México D.F. Lunes 23 de febrero de 2004
Incluye 4 mil piezas, sobre todo intercambios epistolares
Ingresa al Condumex archivo del pintor Roberto Montenegro
MERRY MAC MASTERS
Un archivo del pintor Roberto Montenegro (1881-1968), conformado por casi 4 mil piezas, sobre todo de índole epistolar, pero también de bocetos y negativos de fotografías de su obra, fue donado hace poco al Centro de Estudios de Historia de México Condumex gracias a los buenos oficios de Graciela Romandía de Cantú, familiar político del artista. El fondo ya está abierto a la consulta.
De acuerdo con su titular, Manuel Ramos Medina, el centro, que este año cumple cuatro décadas, se ha dado a la tarea de recuperar archivos privados de familias, escritores y destacados políticos que han hecho historia. Romandía de Cantú y su marido, pariente cercano a Montenegro, recibieron las pertenencias del artista jalisciense antes de que falleciera.
Hace varios años Graciela Romandía abrió el archivo a la investigación; sin embargo, no estaba en posibilidades de microfilmar o digitalizarlo y carecía de infraestructura para prestarlo. Entonces, decidió depositarlo en el centro.
Cuando un archivo entra a la institución, acota Ramos Medina, primero se ordena de acuerdo con la forma en que llega. Luego se resguarda en carpetas con protección y una temperatura especial, para evitar el contagio de hongos, y se coloca de manera que pueda ser consultado.
Para el entrevistado, el archivo de Montenegro es, antes que nada, histórico, porque cuando un individuo destaca tanto, "los canales de conexión con el resto de la sociedad son relevantes. Es obvio que sostuvo una comunicación epistolar con mucha gente destacada de México y del extranjero. Quisimos recuperar el fondo porque complementa la interpretación de sus pinturas y su obra gráfica''.
El archivo de Montenegro está integrado por cartas que el pintor recibía y, a veces, las copias de las respuestas que enviaba. El intercambio comprende desde los años 30 hasta su muerte. Hay, por ejemplo, un agradecimiento por alguna obra o una petición para hacer un nuevo trabajo, apunta Ramos Medina. También hay cartas a diversos políticos, de modo que se trata de un archivo ''muy rico en información del momento cultural que se vivía en el país. También incluye papeles diversos que el artista guardaba''.
Los archivos de este tipo, continúa el entrevistado, ''suscitan mucha curiosidad en los investigadores, porque no es la historia oficial, sino lo que sus dueños guardaron". Muchas veces, y en otros momentos, acota, se trata de cartas ''muy delicadas'', en tanto son personales, que los mismos dueños de los archivos rompían o desaparecían por ser ''comprometedoras".
Los grandes artistas tuvieron relaciones muy fuertes con personas destacadas de las artes, entonces "esta comunicación en cartas a veces era delicada y muy privada. Eso, por desgracia, no viene en el archivo o quizá hay que saber leerlo bajo otra perspectiva".
El centro, apunta Ramos Medina, se ha dado a la tarea de recuperar los archivos personales, primero, porque es historia cultural, y segundo, porque ya tenemos el antecedente de contar con el archivo fotográfico y de algunos documentos de la actriz Dolores del Río, material con el cual editamos un libro hace unos años, cuando se conmemoró el centenario del cine.
Agrega que cuando llega un archivo de como éste hay quienes piensan que quizá no es precisamente una historia de tipo político o que pudiera inscribirse en ciertos acervos, pero ''hoy han cambiado mucho las cosas y nos estamos dando cuenta de que estos archivos de personas destacadas de la cultura complementan otros canales para el estudio de la historia. Eso es lo que lo hace muy rico, porque quizá durante algún tiempo no fueron tan cotizados como pueden ser, por ejemplo, de las figuras políticas de relevancia.
"Hoy se trata de recuperar mucha de esa historia cultural y también de la vida privada tan de moda. Los archivos familiares nos acercan a la vida cotidiana de México.''
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