México D.F. Sábado 15 de noviembre de 2003
"Ridículo e imbécil", el embate
al cine: Del Toro
Critica que la visión cultural del gobierno no
vaya más alla del recital de Elton John
JUAN JOSE OLIVARES
El cineasta jalisciense Guillermo del Toro, quien en verano
de 2004 estrenará su cinta Hellboy, opinó sobre la
propuesta oficial de deshacerse del Instituto Mexicano de Cinematografía
(Imcine), del Centro de Capacitación en la materia (CCC) y de los
Estudios Churubusco: "Es ridículo y profundamente imbécil.
Ahora, en un momento en que en el extranjero nos ven como una industria
interesante, sana y llena de innovaciones, el gobierno federal es tan ciego
e ignorante que no ve el valor de esta presencia y decide destruir lo que
se ha hecho con base en sudor y sangre de muchas personas, algunas de las
cuales han luchado a contracorriente desde la gestión de José
López Portillo".
La
actitud de Del Toro -premiado en la Semana de la Crítica de Cannes
por su película Cronos, de 1992- es de catarsis. "¡Qué
bueno que llaman!, porque me quería sacar todo esto del ronco pecho",
asegura. El cinerrealizador comenta que al enterarse de la intención
del Ejecutivo de desincorporar las instituciones referidas tuvo una sensación
de "ira tremenda", que lo hizo contactar a sus colegas Alejandro González
Iñárritu (Amores perros) y Alfonso Cuarón (Y
tu mamá también) para que expresaran su rechazo a la
iniciativa y aceleren un proyecto que tienen de filmar en México
tres cortometrajes, uno cada quien, "para que se sienta que volvemos".
El realizador de Blade II (protagonizada por Wesley
Snipes), Mimic y El espinazo del diablo es crítico
en la entrevista telefónica con La Jornada: "No creo que
el Imcine sea perfecto; he tenido mis buenos y mis malos ratos con ese
instituto, pero de eso a que sea una instancia prescindible para el gobierno
de México, no. Debe restructurarse, revalorarse, pero de ninguna
manera extinguirse.
"Hablé con dos productores de México que
me dijeron que podría ser una alternativa; les contesté que
era fácil decirlo, o al menos para nosotros que ya dimos un primero
o segundo pasos, pero para la gente que va a hacer su opera prima
es de preocupación. Yo me encontré con poco apoyo del Imcine
con El espinazo del diablo. Por eso hago saber que no es que yo
tenga un favoritismo hacia éste, sino al contrario, hay que ser
objetivos y decir la verdad: la identidad del cine nacional no puede sostenerse
sin el Imcine."
El tapatío de Tequila Gang, productora que tiene
con Bertha Navarro, considera que este asunto puede ser una lección
para los cineastas mexicanos, "para que entendamos que estemos donde estemos,
o nos unimos o nos va a llevar la chingada. No se puede poner en peligro
el cine, una de las pocas herramientas que tiene la gente para verse reflejada
en su cultura. Yo estoy en un proceso de aprendizaje, soy un cineasta en
formación, me interesa volver a filmar en México, dentro
de una estructura que justamente apoye mis propuestas".
Y agrega: "La manera de enriquecer un país o cuidar
que no se empobrezca más es no destruir su cultura. Un país
sin identidad está en la peor de la ruinas. Si el subsidio al cine
fuera una cosa tan onerosa que fuera a resolver los problemas sociales,
diría que habría que ponerlo en la balanza, pero es una de
las cosas menos onerosas que aplica a una industria a la que no protegieron
ni intelectualmente ni con recursos. Lo que existe es lo menos que se necesita
para mantener una industria".
-¿Cómo ve el silencio de los titulares del
Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y de la Secretaría
de Educación Pública?
-Es un silencio inspirado por el miedo a perder el hueso;
evidentemente que el que se mueve no sale en la foto. Lo que me parece
increíble es el hecho de que el Presidente, que había dado
esperanzas de cambio, tenga una visión cultural que no va más
allá de que Elton John toque en el Castillo de Chapultepec. Ahora
en Presidencia rentarán sus películas en Blockbuster.
-¿Qué le hace falta a México para
mantener una industria?
-En este país existe una increíble fuente
de talento para producciones nacionales y extranjeras. Tenemos a los mejores
técnicos, a gente que le entrega su vida al cine, infraestructura,
casi todo; lo que no hay es institución alguna que no tenga grilla.
Desgraciadamente muchas son víctimas, pero aun así, vale
la pena mantenerlas porque sí dan resultados positivos. En cuanto
al CCC, me parece una desvergüenza y horror que lo incluyan en el
paquete, porque forma cineastas. Es como decir que no sólo se privatiza
Pemex, sino todas las escuelas de químicos industriales para que
no haya alguien que sepa. El mero hecho de que se hiciera esta propuesta
es ya una vergüenza y ofensa, es una medida de absoluta ignorancia.
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