México D.F. Lunes 23 de febrero de 2004
"Si se hace con semen de un hombre que no es el marido de la mujer, es adulterio"
La fecundación asistida representa un acto inmoral, señala la Iglesia católica
MARTIN DIEGO RODRIGUEZ CORRESPONSAL
Leon, Gto., 22 de febrero. El presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano y obispo de la diócesis local, José Martín Rábago, declaró que la fecundación asistida, desde el punto de vista de la Iglesia católica, es inmoral. "Si es una fecundación que se hace con semen de un hombre que no es el marido de la mujer, estamos ante un verdadero adulterio", advirtió.
Las declaraciones del prelado se dan luego de que se anunciara la apertura del primer banco de esperma humano regulado por la Secretaría de Salud (Ssa), donde se manejará material genético para ayudar a las parejas con problemas de infertilidad.
Pese a que el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI), encargado de vigilar la operación del banco de esperma, señaló que éste cumple con todos los requerimientos de tecnología genética exigidos por las autoridades federales, Martín Rábago precisó que la fecundación in vitro "ha sido considerada por la Iglesia como inmoral" y consideró que el esperma implantado a una mujer por un desconocido es adulterio, y "si la fecundación se hace del semen del mismo marido también tiene una connotación de inmoralidad, porque no se puede separar la fecundidad del acto matrimonial que lleva a la procreación de los hijos".
Como una opción para las parejas que viven en infertilidad, dijo, está la adopción, pues, según advirtió, "no se pueden procrear hijos sin el encuentro amoroso entre los esposos, como Dios lo ha previsto en la naturaleza, que es a través del vínculo del sacramento del matrimonio".
Cabe precisar que de acuerdo con información del IVI, en México se registra una tasa de infertilidad de 15 por ciento, cifra por arriba de la tasa mundial que es de 14 por ciento. Reporta además que mientras en 1985 las parejas optaban por procrear a su primer hijo cuando tenían entre 22 y 27 años de edad, en 2003 esta tasa llegó hasta 30 años.
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