.. |
México D.F. Lunes 23 de febrero de 2004
ANDANZAS
Colombia Moya
Cuba, España, EU y Rusia en el ballet
MIENTRAS LA GUERRA y el hambre muerden las entrañas
de los pueblos, el arte con pasos alados muestra su magnífica presencia
en la unión de un arduo trabajo y de personas decididas por lograr
un objetivo en beneficio de todos. No es la codicia ni el paroxismo del
poder lo que los gigantes de la danza se propusieron al asimilarse a la
propuesta de Zarabanda Producciones, responsable del proyecto, que reunió
en el Auditorio Nacional de la ciudad de México la excelencia del
ballet, el pasado 19 y 20 del presente.
PESE
A QUE en algunos lugares del mundo la muerte y las vejaciones hieren
peligrosamente el corazón de la cultura, la dignidad de la criatura
humana... sus sueños, derechos y aspiraciones, fue posible disfrutar
en el Auditorio durante un par de horas el prodigio del espíritu
humano plasmado en la más perfecta personificación del arte:
en la danza, en el ballet, en el cuerpo humano. El amplio programa fue
un tradicional muestreo de obras de repertorio balletístico de todos
los tiempos, de extraordinarias criaturas, de bailarines excepcionales
cuyos nombres, harto se ha mencionado, viven por amor el ideal de la danza,
que es rito, ceremonia, belleza y armonía. Una armonía que,
desfalleciendo ante el legítimo fin del conocimiento y la tecnología
del genio humano, hoy pareciera como si ese don, ese talento de la raza
humana se encontrara poseído por todas las huestes de Lucifer, el
infierno de la avaricia, la intoxicación del poder por el olor a
sangre y metralla, donde ya no se puede retroceder o parar esa terrible
espiral de muertes y venganzas, despojos e invasiones, mentiras, engaños
infinitos.
Aplausos a la pasión
UN REPOSO, UN leve respiro en esta siempre antigua
y nueva ola de violencia, un público frenético aplaudía
agradecido y sin descanso cada pirueta, salto y virtuosismo de esos preciosos
artistas, su esfuerzo, la pasión y el amor con que todas esas magníficas
personas bailaron para el público mexicano. Bravo por el cubano
Alberto Méndez, figura indispensable de la danza cubana -como Ramiro
Guerra o Alicia Alonso-, artífice del programa y de esta conjunción
de estrellas, director artístico de Los gigantes de la danza.
Bailarín y coreógrafo, que ha paseado por las mejores compañías
del mundo, incluyendo nuestra Compañía Nacional de Danza,
no sólo maneja el consabido programa más brillante e impactante
del repertorio tradicional con la inevitable sangre del ballet tradicional
ruso, francés e italiano sazonado con el flamenco de Rafael Amaro
o el toque del estadunidense Forsythe, sino que es uno de los más
galardonados coreógrafos latinoamericanos; ha recibido la distinción
"por la cultura nacional" y la Orden Félix Varela, la más
alta que se entrega a un artista en Cuba; además de haber trabajado
con figuras sobresalientes del siglo XX, como Alicia Alonso, Carlla Fracci
y Rudolf Nureyev.
HAY QUE RECORDAR, como hiciera Ramiro Guerra, de
inolvidable cariño, que en la danza moderna la fusión que
logró con el "ballet de puntitas" y la indomable corriente congo
Yoruba que no sólo recorre las arterias de Cuba, sino las venas
de América Latina, imprimiendo a la vez con su maestría coreográfica,
un sello cubano en el crisol universal del arte. Obras como Suite yoruba,
de Ramiro, o El río y el bosque, de Méndez, no sólo
abren camino hacia las entrañas de la tierra de todos los pueblos,
sino que afirman nuestras culturas en el difícil arte de la resistencia.
Esperamos aún más de Méndez como coreógrafo,
amén de su participación en la difusión de la cultura
con Heriberto Cabezas, director de Zarabanda Producciones, con su mensaje
de paz y trabajo en el arte, no sólo de cubanos, españoles,
estadunidenses venezolanos o rusos, como uno de los rostros amables de
cada país.
ESPERAMOS QUE ALGUN día podamos ver a Cuba,
España, Haití, Estados Unidos, Colombia, Venezuela, Israel,
Irak o Palestina, etcétera, mil veces, colaborando armoniosamente
en un verdadero intercambio y desarrollo no sólo de arte, danza
y cultura, sino de tecnología y conocimientos. Se trata de vivir
y dejar vivir, ayudar y que nos ayuden a vivir... tal vez, algún
día, en aquel planeta Marte. A partir de cero.
|