México D.F. Miércoles 31 de diciembre de 2003
Pablo Alarcón-Cháires*
Exterminio de la cultura cucapá
Ƒdebemos aceptar que las especies biológicas sean prioritarias sobre las culturales? ƑEs moralmente válido salvar a una planta o a un animal enviando a la extinción una cultura? ƑEs la naturaleza superior a la cultura?
Pareciera que la política de Estado hacia los pueblos indígenas de México tiene un nuevo matiz, al tomar la conservación de la naturaleza como pretexto para amenazar de extinción a esas culturas. Tal política se asienta en el principio de exclusión hacia los actores sociales, habitantes o usuarios milenarios de los espacios, servicios y recursos naturales existentes en las áreas naturales protegidas. Un nuevo caso es el conflicto entre los indígenas cucapá y la reserva de la biosfera Golfo de California-Río Colorado, en Baja California.
Hasta mediados del siglo XX, los cucapá, cuyo nombre significa "gente de río", subsistían con la recolección, la caza, la agricultura y la pesca en el río Colorado. Pocos años después, estas prácticas sufrieron un cambio drástico con el crecimiento de centros urbanos de Wyoming, Utah, Colorado y Arizona, en Estados Unidos, y de Baja California y Sonora, en México, lo que implicó una demanda mayor de agua de este río, el desvío de su cauce y la creación de embalses. Todo ello contribuyó a la disminución del caudal, trastocando, ecológica y socialmente, la región que esa cultura ha ocupado desde el año 3 mil aC. Como resultado, hoy existen menos de 300 hablantes de esa lengua indígena, es decir, son una etnia al borde de la extinción.
Imposibilitada la apropiación tradicional de la naturaleza debido a la sequía y al desencadenamiento de otros procesos de deterioro ambiental, como salinización de suelos y disminución de la biodiversidad, los cucapá buscaron alternativas para evitar su extinción, mejorar su precaria economía doméstica y evitar la migración de su territorio. Así, intensificaron la pesca ribereña del pez curvina (variedad golfina), realizada temporalmente en una zona que actualmente ha sido incluida en la zona núcleo de la reserva.
Desde 2000, pero especialmente en este año, diferentes actos de autoridad de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) les impiden continuar con esa actividad económica, recurriendo a embargos precautorios de las artes de pesca y embarcaciones, decomisos y retenciones del producto, situación que orilló a los cucapá a buscar y lograr un amparo contra la autoridad, y que la Comisión Nacional de Derechos Humanos de México emitiera una recomendación (O8/2002) en su favor. A pesar de ello, el hostigamiento continúa y amenaza con agudizarse.
Las acciones de la autoridad ambiental son contrarias al espíritu de diferentes disposiciones, planes de acción, lineamientos y estrategias operativas sancionadas en la normatividad ambiental nacional respecto a las áreas naturales protegidas y pueblos indígenas, ya que incluso el actual plan de manejo de la citada reserva de la biosfera privilegia la pesca de los cucapá dentro de la zona núcleo.
Hay que decir que la curvina golfina no se encuentra en la lista de especies que motivaron la creación de dicha reserva. Similarmente, las artes de pesca y embarcaciones de los cucapá se encuentran dentro de las especificaciones técnicas de la Carta Nacional Pesquera y el producto que obtienen es menor a 10 por ciento del total obtenido en la región, por lo que tampoco existen argumentos relacionados con la sobrexplotación de la especie.
La situación de los cucapá es a claras luces un problema que trasciende el ambiente, no sólo porque las acciones de la autoridad ambiental pretenden perpetuar la sumisión del indígena al Estado mexicano mediante la particular interpretación de la normatividad vigente, sino porque aun cuando la interpretación de ésta respaldara tales actos de autoridad, no existe ningún fundamento cultural, humano ni moral que justifique la desaparición de una cultura.
Actualmente se trabaja en un nuevo plan de manejo de la reserva; sin embargo, ni los cucapá ni otras partes involucradas han sido notificados. Aún más, este nuevo plan de manejo abre totalmente la actual zona núcleo a la pesquería, beneficiando a las grandes organizaciones regionales pesqueras poseedoras de una tecnología comparablemente más avanzada que la utilizada por los indígenas.
La problemática de los cucapá no tiene razón de ser, pero es tan compleja que no puede ser resuelta con un nuevo plan de manejo ecológico. Por ejemplo, deberían crearse "zonas núcleo culturales" que brinden las posibilidades y condiciones que garanticen la existencia material, cultural y espiritual de los grupos indígenas. Se trata de trascender el enfoque meramente biologista de la conservación y la visión convencional de los territorios. Si en la práctica se justifica la preservación del pez totoaba o de la vaquita marina, Ƒpor qué no hacerlo para los cucapá, un grupo indígena ávido de ayuda para sobrevivir, pleno de sabiduría y calidad humana que representa las ancestrales raíces de la cultura indígena del norte del país?
Si existe una comisión nacional encargada de salvaguardar la diversidad biológica del país (Conabio), Ƒno es hora de crear una instancia nacional que actúe de la misma manera ante la diversidad cultural? * Laboratorio de Etnoecología, IE-UNAM [email protected]
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