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México D.F. Sábado 30 de agosto de 2003
El clown mexicano se presentará
el 27 de septiembre en el teatro La Capilla
Aziz Gual: el Ringling y el Cirque du Soleil sólo
son industrias del circo
Ninguno apela a la sensibilidad creadora de los artistas,
afirma; aplaude el esfuerzo del Atayde
En México, son los niños los que entienden
mejor la diferencia entre nosotros y los payasos
ARTURO CRUZ BARCENAS
En México hay pocos clowns. Uno de los mejores
es Aziz Gual, quien es un creador de historias graduado en el Clown College
de Florida (1986), dependiente de la Universidad de Payasos del Ringling
Brothers; trabajó dos años en este circo, regresó
a la ciudad de México y luego se fue a Bélgica, a una escuela
llamada El Espacio Catástrofe. Participó en un circuito de
festivales en Europa, como los de Avignon, Turquía y Croacia.
La diferencia entre un payaso y un clown radica,
explicó en entrevista, en que éste "no se maquilla, es mucho
más humano, trabaja solo, es un cuate que trata de hacer una triangulación
con los elementos y su material de labor realmente es el público.
Es humano, como Charles Chaplin.
"En México, la gente no distingue con toda claridad
la diferencia entre clown y payaso, pues mi disciplina no es prolífica.
Aquí tenemos los antecedentes de los payasos, muy característicos
y pintados, como Bozo y los de los circos. Tales payasos son como híbridos
porque trabajan de diferentes maneras, al mismo tiempo. Los clowns
se meten mucho con metáforas sobre la vida. Tratan de actuar lo
particular del ser humano, como la muerte, el amor y la soledad".
Los niños lo entienden porque "un clown
no habla; ésta es otra diferencia respecto del payaso. Todo lo hacemos
con el cuerpo, pero cuenta historias con toda claridad, breves y concretas.
En una de mis obras un hombre se enamora de una grabadora; su soledad es
tan grande que se enamora de un casete que le dice tonterías. Lo
confunde con una mujer, la cual le dice cosas comunes y sale a buscarla.
Ella, por supuesto, nunca llega.
"Lleva unas flores mientras espera, como Penélope,
y se queda dormido después de mucho, las flores se marchitan y,
cuando aparece su rostro, tiembla porque ya es un anciano con una larga
barba. Son cosas simples, pero que tocan a cualquier individuo".
Humor sin límite de edad
Para
Gual, el humor no tiene un límite de edad, "sobre todo cuando aspira
a una risa estética, no una risa prosaica, que se da cuando, por
ejemplo, los payasos se rascan la cola. Eso lo hacen los comediantes que
dicen majaderías. Hay recursos para generar risa desde lo más
primario. No se trata de traducir esto a un nivel moral, de bueno o malo,
sino a la calidad. Se trata de buscar en algo más profundo e ir
más lejos, a través de un acto de sorpresa".
Para este especialista del humor, del alma, el hombre
se ríe porque cae en una trampa, porque se ríe mucho del
sufrimiento ajeno, "pero nada de esto tiene que ser prosaico", y porque
se pone en el lugar "del cuate que está sufriendo".
Para él no hay fronteras en el humor; "este es
universal. Se habla mucho de que Mario Moreno, Cantinflas, fue un
gran comediante, pero fue un cuate que se encerró en una cultura
y en una sociedad. A él realmente no lo entienden en Europa. Ven
sus películas, dicen que está chusco, pero no saben qué
onda, ¿por qué? Porque es nuestro. Ahora bien, lo esencial
del humor no tiene fronteras, va más allá de la crítica
a cosas chiquitas y sociales, y va al ser humano. Todos vivimos el humor,
la sicosis".
Expresó que en México se está poniendo
de moda el circo, "pero el pastel se lo está queriendo comer todo
el mundo. Debe quedar claro que el clown como tal, profesional,
no existe en México, aunque Jesús Díaz, un colega,
afortunadamente comienza a trabajar solo y está abriendo un campo
de acción".
