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México D.F. Miércoles 31 de diciembre de 2003
Cierra espacio aéreo y despliega escuadrones
antibomba y francotiradores en varias ciudades
Impone gobierno de EU medidas de seguridad "sin precedente"
Todo y todos están bajo sospecha: el aire acondicionado,
lectores en las calles, turistas
DAVID BROOKS CORRESPONSAL
Nueva York, 30 de diciembre. Este 2003 concluye
con la afirmación del gobierno federal de que no hay de qué
preocuparse, ya que tiene todo bajo control: intensa vigilancia en plantas
nucleares, monumentos nacionales, sistemas de agua y luz, puentes y túneles,
aeropuertos y estadios. Todo para que la gente pueda gozar de las fiestas
con sus amigos y familiares y vitorear a sus equipos favoritos de futbol,
como invitó a hacerlo ayer el secretario de Seguridad Interna, Tom
Ridge.
Hoy,
Ridge afirmó que se han establecido medidas de seguridad "sin precedente"
en todo el país. Autoridades de varias ciudades, entre ellas Nueva
York, despliegan escuadrones antibomba y francotiradores, movilizan miles
de policías, instalan detectores de radiación y cierran su
espacio aéreo por las festividades de fin de año. Se espera,
como siempre, la afluencia de cientos de miles en Times Square para el
evento más famoso de Año Nuevo. Por ello las medidas de seguridad
serán extensas. "Yo estaré ahí, como ustedes, seguro",
declaró hoy el alcalde Michael Bloomberg.
Todo por la amenaza. La guerra permanente contra el "terrorismo"
-conflicto mundial que desde su inicio se anunció como interminable-
incluye el aire acondicionado, que intenta congelar todo: la vida política,
social y cultural de este país. Todo es una amenaza potencial. Hasta
los almanaques.
En días recientes el FBI envió un boletín
a las agencias de seguridad pública del país, alertando que
"operativos terroristas podrían valerse de almanaques como
auxiliares en la selección de objetivos y planeación preoperativa",
ya que esos libros contienen información en detalle sobre monumentos
e instalaciones importantes del país. Pidió a los policías
vigilar a personas "sospechosas" que porten almanaques, porque podrían
estar "investigando objetivos potenciales" para atentados "terroristas".
Todo está bajo sospecha: los usuarios de bibliotecas,
los jóvenes de cualquier país musulmán, los que protestan
por los derechos civiles, los que se atreven a manifestarse contra las
guerras (antes, el FBI alertó sobre el peligro potencial de estos
activistas) y el libre comercio, los que se entrenan en "campamentos" de
desobediencia civil. Se cuestiona el patriotismo de casi cualquiera que
exprese su disidencia de las políticas oficiales. "Estamos en estado
de guerra", repiten una y otra vez los funcionarios del gobierno.
Código amarillo, código naranja, "inteligencia",
el odio contra los ideales estadunidenses, todo para mostrar que este país
está rodeado, sitiado, y responde a todo aquello que no se subordine
a sus demandas de "están con nosotros o con los terroristas". No
hay opción.
No es nada nuevo, señalan críticos como
Noam Chomsky y Howard Zinn. Cada vez que se ha necesitado, el poder sabe
cómo nutrir y generar consenso por la guerra, para defenderse de
amenazas siempre externas. En la historia de este país siempre ha
existido una amenaza externa: indígenas, mexicanos, españoles,
alemanes, japoneses, el comunismo, las drogas y ahora el "terrorismo".
Bowling for Columbine, documental de Michael Moore, explora precisamente
este fenómeno, que llama la "cultura del temor".
Y Dios siempre es aliado de Washington en toda guerra.
El presidente George W. Bush, como todos sus antecesores, reitera que Dios
está "de nuestro lado".
Pero como cantaba Bob Dylan, si todas esos conflictos
bélicos se libraron con "Dios de nuestro lado", ¿no sería
hora de que, si en verdad Dios está de nuestro lado, evitara la
próxima guerra?
Hay un resurgimiento de voces del clero, desde los púlpitos
protestantes, católicos, musulmanes y judíos, que proponen
exactamente eso. Hay religiosos que convocan a todas esas creencias a regresar
a su origen común, el de Abraham. Hay un movimiento que, a coro
hasta de cientos de miles, manifiesta repudio a esta cultura del temor
y habla con palabras de esperanza. Poetas, músicos, pintores, artistas
de cine y teatro y otros están retomando la misión crítica
del artista en tiempos de guerra e invitan a todos a rescatar su humanidad.
