México D.F. Viernes 23 de abril de 2004
La medida frenó proyectos o de plano los mandó a la congeladora
Critican legisladores la austeridad extrema que impuso el ex perredista René Bejarano
RAUL LLANOS Y GABRIELA ROMERO
La "extrema austeridad" que impuso en su momento el presidente de la Comisión de Gobierno de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), René Bejarano, frenó o mandó a la congeladora varios proyectos, como la impresión del órgano oficial de difusión, la renovación del equipo de cómputo, la nueva sede de la biblioteca e incluso la posibilidad de realizar actos, consultorías y convenciones para complementar el trabajo legislativo.
Al respecto, en entrevista, los diputados Juan Antonio Arévalo, Teresita de Jesús Marmolejo, José María Rivera y Martha Delgado, dejaron en claro que no están en contra de los principios de austeridad, sólo que hubo excesos y se trató de "ahorrar por ahorrar", sin tomar en cuenta criterios de racionalidad y eficiencia, e incluso las prioridades que se tienen en el recinto de Donceles y Allende.
Marmolejo abundó que en el ánimo de cuidar hasta el último centavo, Bejarano se olvidó de renovar el equipo de cómputo -"que se encuentra en pésimas condiciones"- tanto en las oficinas de la Asamblea como en los módulos de atención ciudadana.
Arévalo, presidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología, mencionó que anualmente la ALDF paga 20 millones de pesos por servicios de telefonía ordinaria, recursos que podrían disminuirse 50 por ciento si se hubieran previsto los recursos y los mecanismos para instalar el sistema de voz y datos en todas las sedes del órgano legislativo, cuyo proyecto está frenado, a pesar de que se planteó desde la legislatura pasada.
Mientras Rivera, presidente del Consejo de Bibliotecas, está todavía a la espera de que la Comisión de Gobierno le autorice su proyecto para instalar en otra sede todo el acervo bibliográfico, pues actualmente ocupa un espacio que -asegura el diputado- se está pandeando, además de que carece de las medidas necesarias para la conservación de los textos.
La diputada independiente Martha Delgado señaló que las drásticas medidas de austeridad impidieron que los miembros de la ALDF pudieran realizar convenciones, consultorías sobre sus iniciativas de ley o bien llevar a cabo actos que enriquecieran los proyectos legisativos.
Añadió que incluso esa austeridad llevó al retiro de los alimentos que les daban a los legisladores durante las sesiones que duraban mucho. Añadió que hubo casos en que salió más caro el caldo que las albóndigas, y recordó el asunto de la fruta -lo único que les quedó después de que les retiraron los alimentos-, que era muy cara por que era de importación.
Planteó que se utilicen criterios de racionalidad y si se quiere restringir los recursos a los diputados, primero que se analice qué es lo que hace cada uno.
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