabinete: tener un padrón único de beneficiarios
y, de ese modo, poseer la certeza de que no hay municipio, estado o programa
de gobierno federal que manipule la política social.
Transcurrida más de la mitad del actual sexenio,
ésa se mantiene como la obsesión de la secretaria Vázquez
Mota desde que asumió la titularidad de la Sedeso, aunque también
está la evidencia de que gran parte de los mandos altos y medios
de la secretaría militan en el PAN.
Admite que la dependencia puede tener "una red importante
de delegados afines a algún partido, a alguna filosofía o
forma de pensar. Pero hasta la fecha no hemos tenido comprobación
alguna de que un solo delegado esté operando de manera partidista
la política social. En los casos que se han presentado, incluso
sin llegar a una denuncia directa -ya sea por los medios de comunicación,
por la preocupación de algún partido o actor político-,
he rescindido inmediatamente los contratos de esos colaboradores''.
Expone que cuando se decidió, por ejemplo, desaparecer
el programa de subsidio a la tortilla, los partidos políticos "no
nos importaron. No fuimos a consultar al PAN o a preguntarles a los que
estaban de acuerdo o en contra del presidente Vicente Fox. De hecho, por
la propia conformación política del país, en los programas
de la Sedeso tenemos mucho más recursos asignados a gobiernos que
no son del PAN que a los que sí lo son''.
Vázquez Mota compromete, en respaldo a sus afirmaciones,
a los gobernadores de Hidalgo, Puebla, Guerrero y Chiapas. Ellos "podrían
decir, de verdad -no he hablado con ellos, pero me atrevería a decirlo-,
que nunca ha habido un manejo partidista de la política social''.
A partir de su certeza de que la visión de la política
social tiene que ver con el modelo económico, la expectativa de
la titular de Sedeso está en la reglamentación de la Ley
General de Desarrollo Social y, de ese modo, formalizar la creación
de un fondo de contingencia de lo social, similar a los que operan en casos
de crisis petroleras o económicas, y en las cuales, irónicamente,
lo primero que se sacrifica es el presupuesto social.
Sería, dice, una herramienta de intervención
del Estado para reconocer que la economía tiene sus altas y sus
bajas, pero que no debe ser ése el principal riesgo para los pobres.
El reglamento de la nueva legislación tendría como punto
central que el gasto social deberá aumentar de acuerdo con el crecimiento
del producto interno bruto y que no se harán recortes en una primera
instancia.
Eso no ha sido algo fácil de lograr con el consenso
de las fuerzas políticas, asume Vázquez Mota, sobre todo
en un país como México, donde lo social y lo económico
estuvieron siempre divorciados.
Lo social, concede, quedaba en un terreno de compensación,
de asistencialismo que trastocaba las visiones o los compromisos del modelo
económico. "Creemos que es muy importante la estabilidad macroeconómica,
pero ésta per se no resuelve de manera suficiente el tema
de la pobreza''; no se puede seguir apostándose sólo a las
grandes cifras.
Tal enfoque de la política social, resume la titular
de Sedeso, no podría impulsarlo si ella se ocupara de alentar sus
intereses políticos. "Hasta ese día podría yo dejar
de ayudar al presidente Fox o de apoyar lo que yo he creído para
México. Me tendría que ir a otra instancia de gobierno o
irme, no sé, ni siquiera lo he pensado, porque hasta ahorita tengo
claro que mi única apuesta es fortalecer la institución.
"Por eso hemos podido construir iniciativas de ley que
se han aprobado por unanimidad, porque la lectura de otros actores políticos
es decir: 'bueno, en la Sedeso ha habido una apuesta institucional', y
a lo mejor fue lo que a mí me tocó en esta administración."
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