México D.F. Lunes 23 de febrero de 2004
Esos recursos no necesariamente repercutirán
en mayor crecimiento: analistas
Este año entrarán a México ingresos
históricos por 55 mil mdd, calculan
La venta de Bancomer y Apasco, exportaciones petroleras
y remesas, entre las fuentes
VICTOR CARDOSO Y JUAN ANTONIO ZUÑIGA
La economía mexicana recibirá casi 55 mil
millones de dólares del exterior durante 2004, el mayor ingreso
de divisas percibido en un año por exportaciones petroleras, remesas
de trabajadores residentes en el extranjero, inversión extranjera
directa representada en la compra total de Bancomer por el español
Banco Bilbao Vizcaya Argentaria, y de la cementera Apasco a su matriz holandesa
Holcim. El panorama se completará por la captación derivada
de la actividad turística, entre otras fuentes de recursos.
Tal es la expectativa del ingreso de dólares para
este año, que el gobernador del Banco de México, Guillermo
Ortiz Martínez, ya adelantó que las reservas internacionales
rebasarán 60 mil millones de dólares. Incluso, analistas
financieros comentan que en 2004 a México ''va a entrar mucha lana'',
pues la captación de este año rebasaría en 10.1 por
ciento el máximo alcanzado en 2001, de 49 mil millones de dólares
por los mismos conceptos.
De
acuerdo con cálculos de analistas financieros, el petróleo
se mantendrá como la principal fuente de divisas. De concretarse
el pronóstico de un precio constante a lo largo del año de
20 dólares por barril de la mezcla mexicana, el país recibirá
al término de 2004 alrededor de 17 mil 200 millones de dólares.
Los analistas financieros calculan que la inversión
extranjera directa que llegará este año podría ser
similar a los ingresos por exportaciones petroleras, aunque esto sería
circunstancial. Lo anterior se deriva de que, tradicionalmente, por este
concepto ingresan alrededor de 12 mil 500 millones de dólares.
A esa captación se añadirían los
ingresos por la inminente venta total del grupo financiero Bancomer al
ya socio mayoritario, el español BBVA. La operación está
calculada en 4 mil 100 millones de dólares. De manera adicional,
en los cálculos se contabilizan los 750 millones de dólares
derivados de la compra de Apasco, la segunda cementera del país.
Esas operaciones comerciales desplazarían este
año de manera circunstancial a las remesas como segunda fuente de
divisas para México. En 2004 se estima que las remesas de trabajadores
mexicanos residentes en el extranjero se ubicarán entre 14 mil y
15 mil millones de dólares.
Pese a ese desplazamiento, los envíos se mantienen
como una fuente de recursos fundamental para la economía nacional
porque constituyen un ingreso recurrente, permiten contar con divisas suficientes
para compensar la balanza de pagos, es decir, cumplir con los compromisos
establecidos con instituciones financieras, pagar importaciones y, en general,
cubrir el crónico desequilibrio en las cuentas de México
con el exterior, el cual este año representará un déficit
que ascenderá a unos 16 mil 420 millones de dólares, según
estimaciones oficiales.
Al mismo tiempo, al convertirse a pesos, el ingreso por
remesas es un estímulo para el consumo en el mercado interno y representa
un medio de supervivencia para un millón 200 mil familias mexicanas,
pues equivale casi a dos salarios mínimos mensuales, en promedio.
En cuarta posición estará la derrama de
los turistas extranjeros que viajan al país, la cual ascendería
a unos 9 mil millones de dólares. Sin embargo, al descontar los
gastos que viajeros mexicanos hacen en el extranjero quedará un
saldo positivo por 3 mil 500 millones de dólares.
Noticias buenas, pero malas
Aunque representan una marca histórica de captación
de divisas, esos recursos no necesariamente repercutirán en mayor
crecimiento económico. En 2001 la compra de Banamex por Citigroup
representó la entrada de 12 mil 500 millones de dólares,
que elevó a 25 mil millones la inversión extranjera directa.
Al mismo tiempo, las remesas también habían alcanzado un
nivel histórico de casi 8 mil 900 millones de dólares.
Más aún, aunque el monto de las reservas
internacionales de divisas de México también rompió
su propia marca con un crecimiento de 7 mil 325 millones de dólares,
ese año la economía mexicana se contrajo 0.3 por ciento.
Investigadores de la UNAM explicaron que este fenómeno,
en parte, fue resultado de las nuevas tendencias seguidas por la inversión
extranjera directa enfocada a absorber empresas en operación, en
lugar de crear centros de producción y fuentes de empleo.
En opinión de los especialistas, el voluminoso
ingreso de divisas no puede permear al conjunto de las actividades económicas
por el riesgo de romper la estabilidad alcanzada en las principales variables
financieras, como son el tipo de cambio y las tasas de interés,
así como una inflación controlada.
La conversión a pesos de los dólares que
se espera captar este año impactaría los niveles de demanda.
Esa es una de las principales razones, precisaron, por las que se acumulan
en las reservas internacionales de divisas y se les utiliza, además,
como garantía de pago de la deuda externa y para fortalecer el grado
de inversión de México.
|