México D.F. Sábado 30 de agosto de 2003
Daniel Eisenberg ensaya cómo vería el escritor el siglo XXI
Cervantes, seguro crítico de Bush... y de Hussein
ARTURO JIMENEZ ENVIADO
Guanajuato, Gto., 29 de agosto. Si Miguel de Cervantes viviera, criticaría de manera "muy dura" al presidente de Estados Unidos, George W. Bush, pues éste no manifiesta ningún tipo de humildad y piensa que sólo él cuenta con las respuestas para todas las preguntas y no tiene que escuchar a nadie, lo cual, en las obras del autor de El Quijote, "siempre lleva a un desastre".
Este es un ejemplo de los ejercicios de imaginación del investigador estadunidense Daniel Eisenberg en su polémica conferencia magistral La guerra de Irak vista por Cervantes, ofrecida en el Coloquio Cervantino Internacional, cuyo lema de esta decimacuarta edición es "Don Quijote en el siglo XXI".
Si acaso sirviera de consuelo a los que apoyan las invasiones a Irak y Afganistán, a Saddam Hussein y Osama Bin Laden, les fue peor con el Cervantes de Eisenberg. Por ejemplo, Eisenberg-Cervantes dijeron de Hussein -en juicios que también podrían aplicarse a Bush- que ha llevado una "vida miserable", que es un "enfermo mental", "megalómano", y que se creía "salvador del país". A la manera en que Bush, podría acotarse, pretende ser el salvador del mundo.
En su esfuerzo por traer al presente a Cervantes -militar disciplinado y leal pero también pacifista-, Eisenberg comentó que si Hitler era pintor, Franco escribió una novela y Bin Laden y Kadafi son poetas, Hussein en cambio no ha desarrollado ninguna sensibilidad artística y más bien lo caracteriza el mal gusto.
Bush, sin embargo, también fue criticado por Cervantes en voz de Eisenberg. "Es un presidente realmente desastroso: o ignorante o hipócrita, o las dos cosas, aunque la cuestión más importante no es por qué Bush es como es, no hay ninguna sorpresa en ello, sino por qué el país lo eligió presidente".
Y también reconoció: "El vínculo entre Hussein y Al-Qaeda, y los ataques del 11 de septiembre, no se han documentado. Osama bin Laden está libre, no hemos capturado a Hussein y el saldo positivo de esta guerra, yo no lo he visto hasta ahora". Un enlistado en el que faltó el no hallazgo en Irak de las armas de destrucción masiva.
El tono general de Eisenberg fue la ponderación, pero como en su ejercicio trajo al siglo XXI al autor de El Quijote sin desmantelarle su bagaje del pasado, planteó ideas como ésta:
"Nos diría también Cervantes que hay ocasiones en que comenzar una guerra es lo correcto, que no hacer nada es peor". Y Eisenberg mencionó motivos como la fe católica, la defensa de la vida, la patria, la honra, la familia y la hacienda, así como en servicio del rey. Causas "justas y razonables", pero hace 400 años.
En otra mesa posterior, una mujer del público felicitó a los participantes -el escritor José María Pérez Gay y el filósofo español Carlos París-, sobre todo, consideró, cuando antes se quiso "justificar el etnocidio", en referencia a la conferencia magistral de Eisenberg.
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