México D.F. Lunes 23 de febrero de 2004
Señala el ministro del Interior que su
país comienza a comportarse con seriedad
Promete el gobierno de Argentina a sus acreedores "cumplir
acuerdos a rajatabla"
Autoridades evalúan a quién pagarle primero,
afirman medios de información
AFP
Buenos Aires, 22 de febrero. El gobierno argentino
está buscando alternativas para solucionar la crisis por la deuda
con sus acreedores privados, y está dispuesto a ganarse su confianza
al prometer que cualquier acuerdo al que se llegue será cumplido
de manera puntual.
"Cualquier acuerdo que el gobierno firme (con los acreedores)
se va a cumplir a rajatabla, y esto es porque se va a pagar" de acuerdo
con las obligaciones que se contraigan, señaló el domingo
el ministro argentino del Interior, Aníbal Fernández, quien
subrayó que esta actitud busca convencer a los tenedores extranjeros
de bonos que "Argentina comienza a comportarse con seriedad".
El
sábado anterior, el ministro de Economía, Roberto Lavagna,
dijo que se daría por bien servido si entre 50 y 66 por ciento de
los acreedores aceptan considerar nuevas alternativas para solucionar el
tema de la deuda, y reiteró que su país no puede utilizar
recursos públicos o préstamos para cubrir estas obligaciones.
Lavagna explicó que al gobierno de Néstor
Kirchner le gustaría dar un trato diferente a cada tipo de acreedor.
No se daría la misma prioridad a un "fondo buitre", que compró
bonos del gobierno argentino a 14 centavos y con 25 ya obtiene una ganancia,
que a un pequeño inversionista japonés o italiano, pero las
reglas internacionales en la materia impiden hacer estas diferencias.
De acuerdo con reportes periodísticos, el gobierno
analiza a cuáles acreedores pagarles primero, dándole prioridad
a los tenedores de bonos enfermos o de edad avanzada, como
se hizo en la crisis de diciembre de 2001, en el caso del corralito
bancario, pero sin apartarse de la propuesta de Kirchner de abonar sólo
25 por ciento del capital adeudado.
Otra opción sería que Argentina pague poco
más de 25 por ciento a sus acreedores a través de un bono
de rendimiento variable, que iría cubriendo la deuda según
el desempeño de la economía. También se contempla
la alternativa de que algunos países colaboren con un financiamiento
para sus ciudadanos tenedores de bonos.
En tanto, el presidente del Bank Boston de Brasil, Geraldo
Carbone, aseveró que la crisis argentina todavía no ha sido
asimilada por la banca internacional, lo cual, de cierta manera, afecta
su confianza para invertir en América Latina.
"Hay una comodidad muy grande con lo que ocurre en Brasil,
pero el fenómeno de Argentina todavía no ha sido digerido.
Los bancos perdieron miles de millones ahí y la situación
no se ha resuelto", expresó el ejecutivo, aunque admitió
que no se puede generalizar que los bancos extranjeros estén desconfiados
de la región.
"Hoy tenemos bancos europeos que ven en América
Latina su única fuente de crecimiento y están manteniendo
o acrecentando sus operaciones aquí, y tenemos a los bancos estadunidenses,
los cuales tuvieron necesidad de refuerzo de capital de las matrices por
las crisis de allí."
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