México D.F. Lunes 23 de febrero de 2004
Crítica a Pinochet
Rinden homenaje a Salvador Allende en Viña del Mar
NOTIMEX
Santiago, 22 de febrero. El homenaje al derrocado mandatario constitucional y socialista Salvador Allende y la parodia al ex dictador Augusto Pinochet dieron un lugar a la crítica política en el Festival de Viña del Mar, acto tradicionalmente vedado a esas manifestaciones.
La imagen de Allende difundida en la Quinta Vergara, la irónica visión de Pinochet y las canciones identificadas con la izquierda permitieron a la política hacerse un lugar en el festival musical más importante de Latinoamérica.
La banda Los Petinellis cumplió el sábado su palabra y rindió un particular homenaje al "compañero presidente" Salvador Allende, al gobierno de la derrocada Unidad Popular y a la izquierda comunista al entonar, en su estilo, la canción El pueblo unido, jamás será vencido.
La marcha con letra y música del recientemente fallecido compositor Sergio Ortega, fue el himno oficial de la coalición que llevó al poder a Allende y con el paso del tiempo fue adoptado por la izquierda latinoamericana como un emblema.
El pueblo unido...
La versión de El pueblo unido... fue presentada con imágenes del Palacio de La Moneda en llamas, tras el bombardeo del 11 de septiembre de 1973, y al final una foto de Allende como jefe de Estado, y con la imagen de Pinochet atrás, en una amenazante postura militar.
El líder del conjunto, Alvaro Henríquez, ironizó en el escenario y dijo al público "estamos en liquidación", tras recibir el "combo" de reconocimientos.
La imagen de Pinochet rozó la parodia, pero conquistó a los asistentes a la Quinta Vergara, que estaba preparado más para una noche románticona, con el español Camilo Sesto y el melódico chileno Douglas sobre el escenario.
La figura de Pinochet en el espectáculo del Festival de Viña del Mar provocó controversia y hasta molestia, pero pasó a formar parte de la galería de los personajes que son objeto de la caricatura y el humorismo político.
El Festival de Viña del Mar reflejó, como un espejo sociológico, otras lecturas más comprometidas con la izquierda chilena y se permitió incluso "denunciar" las violaciones a los derechos humanos durante la dictadura de Augusto Pinochet.
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