México D.F. Viernes 23 de abril de 2004
Habla Joaquín Sabina, quien envió un poema inédito para los lectores de La Jornada
La actualidad de España y el EZLN prueban que la historia aún se escribe
ERICKA MONTAÑO GARFIAS
Músico y loco, Joaquín Sabina es también escritor de versos, de ésos que se leen y no se cantan.
La poesía ''es como la masturbación: para escribir y leer a solas", señala en entrevista exclusiva con La Jornada.
Sabina se encuentra en México para participar en la lectura de El Quijote, este viernes, dentro del Festival de la Palabra de la Ciudad de México con un extra: leerá también sus sonetos, algunos de ellos publicados en su libro Ciento volando de catorce y otros inéditos en los que habla de temas actuales como la sacudida que vivió España a partir de los atentados del 11 de marzo.
Lo que pasa, dice con un vaso de whisky en la mano y un ducado en la boca, ''es que cuando uno está mirándose el ombligo y empiezan a caer bombas alrededor hay que dejar el ombligo y ocuparse de lo inmediato.
''Lo ideal sería que lo que sucede alrededor fuera tan amable que uno pudiera seguir escribiendo sobre el ombligo, pero eso no ocurre."
Hasta hace poco, comenta, ''yo y muchos españoles, pensábamos que el pueblo español con el europeísmo, el consumo, el pensamiento único, estaba adormecido, anestesiado, con la cabeza en otras cosas; pero no fueron los partidos políticos los que tomaron las calles cuando todo comenzó".
En la primera manifestación de los españoles contra la invasión estadunidense en Irak participaron 2 millones de personas:
''Estaba yo, la madre de mis hijas, mi novia, el abuelo de mis hijas, mi portera, el kiosquero, hasta el policía de la esquina.
Eso para nosotros fue una cosa emocionante y sorprendente.
''Lo mismo ocurrió con la matanza de Atocha, por la forma en la que se movilizó la gente con las víctimas, y cómo salió a protestar antes de las elecciones, porque el gobierno estaba mintiendo y manipulando a los muertos.
''Eso fue lo más emocionante que he visto en mi vida. Fueron cuatro días que convulsionaron al mundo y me recordó lo que sucedió en México ese año nuevo cuando surgió el Ejército Zapatista de Liberación Nacional y Salinas de Gortari, de pronto, siendo un desahuciado cuando dos días antes era el rey."
En España ocurrió algo parecido ''y que pasen estas cosas en la historia es maravilloso, porque quiere decir que la historia no está escrita y que los seres humanos todavía pueden hacer algo".
Esta vez Joaquín Sabina no viene a cantar, viene a leer, a presentarse como escritor. ''He estado año y pico sin subirme a un escenario y la verdad es que no he tenido muchas ganas, pero he aprovechado para vivir otra vida que es la que quise vivir desde los 16 años: la de escritor de versos.
''Me encanta venir y no a cantar, aunque disfrutaré venir a hacerlo en septiembre. Por lo pronto, si alguien después de oír mis sonetos va y se compra un libro de Quevedo, me parecerá fantástico y si alguien se pone a leer El Quijote como lo que es, un libro divertidísimo y no aburrido como dijeron en la escuela, también estaré muy bien pagado."
Un pie en la tierra y otro en las nubes
Poesía y música, los dos mundos de Sabina, tienen una diferencia y es la forma en la que los ofrece a los demás: las canciones son para el escenario, la poesía es para estar a solas.
''Son totalmente diferentes, pero en la mecánica, el rigor y la inspiración son parecidas. A veces comienzo un soneto que acaba siendo una canción y empiezo una canción que acaba siendo un soneto."
Escribir de madrugada es uno de los hábitos de los que no ha podido deshacerse, y tiene listos varios libros: uno de poesía, la recopilación de sus cartas con el subcomandante Marcos, Fito Páez o Silvio Rodríguez, entre otros, que se publicará en junio con el título A vuelta de correo:
''Les escribo en verso, soneto o coplas y ellos me contestan en la misma estructura. Es un libro anecdótico, pero muy divertido."
También escribirá un soneto semanal en la revista española Interviú, ''que es mitad tetas y mitad buenísimos artículos"; y en estos días busca editor para publicar en México Un elefante cruza la frontera, sobre su visita a Chiapas y la entrada de los zapatistas al Zócalo. Prepara, además, dos discos que va grabando de a poco y estarán listos en septiembre.
A sus 55 años, Joaquín Sabina permanece con un pie en la tierra y otro en las nubes. ''No quiero que se caiga de ahí".
En resumen ''de músico, mis enemigos dicen que no tengo nada; de poeta mucho menos de lo que yo quisiera y de loco me temo que demasiado.
''En realidad, lo que me parece loco son los telediarios, lo que veo en los periódicos. Estamos en un mundo absolutamente enloquecido. Alguien que se dedica a tratar de iluminar las palabras o describir canciones que sean un hombro en el que apoye la gente para llorar, creo que no es nada loco.
''Pero qué es la locura, Ƒbeber tequila hasta las cuatro de la madrugada o asesinar iraquíes? Son dos locuras distintas."
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