Hay de circos a circos
Aclaró que al entrar al Ringling Brothers ya traía
la escuela rusa. "El Ringling es una escuela especulativa; la escuela estadunidense
no es la mejor escuela de clown. Es mucho más interesante
la escuela de Bélgica, por ejemplo. El Ringling fue importante cuando
tuvo maestros rusos, pero como escuela es mucho más efectista, como
todo el show, con bofetadas.
"Pienso que el Ringling y el Circo del Sol (Cirque du
Soleil) son industrias del circo que no apelan a la sensibilidad creadora
de los artistas, sino que agarran todas las culturas, las meten y las utilizan.
El Ringling hace esto de manera mucho más tradicional y menos interesante.
El Circo del Sol es interesante, pero es una industria, a final de cuentas.
Conozco a payasos y a artistas de este circo que critican esta propuesta.
El Circo del Sol va a Europa, hace audiciones porque ahí hay mucho
talento, y los muchachos de plano expresan que a eso no le entran, pues
estarían vendiendo la capacidad creadora, para una industria. Además,
no ganan tanto como se piensa".
En Rumania, comparó, por la calle pueden verse
artistas, en una carpa vieja, que se cae, con un espectáculo alucinante.
"Hacen al Dante, el cielo y el infierno. El Circo del Sol nació
hace 15 años, cuando los franceses vieron que el circo se estaba
muriendo; metieron mucho dinero y produjeron generaciones de artistas.
En México he visto al Circo Chino de Pekín, que no es mi
favorito, pero sí el que vino en 2002, el Circo Imperial Chino,
con acróbatas sublimes; son superhombres, brincan hasta allá,
arriba". Levantó su brazo y la vista.
En tales circos no hay buenos clowns porque los
chinos, precisó, no son chistosos, graciosos. "En los países
que fueron potencia en la materia, no eras tú el que decidía
si debías ser payaso o clown, sino los especialistas. Definían
lo que debías ser, aunque tú no quisieras. El clown
debe saber un poco de todo: de alambre, caminar sobre éste, trapecio,
balancismo, caminar sobre pelotas".
Reconoció que los dueños del Circo Atayde
están haciendo esfuerzos por rescatar un circo que ha ido decayendo,
que han dejado morir "los grandes empresarios, porque no se enseñó
un circo; quienes sabían no enseñaron. Yo me tuve que ir
a aprender a otro lado. Aquí nadie te enseña; todos son propietarios.
Como era una pequeña industria había que heredarla".
''Oye, no hagas cantinfladas''
Su vocación nació desde pequeño.
"Mi papá me decía: oye, no hagas cantinfladas, pórtate
como gente seria, no hagas payasadas, cosas ridículas. Con el paso
de los años aprendió a respetarme y a aceptar que este era
mi camino".
De vez en vez se echa "un palomazo" en circos como
el Gaona. "Cuando has trabajado en un circo de esos sientes nostalgia de
la caca de los elefantes y de los leones. Debe quedar claro que el circo
no es propiedad de nadie, sino que es de todos nosotros, de quien quiera
entrar y divertirse".
Sueña: "Me gustaría ser participante activo
de este nacimiento de la escuela nacional de circo, en México. No
quiero ser el responsable, porque se necesita saber mucho. El Centro Nacional
de las Artes está haciendo algo con el apoyo del Circo de Moscú
y especialistas de Québec".
Aziz Gual presentará el próximo 27 de septiembre,
en el contexto de la temporada de teatro escolar del Instituto Nacional
de Bellas Artes, su espectáculo De risa en risa, en el teatro
La Capilla (Madrid 13, Coyoacán).
Para mayores informes o contrataciones, comunicarse a
los teléfonos 5601-2483 y 5675-3315, visite su página en
la Internet www.azizgual.com, o a través de correo electrónio
[email protected].
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