Ex funcionario exige pago total o "acuerdo satisfactorio"

El instituto electoral, contra la pared luego de perder juicio laboral

ALONSO URRUTIA

Cesado como director del Registro Federal de Electores el 19 de junio de 2001 por presuntos malos manejos financieros, Eduardo Badillo ha ganado el juicio laboral al Instituto Federal Electoral (IFE). En la actualidad mantiene un litigio por el pago de salarios caídos, bonos y demás prestaciones, y otro por la liquidación definitiva de su cargo, opción por la que se ha inclinado el organismo electoral.

Sin embargo, este proceso, que involucró a cuatro subalternos de Badillo, ha implicado ya una multa al consejero presidente del IFE, José Woldenberg, por desacato al fallo de los tribunales laborales en uno de los procesos de los otros involucrados, además de que el recurso que interpuso el IFE contra la resolución favorable a Badillo fue improcedente, pues se presentó de forma extemporánea.

Ante ello, Badillo ha enviado una carta a Woldenberg y a los integrantes del consejo general para que se acate plenamente la sentencia y se alcance un "acuerdo satisfactorio" para el demandante, pues la contraloría interna del IFE fue notificada desde el pasado 17 de abril por la octava sala regional metropolitana del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, que ordenó la restitución y el pago de salarios y prestaciones dejados de percibir desde el 19 de junio de 2001.

En la carta referida Badillo menciona que el 10 de junio pasado, la contraloría interna del IFE entró en contacto con él para poner a disposición el pago de los salarios caídos sin que se llegara a un acuerdo porque el IFE optó por pagar conforme a la Ley General del Sistema de Medios cuando debió basarse en la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos.

La firma bajo protesta del cheque ha motivado que se prolongara el litigio, pues hasta ahora el IFE reconoce que en el pago de salarios caídos deben incluirse el pago de los bonos mensuales de 2001 y parte de 2002, la parte proporcional del aguinaldo de 2001 y 2002, así como los bonos de fin de año de 2001, 2002 y la parte proporcional de 2003 y el bono electoral de 2003.

Aunque falta alcanzar un acuerdo pleno en lo salarial, existe confrontación importante en torno a la restitución en el cargo, pese a que Badillo ha aceptado una reubicación en una vocalía estatal, ante el argumento del IFE de que no era posible su restitución en el cargo por el conflicto que implicaría remover al personal actual.

La carta plantea a Woldenberg la reubicación en alguna de las vocalías de los estados de México, Zacatecas, Michoacán o Querétaro o, en caso contrario, una liquidación más beneficiosa a Badillo.

Concluye: "Le recuerdo [a Woldenberg] que mientras no se dé cumplimiento total a la sentencia emitida, para fines prácticos, sigo siendo funcionario del IFE, por lo que mis salarios y prestaciones siguen corriendo [...] o bien lleguemos a un acuerdo conjunto. Sin duda, debe ser para el IFE una cuestión menor seguir erogando dobles salarios para un mismo puesto, evitando a toda costa respetar uno de sus principios básicos que lo rigen, como es la legalidad".