México D.F. Viernes 23 de abril de 2004
CIUDAD PERDIDA
Miguel Angel Velázquez
Los dos raseros del gobierno federal
Omisiones y rapidez en su actuar
El panismo de Sodi
EL MAS panista de todos los perredistas, Demetrio
Sodi de la Tijera, levantó ayer la voz durante la reunión
del procurador Bernardo Bátiz con senadores para preguntar ¿de
dónde había salido el "maldito" video del desaparecido Gustavo
Ponce?
BIEN A bien no se sabe cuáles eran las intenciones
del perredista azul, porque es obvio que Bátiz, como la gran
mayoría en el país, desea saber con certeza el origen de
la cinta.
A FUERZA de hacer conjeturas, se supone que las
cintas, porque no se trata de una sola ni de una sola cámara, fueron
grabadas por tres máquinas del hotel Bellagio, más otra a
la que podríamos llamar flotante, que debió manipular
alguien bien conocido por Ponce.
LO GRAVE es que alguien la filtró
a la televisión y entonces no hubo reacción inmediata de
la Procuraduría General de la República ni de la Secretaría
de Hacienda y Crédito Público, lo que en términos
de lo dicho por la PGR habría hecho peligrar su investigación
al romper la secrecía de la misma.
ES DECIR, les descubrieron el pastel y nadie quiso
decir nada. Ese silencio se puede interpretar como una especie de complicidad,
por decir lo menos. Sobre todo si hoy sabemos que el jefe de Gobierno fue
acusado por la PGR de obstruir la investigación por dar a conocer
los pasos de la Secretaría de Hacienda en busca de algún
ilícito cometido por Ponce.
ENTONCES, Y no ahora, las dependencias federales
debieron haber brincado e iniciado la averiguación para saber cómo
fue que la televisión obtuvo, sin que lo hubieran autorizado, el
material que era la prueba estrella de su indagatoria. ¿O
qué, ya lo habían hecho?
HASTA DONDE se sabe, la PGR no ha iniciado una
investigación para obtener datos que lleven a descubrir quién
o quiénes cometieron la peligrosa indiscreción.
EN CAMBIO, acusó al jefe de Gobierno, que
hoy deberá presentarse o enviar su declaración al Ministerio
Público, ya que a él sí lo investiga. Por ello, todo
parece indicar que a las autoridades federales no les importaba que el
secreto fuera roto.
LO IMPORTANTE para la gente del gobierno federal
era que sus nombres no aparecieran en el asunto, que pasaran inadvertidos
frente a la cauda de porquería que provocó la divulgación
del video, aunque éste fuera su mejor prueba.
PERO NO nada más eso, surgen otras interrogantes
como, por ejemplo, ¿quién podía haber obtenido los
recibos de la casa de cambio donde la esposa de Ponce hizo las transacciones
en dólares? ¿Quién los puso en manos de la televisora?
La investigación, entonces, ya había sufrido el golpe y hasta
podría decirse que parecía obvio, aunque así no sea,
que los datos y la grabación exhibidas provinieran del propio gobierno
federal.
PERO DE este episodio, lo más terrible es
que para la PGR y para Hacienda no tiene ninguna importancia y se le trata
de poner en el rincón del olvido político, como si se tratara
nada más de una larga y profunda investigación periodística
y no de lo que realmente fue: una filtración.
POR ESO cuando Sodi pregunta de dónde salió
el "maldito" video, parece que también a él se le han olvidado
una serie de datos que, cuando menos, hacen pensar que el senador quiere
obviar lo que está frente a sus narices.
POR LO pronto, López Obrador tal vez se
presente hoy en la Procuraduría General de la República para
entregar las pruebas de sus dichos, y ojalá se haga de manera más
transparente por las autoridades para que no existan dudas de las posturas
de unos y otros frente a este problema que cada vez se hace más
largo. Estaremos pendientes de lo que pase.
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