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México D.F. Sábado 15 de noviembre de 2003
Ofreció el primero de dos conciertos,
el jueves
Embelesa guitarra de Vicente Amigo a los asistentes
al Teatro de la Ciudad
ARTURO CRUZ BARCENAS
Sorpresa: otro tocado con el dedo de Dios: el guitarrista
flamenco Vicente Amigo, amigo Vicente, quien el pasado jueves ofreció
el primero de dos conciertos consecutivos en el Teatro de la Ciudad, azorado
en colectivo ante lo que vio y escuchó: un músico con talento
considerado leyenda viviente. Primero fue el silencio. Varios se reacomodaron
en sus asientos. Entre la oscuridad una voz atinó a decir: "¿Qué
es eso?" Catorce obras maestras.
Parte de una generación de guitarristas, Amigo
es el que despunta. Comenzó con Solo, título de un
estado de ánimo que ha descubierto recientemente, dijo. Fue una
muestra de virtuosismo, con giros, traslaciones, compases, punteos, rasgueos,
golpes a la madera. Sostenía la guitarra con firmeza. "Cierro los
ojos y parece que están tocando dos o más guitarristas",
comentó Alejandra, quien abría sus ojos, sorprendida.
Un
aplauso sonoro, atronador. Con esa pieza hubiera bastado, pero fue tan
sólo el inicio. Continuó con Fandango mensaje, con
la que el público la siguió pasando bien, como ofreció
el artista nacido en Guadalcanal en 1967. "Vamos a poner toda la carne
al asador", mencionó.
Siguió Alegría y La tarde es caramelo,
otros dechados de virtuosismo traducido en incesante búsqueda de
las posibilidades estéticas y sonoras de la guitarra flamenca. Su
sonido es personal, con un toque a contratiempo. Los conocedores le otorgan
la gracia de marcar el sentido del ritmo con un aire o swing único.
Vicente no hace aspavientos, no requiere de parafernalias. Pegado a la
madera convertida en varita mágica que convierte el sonido en flamenco-jazz.
Sevillano de nacimiento y cordobés de crianza,
artísticamente la guitarra de Vicente se sitúa de lleno en
ese espacio que llaman solar del ritmo flamenco: la provincia gaditana.
En Córdoba es donde da sus primeros pasos con los tocaores
locales El Tomate y El Merengue, pero fue al lado de Manolo Sanlúcar
con quien estudió y trabajó durante años, cuando su
nombre empieza a sonar con voz propia y a tomar conciencia de lo que quiere
hacer como músico, como flamenco: "Vi con claridad la fuerza expresiva
que tiene la guitarra y me di cuenta de que el trabajo diario es lo que
forja".
Se escucha Tangos, Compare Manuel, Bulería
y Ojos de la Alhambra. Más recorridos por la madera y ya
acompañado por un grupo: Antonio Ramos, bajo; José Manuel
Guerra, guitarra; Patricio Cámara y Paquito González, percusiones.
En general bien, pero algunos opinaron que "regular", porque para empezar
no son los que grabaron el disco Ciudad de las ideas ni le metieron
corazón ni ensayo. Tal fue la consideración de tales especialistas
que esperaban ver y oír otra cosa.
Para muchos, la mayoría, el recital seguía
ascendente con Sólo Córdoba, Tapa, Bolero de Vicente
y la inspirada Ciudad de las ideas. "Cerca del río me pierdo",
expresan los cantaores. La música es capaz de seducir. "Gitana,
gitana, gitana"... el ritmo del Diablo, para que la muchacha se encuere
de una vez.
Vicente Amigo a llamar la atención con Camarón
de la Isla en la pieza Soy gitano, de 1989. Ese año ganó
sin problemas el premio Ramón Montoya de guitarra flamenca de concierto
en la edición 12 del Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba.
A partir de ahí todo es progresión y reconocimiento dentro
y fuera de España, dentro y fuera del flamenco. Ha compartido escenario
y proyectos con John McLaughin, David Bowie, Stanley Jordan, Al Di Meola,
Keith Richards, Bob Dylan, Milton Nascimento, Paco de Lucía, Camaron
de la Isla, José Merce, Joao Bosco, Wagner Tispo, Phil Manzanera,
Joe Cocker.
"Yo por ti daría mi vida, y tú por mí
no sé...", la duda del amor, del otro, por el otro.
Ya se iba, pero el público de pie le rindió
una ovación. Regresó, cual debe, para reventarse Vivencia
imaginada y otra bulería.
Vicente Amigo se presentará el 16 de noviembre
en Guadalajara, en la Fundación Jesús Alvarez del Castillo,
y el 26 del mismo mes, en el teatro Morelos de Morelia, Michoacán.
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