México D.F. Sábado 15 de noviembre de 2003
Deberían disculparse quienes exigieron
pagar en el juicio de Paraje San Juan, dice
Ningún coyote podrá robar recursos
de la ciudad, advierte el Ejecutivo local
Se investigan otros casos de demandas millonarias por
expropiaciones, señala
LAURA GOMEZ FLORES
El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés
Manuel López Obrador, consideró que sería "una vergüenza"
obligarlo a pagar una indemnización de mil 810 millones de pesos
por la expropiación de Paraje San Juan, cuando el presunto propietario,
Fernando Arcipreste Pimentel, nunca existió, por lo cual "deberían
estar apenados e inclusive ofrecer una disculpa" los dirigentes del organismo
(el Consejo Coordinador Empresarial) y del partido político (el
PAN) "que exigieron tajantemente que pagáramos".
Adelantó que en los próximos días
dará a conocer las irregularidades cometidas en el caso del predio
La Fama Montañesa, de 2 mil 100 hectáreas, ubicado en la
delegación Tlalpan, cuya propiedad reclaman la familia Martino,
la inmobiliaria Raco y el síndico de la antigua fábrica de
hilados de ese nombre, y el correspondiente pago por su expropiación.
En
su conferencia de prensa matutina, López Obrador recordó
que los integrantes del Consejo Coordinador Empresarial firmaron un desplegado
donde exigían al gobierno local pagar la indemnización por
Paraje San Juan con el argumento de que era cosa juzgada, y lo mismo hicieron
dirigentes del PAN. "Fueron de bruces a exigirme que pagara, cuando se
trata de una aberración".
Ante las recientes evidencias de fraude, el mandatario
local se mostró confiado en que la Suprema Corte de Justicia de
la Nación no convalidará "esta gran estafa", luego de la
demostración de que la base del litigio: el contrato de compraventa
del predio (de 1947), fue realizado por una persona que nunca existió;
"no nació, no se reprodujo, no murió y fue producto de un
invento", y las firmas asentadas en dicho documento son apócrifas.
Los reporteros le cuestionaron que hablaba como si ya
se hubiera revocado la resolución que ordena el pago de la indemnización,
y el mandatario capitalino respondió: "no, pero no se puede ya caer
en una aberración; sería convalidar una gran estafa".
Advirtió que continuará la investigación
de otros casos de expropiaciones y demandas de pago de indemnizaciones
millonarias, porque "hay mucho coyote en todo esto, pero ni coyotes
corrientes ni de angora van a poder quitarnos recursos que son de todos
y estamos trabajando para que no le roben al gobierno".
Más tarde, el oficial mayor, Octavio Romero Oropeza,
encabezó el operativo de desalojo y recuperación de
un predio de 3 mil 800 metros cuadrados ubicado en Santa Fe, que desde
1997 ocupaba de manera irregular la empresa Canteras Tepeyac como taller
mecánico y bodega de camiones de carga, gracias a una autorización
otorgada durante la regencia de Oscar Espinosa Villarreal.
Acompañado de trabajadores que demolieron con maquinaria
pesada dos construcciones en el lugar, conocido como Arconza Estrella,
Romero Oropeza mencionó que se dará vista a la Contraloría
general para que investigue la responsabilidad del ex director de Servicios
Metropolitanos, Enrique Córdoba Gómez, al otorgar un permiso
a dicha empresa sin contar con facultades para ello.
Lo anterior fue notificado al apoderado legal de la firma,
José Antonio Magallanes Villarreal. El funcionario aclaró
que no se procedió antes porque se hizo una investigación
a fondo. Agregó que se continuará con la recuperación
de otros terrenos en Santa Fe, donde "tenemos evidencia de que son parte
del patrimonio de la ciudad".
Uno de los casos en revisión, dijo, es el predio
La Fama Montañesa, donde se tienen todos los elementos para presumir
que se trata de un terreno de la ciudad, del que pretenden apoderarse "unos
vivales", pero en unos días se aclarará esta situación,
que "no representa ningún riesgo de desalojo para las personas asentadas
en la zona, hoy ocupada por unidades habitacionales. Todos están
seguros, porque el procedimiento no tiene nada que ver con ellos".
Precisó que el lugar quedará resguardado
por la policía para evitar que vuelva a ser invadido.
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