Un joven lleva una pancarta a su primera manifestación:
"todo para todos", dice, eco que le llegó desde otro país,
otra esquina del mundo. Otro lleva una manta que sólo dice "dignidad".
Uno más dice "fuck war". La hermana de una de las víctimas
de las Torres Gemelas se solidariza con las familias afectadas por las
guerras contra Irak y Afganistán, y reitera: "No en nuestro nombre".
Edward Said decía que se debe avanzar con "pesimismo
del intelecto y optimismo de la voluntad". Arundhati Roy insiste: "otro
mundo no sólo es posible, está en camino. En días
silenciosos puedo escuchar su respiración".
Debajo del temor, alertas anaranjadas, vigilancia en todos
los puntos, guerras permanentes y amenazas, aquí hay buenas noticias
para el Año Nuevo.
Agrupación de 270 aerolíneas rechaza
que policías armados viajen en los aviones
REUTERS, DPA Y AFP
Washington, 30 de diciembre. El espacio aéreo
en Nueva York y otras ciudades de Estados Unidos quedará restringido
a ciertas aeronaves y será patrullado por aviones de guerra, como
parte de un plan contra posibles ataques terroristas, informó este
martes el Departamento de Seguridad Interior.
El gobierno ha aprobado restricciones temporales de vuelo
(RTV) sobre la franja hotelera y de casinos de Las Vegas, la zona de Times
Square, en Nueva York, y el centro comercial de Chicago, según una
portavoz del departamento. "Solicitamos permiso para RTV sobre esas áreas
en la víspera de Año Nuevo", dijo la vocera Rachael Sunbarger.
Las restricciones se aplicarán a vuelos fletados
y pequeños aviones de recreo, pero no a las aerolíneas comerciales
y los vuelos militares, informó Sunbarger. Asimismo estas medidas
estarán en vigor durante la mayoría de los partidos de futbol
americano, incluido el Tazón de las Rosas, en Pasadena, California,
el día de Año Nuevo, y el desfile que lo precede.
Dos días después de que Gran Bretaña
decidió que guardias armados viajaran en vuelos hacia Estados Unidos,
las autoridades británicas recibieron información de inteligencia
sobre amenazas para aviones de pasajeros en su país, informaron
funcionarios estadunidenses.
La IATA, que agrupa a más de 270 compañías
aéreas de 180 países, afirmó este martes que "no quiere
armas a bordo" de los aviones. "En caso de que un gobierno perciba un riesgo
más elevado y decida tomar medidas específicas, las compañías
aéreas están evidentemente obligadas a acatarlas", declaró
Anthony Concil, portavoz de la IATA, a Afp. Pero advirtió sobre
los peligros de una medida semejante: "Nuestra posición, en principio,
es que no queremos armas a bordo de los aviones y en ningún caso
en la cabina del piloto".
Las autoridades francesas ya subieron desde el pasado
23 de diciembre a miembros de un grupo especial de la gendarmería
nacional, vestidos de civil, en vuelos con destino a Estados Unidos que
parten de París, para garantizar la seguridad.
La compañía aérea española
Iberia recibió este martes instrucciones de las autoridades estadunidenses
para que infiltre a policías armados en sus vuelos, informó
el diario El Mundo en su edición digital. No obstante, Estados
Unidos no ha realizado ninguna petición al respecto al Ministerio
del Interior español, algo que fuentes del mismo consideraron "muy
raro". Finalmente, el juez brasileño Julier Sebastiao da Silva dispuso
que todos los ciudadanos estadunidenses que ingresen a Brasil, desde el
primero de enero, serán fotografiados y se les tomarán sus
huellas dactilares. "Mientras perdure la restricción impuesta por
autoridades estadunidenses, determino que se fotografíe y recojan
las impresiones dactilares de los estadunidenses en puertos, aeropuertos
y carreteras cuando ingresen a territorio brasileño", indicó
el juez.
Estados Unidos comenzará a verificar en enero la
identidad de millones de visitantes extranjeros que ingresan al país
mediante fotografías y huellas dactilares, como forma de mejorar
su seguridad. La decisión del juez brasileño se tomó
con base en un pedido del Ministerio Público Federal.
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