México D.F. Lunes 23 de febrero de 2004
Con los resultados "se toman conclusiones muy
simplistas", acepta el director del centro
Expandirá el Ceneval a todo el país la
calificación de escuelas
El año pasado se evaluaron secundarias; el próximo
análisis abarcará también preparatorias
CLAUDIA HERRERA BELTRAN
A pesar de que el Centro Nacional de Evaluación
(Ceneval) sorprendió el año pasado con la publicación
de rankings (clasificaciones) de escuelas secundarias públicas
y privadas del Distrito Federal, porque las autoridades educativas se han
resistido a hacer comparaciones abiertas, el director del organismo, Salvador
Malo, anuncia la difusión de los resultados que obtengan planteles
de todo el país, que abarcarán ahora también a preparatorias,
aunque reconoce que esos instrumentos pueden servir para llegar a "conclusiones
simplistas" sobre la enseñanza.
Desde que el Ceneval inició sus operaciones, hace
una década, ha suscitado polémica. Así, académicos
y estudiantes de universidades públicas lo han calificado de símbolo
de las políticas neoliberales.
A su vez, el movimiento de huelga de la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM) fue más allá de las
críticas y consiguió que el Ceneval dejara de intervenir
en los exámenes que aplica la institución.
Diez años de labores
Malo, quien es físico y tiene una larga trayectoria
en la educación superior, pues ha ocupado puestos clave en el Instituto
Mexicano del Petróleo y la UNAM -en ésta fue secretario de
Planeación-, reflexiona sobre esos 10 años.
Afirma
que, desde su nacimiento, el organismo fue blanco de fuertes cuestionamientos,
y aún hay "uno que otro", pero insiste en que la sociedad mexicana
ha terminado por aceptar que gana más conociendo la información
de las evaluaciones que los problemas o perjuicios que ésta pudiera
generar.
Las evaluaciones, agrega, sirven para resaltar los problemas
educativos, las desigualdades existentes, para que las autoridades educativas
y las instituciones puedan tomar las decisiones que consideren convenientes.
"El Ceneval lo que hace es mostrar los problemas, no es
el que los genera. No es más que el termómetro que dice cómo
está la educación", asegura.
Malo mide los logros del centro en función de la
cantidad de exámenes que aplica cada año. En 2003 fueron
600 mil de ingreso a la educación media superior; 300 mil para licenciatura
y 50 mil de egresados de este último nivel.
La numeralia, añade, refleja que uno de cada tres
jóvenes que buscan lugar en el bachillerato público es evaluado
por el organismo, así como cuatro de cada 10 que entran en una universidad.
-¿No tiene efectos negativos la publicación
de rankings de escuelas?
-El año pasado el Ceneval hizo ocho distintos rankings
para demostrar que hay distintas formas de analizar la calidad de la educación
y que para tomar un juicio se requiere mucha más información.
Eso no quiere decir, por otro lado, que se deban esconder los resultados.
Nosotros creemos que deben de ser del dominio público, cuidando
ciertamente a las personas y los nombres de las instituciones.
"Pero justamente lo que hicimos al sacar esos resultados
es no dar un juicio de valor. No dijimos cuáles eran las mejores
instituciones, sino cuáles eran los mejores resultados, de acuerdo
con ciertos criterios.
"Estamos tratando de poner 13 millones de datos que tenemos
sobre jóvenes mexicanos en Internet para que puedan ser analizados
por la sociedad y que ésta pueda sacar sus conclusiones."
-¿Qué se debe cuidar en la publicación
de rankings?
-Debemos evitar que se hagan conclusiones simplistas,
como creer que una escuela es la mejor porque los resultados de sus estudiantes
son más altos. Hay muchas razones por las cuales eso puede darse,
por ejemplo, que esa escuela haga procesos de selección de sus estudiantes
más rígidos que otra y, por tanto, tenga alumnos con mejor
preparación. Lo que le interesa al padre de familia es saber dónde
inscribir a su hijo, y para eso sirve la información.
"Desgraciadamente el problema de los rankings es
que se toman conclusiones muy simplistas. Pero si no se publica la información,
entonces no se sabe lo que está pasando; es cómo tratar de
meter la cabeza en un agujero para no enterarnos de los problemas."
-En un país con tanta desigualdad, ¿tienen
sentido los rankings que acentúan esas diferencias?
-Por el contrario. Hacer aflorar estas diferencias justamente
hace que la sociedad mexicana o las distintas autoridades y grupos tomen
cartas en el asunto. De otra forma, esconder la información lo que
hace es que nunca aflore.
-¿De qué le sirve a una madre de familia
de Oaxaca saber que la mejor escuela está en otro estado y que es
particular si no la puede pagar?
-Pero va a saber cuáles con las escuelas de Oaxaca
que son comparables con las mejores escuelas y cuál es la más
cercana. También le va a servir para empezar a reclamar y exigir
que la escuela más cercana tenga mejores resultados.
-Sin embargo, los resultados de desempeño escolar
no dependen sólo de la escuela, sino también de otros factores.
-Naturalmente. No depende de la escuela, sino de la sociedad.
El hecho de que la información esté hace que todos empecemos
a opinar qué es lo que queremos o qué nos molesta de la información.
Se habla de la diferencia de resultados de hombre y mujer en el examen
de ingreso a bachillerato. Para el Ceneval sería fácil cambiar
los resultados y normalizarlos para igualarlos, pero eso sería estar
escondiendo la información.
-El problema es que con los números se pueden decir
verdades a medias.
-Por eso tenemos que informar a la sociedad los problemas,
para que se tomen decisiones sobre si hay que ampliar la cobertura o mejorar
los niveles educativos en las otras carreras. La información es
útil.
-¿De que ha servido la difusión de rankings?
-Me está pidiendo cosas que no son aplicables para
el caso del Ceneval. Es una temporalidad muy corta. Nos han buscado muchas
instituciones para tratar de entender mejor cómo se hacen los exámenes
y los rankings, para, en algunos casos, utilizar nuestros exámenes,
con el objetivo de poderse comparar.
-La situación es que no se compara a los iguales.
-Exactamente, pero lo estamos haciendo con un mismo instrumento.
En esta cinta métrica los estudiantes salen más altos y más
bajos. Las razones búsquenlas ustedes.
-¿Qué proyectos tienen para este año?
-Estudios que tratan de comparar el valor agregado que
dan las instituciones; se trata de quitar las variables como la escolaridad
de los padres y los hábitos de estudio. También necesitamos
hacer comparación de personas que aplican el examen en un momento
y dos o tres años después. Por otra parte, creemos que a
finales de septiembre podremos aplicar exámenes en línea
y vamos a trabajar una evaluación para determinar qué tan
capacitados están los mexicanos o los jóvenes en las tecnologías
de información.
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