México D.F. Sábado 15 de noviembre de 2003
Presentó a los medios su más reciente
disco, Cita con ángeles, en La Habana
Silvio Rodríguez reprocha a Pablo Milanés
críticas al gobierno cubano
Prefiero decírselas a mis compañeros que
a la prensa extranjera, señala el cantautor
El zapatismo ha logrado combatir más con las
ideas que con los fusiles, destaca
GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL
La Habana, 14 de noviembre. Silvio Rodríguez
presentó hoy su más reciente disco, Cita con ángeles,
ante un nutrido auditorio que aplaudió con fuerza el tácito
reproche del cantautor a Pablo Milanés por discrepar en público
del gobierno cubano y su mensaje al subcomandante Marcos, a quien
le deseó "un resonante triunfo".
Silvio evitó polemizar explícitamente con
Pablo, fundador como él del movimiento de la nueva trova, pero en
forma elíptica le reprochó que hubiera criticado en público
al gobierno del presidente Fidel Castro.
En gira por Colombia, Milanés dijo hace dos semanas
a una cadena radial que en su país falta libertad de expresión,
que hay errores que deben ser criticados, pero hay "miedo y tensión"
para hacerlo, a pesar de que Cuba tiene logros sociales en los que supera
al resto de América Latina.
Silvio evocó su participación como diputado
en una sesión del parlamento, en junio del año pasado, en
la cual se reformó la Constitución cubana para declarar el
sistema socialista "irreversible".
El
compositor dijo entonces que apoyaba la reforma, en un voto "por mi patria
socialista perfectible". Esta tarde recordó que aquel discurso fue
ante Castro, y que aludió a "cosas que yo desearía que superáramos".
"No a pesar, sino incluso por eso, a mí me hicieron
diputado", dijo Silvio, para defender de inmediato la crítica a
puerta cerrada: "En lugar de a la prensa extranjera, prefiero decírselo
a mis compañeros".
La Casa de las Américas convocó a una conferencia
de prensa para lanzar el álbum. Pero además de reporteros
y camarógrafos se reunieron en la sala Che Guevara decenas
de seguidores del célebre poeta y trovador, que le aplaudieron tramos
de sus declaraciones, transmitidas por Internet y por el canal internacional
de la televisión cubana.
Silvio habló del zapatismo: "Es muy interesante
este proceso que se ha dado en Chiapas. Una guerrilla que ha logrado combatir
más con las ideas que con los fusiles. Una maravilla".
Dijo admirar "al sup, como le dicen sus acólitos,
admiro mucho su sentido del humor, me doy cuenta de que es un hombre brillante;
todos nos damos cuenta, es obvio, y le deseo una larga vida y un resonante
triunfo en esa larga lucha en la que se ha metido".
Reapareció la discrepancia surgida entre artistas
e intelectuales extranjeros con el gobierno cubano, tras la detención
masiva de opositores y el fusilamiento de tres secuestradores en marzo
y abril pasados.
A las opiniones de ese sector, decenas de sus pares cubanos
respondieron con un manifiesto, que en sustancia pedía cesar la
crítica para evitar ataques de Estados Unidos a la isla.
Silvio dijo creer que esa discrepancia sería algo
"que el tiempo lime", porque la mayoría de las diferencias ocurrieron
con "personas bien intencionadas y en realidad nos quieren; yo no soy vengativo".
Con la ponderación de los meses transcurridos,
Silvio dijo que aquellas críticas, en parte, fueron "una especie
de enojo que hubo con nosotros, porque se pensó que estábamos
dando lugar a ser fácilmente criticados".
Otros criticaron por otra causa, reflexionó el
trovador: "Dijeron: al fin tengo la oportunidad de quitarme a la revolución
cubana de encima".
De nuevo con mesura, Silvio imaginó el rencuentro
en la forma más coloquial, diciéndole a los críticos
de primavera: "Coño, mulato, qué volá ("qué
onda", hubiera dicho en México). Es como se resuelven las cosas
entre compañeros y es como creo que se resuelve esto".
Los ángeles de la guarda
Cita con ángeles sigue inmediatamente a
Expedición, álbum -"muy agotador y muy caro"- de base
sinfónica.
De este disco ya se conocía el tema del mismo nombre,
que el autor dedicó a la memoria de Salvador Allende, pero que transita
por momentos deplorables de los pasados tres siglos: las muertes de Martí,
Federico García Lorca, Martin Luther King, el Che Guevara
y John Lennon, Hiroshima y el 11 de septiembre en Chile y en Nueva York.
También eran públicas las letras de Sinuhé
y Camelot, dos canciones evocadoras de las leyendas del egipcio
errante y del Rey Arturo, que el autor dio a conocer en La Jornada
en abril pasado.
El material contiene otras ocho canciones, todas compuestas
y orquestadas por el cantautor y, en el número principal, cuenta
con la insólita participación de una constelación
de músicos cubanos.
Silvio explicó que esa concurrencia era "como una
suerte de ángeles de la guarda", haciendo énfasis en algunas
estrofas. Por ejemplo, Chucho Valdés está al órgano
cuando la pieza recuerda a Luther King, Leo Brouwer hace unos compases
agitanados en recuerdo de Lorca y así participan Frank Fernández,
Juan Formell, Tata Güines y José María Vitier.
Niurka González, la esposa de Silvio, clarinetista
y flautista, tiene una "fundamental presencia" en todo el disco, igual
que la "maestría y experiencia extraordinaria" de Pancho Amat, el
mejor tresero cubano. Había necesidad de unos coros "de ángeles",
recordó Silvio con el mejor humor: ahí entraron Vicente Feliú,
Noel Nicola y Amaury Pérez.
Ahora Silvio está grabando otro disco, con temas
viejos, inéditos, de los años 60, canciones que nunca pudo
difundir en su momento.
Más que una presentación, el poeta Roberto
Fernández Retamar hizo una evocación amable del surgimiento
de la nueva trova, del que dijo que es un movimiento con "muchas generaciones
imantadas". Ya es patrimonio común de abuelos y nietos.
Silvio, dijo Fernández Retamar, es "uno de los
grandes poetas del amor", quien alguna vez bautizó como "el útero
de la nueva trova" a la Casa de las Américas. "La cabeza y el corazón
de la nueva trova son Silvio Rodríguez".
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