México D.F. Sábado 15 de noviembre de 2003
Hacienda y la CNBV toman el control del instituto,
afirma el senador Jesús Ortega
Sale Méndez Rubio del IPAB; fin al saneamiento
del rescate bancario
Fuerte presión para que el organismo se
desista de auditar de nuevo a los bancos que, según la Auditoría
Superior de la Federación, recibieron apoyos ilegales, afirma Dolores
Padierna
ROBERTO GONZALEZ AMADOR Y ROBERTO GARDUÑO
Julio César Méndez Rubio, un promotor de
que fuera realizada una nueva revisión a las operaciones del rescate
bancario, dejó este viernes de ser el secretario ejecutivo del Instituto
para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB), cargo que ocupaba
desde septiembre de 2000. En su lugar, la junta de gobierno, encabezada
por el secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, un opositor a
que los bancos sean revisados, nombró a Mario Alberto Beauregard
Alvarez, quien hasta esta semana se desempeñó como representante
de México ante el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El senador perredista Jesús Ortega Martínez
afirmó que con la renuncia de Julio César Méndez,
Hacienda y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) "han
tomado el control del IPAB y su junta de gobierno, reduciendo la posibilidad
de descontar las operaciones ilegales efectuadas durante el rescate bancario".
El legislador por el PRD señaló que la estrategia
de la SHCP para deshacerse de las personas críticas en el IPAB inició
en 2002 con la publicación de un documento elaborado por Luis Mancera
Arrigunaga donde echaba por tierra las demandas de transparencia del vocal
"incómodo" que ayer se vio precisado a abandonar el instituto.
"Ante la negativa de Méndez Rubio de avalar las
acciones ilegales que promovía Mancera Arrigunaga, la junta de gobierno
del IPAB decidió removerlo de su cargo y nombrar un sustituto cómodo,
como es Mario Beauregard, vinculado al vocal independi ente Héctor
Tinoco", dijo Ortega.
La
renuncia de Méndez Rubio, que no fue explicada oficialmente, ocurrió
en momentos en que el gobierno del presidente Vicente Fox Quesada, quien
abiertamente ha litigado en favor de que los bancos que presumiblemente
cometieron irregularidades durante el rescate de 1995 no sean sometidos
a una nueva revisión, está decidido a "dar vuelta de hoja"
a la investigación del proceso de saneamiento financiero, que dejó
una deuda para los contribuyentes que alcanza un monto actualizado de un
billón de pesos (un millón de millones).
El gobierno del presidente Fox está "tratando de
convencer" a diputados de los partidos Acción Nacional (PAN) y Revolucionario
Institucional (PRI) para dar "vuelta de hoja" al rescate bancario y evitar
que la actual legislatura abra una nueva investigación, dijo esta
semana Dolores Padierna, diputada del Partido de la Revolución Democrática
(PRD). Aseguró que funcionarios de la Secretaría de Hacienda
estaban ejerciendo "una fuerte presión" sobre el IPAB para tratar
que el instituto desista de su decisión -mantenida por Méndez
Rubio- de auditar nuevamente a Banamex, Bancomer, Banorte y Bital, entidades
que de acuerdo con la Auditoría Superior de la Federación
recibieron apoyos ilegales durante el rescate de 1995.
La junta de gobierno del IPAB se reunió este viernes
por la mañana, en una sesión ordinaria en la cual Julio César
Méndez presentó su renuncia a la secretaría ejecutiva,
máxima autoridad administrativa del instituto. Un comunicado del
organismo indicó que había sido "aprobado el nombramiento
de Mario Alberto Beauregard Alvarez", pero no precisó las causas
del movimiento. El nuevo secretario ejecutivo del organismo ha realizado
la mayor parte de su trayectoria profesional en el Banco de México
y también ha efectuado tareas académicas en el Instituto
Tecnológico Autónomo de México (ITAM), del cual es
egresado. Hasta esta semana ocupaba el cargo de director ejecutivo alterno
por Centroamérica, España, Venezuela y México en el
FMI.
A lo largo de este año, la Secretaría de
Hacienda y el IPAB mantuvieron posiciones enfrentadas respecto de la siguiente
fase del rescate bancario. Durante la crisis de 1995, el gobierno del presidente
Ernesto Zedillo asumió, sin autorización del Congreso, deuda
para evitar la quiebra del sistema financiero. Una parte de esos pasivos
estaba representada por pagarés avalados exclusivamente por el Fondo
Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa), cuyo vencimiento empieza
en 2004 y se concentra en mayor medida en 2005.
En abril pasado, la Auditoría Superior de la Federación
(ASF), órgano de fiscalización del Congreso, encontró
que cuatro bancos (Banamex, Bancomer, Bital y Banorte) habían abusado
de las reglas y transferido irregularmente al Fobaproa deudas por un monto
actualizado de 52 mil millones de pesos.
Para que los pagarés que emitió el Fobaproa
sean intercambiados por otros bonos avalados por el IPAB, la ley de protección
al ahorro bancario establece que sea realizada una nueva auditoría
de esas operaciones. Los cuatro bancos involucrados interpusieron un amparo
contra la revisión.
Al mismo tiempo, la consejería jurídica
de la Presidencia de la República presentó ante la Corte
una controversia contra la ASF, debido a que el órgano de fiscalización
del Congreso había "ordenado" a la Secretaría de Hacienda
reducir los pagos que hace a Banamex por el rescate bancario.
Hace dos semanas, la Corte determinó que la ASF
no tenía facultades para dictar órdenes ni a la Secretaría
de Hacienda ni al IPAB, pero no se manifestó sobre el tema de fondo
del asunto: la legalidad o ilegalidad de las operaciones.
Hasta ahora, la administración del IPAB se había
mantenido firme en la decisión de no hacer el intercambio de pagarés
si no se efectuaba la revisión, a la que se opone la Secretaría
de Hacienda.
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