México D.F. Sábado 30 de agosto de 2003
Acuerdo entre sindicato y autoridades luego de nueve días en paro
Termina la huelga en el Instituto de Vivienda del Distrito Federal
Jornada laboral de 8 horas corridas y premio de puntualidad, entre las prestaciones convenidas
LAURA GOMEZ FLORES
Luego de nueve días de huelga, ayer se quitaron las banderas rojinegras, candados y pegotes colocados en las 19 oficinas del Instituto de Vivienda (Invi), tras de comprometerse las autoridades a respetar la jornada laboral de ocho horas corridas, de las 9 a las 17, con tolerancia de 15 minutos en la entrada, y premio de puntualidad para quienes asistan a tiempo durante tres meses de manera ininterrumpida.
La secretaria general de la Asociación Sindical de Trabajadores del Instituto de Vivienda (Astinvi), María de la Asunción Camacho, explicó que además se logró el pago de 50 por ciento de los salarios caídos por los días que permanecieron en paro y el otorgamiento de licencias sin goce de sueldo hasta por tres meses, cuando la solicitud esté debidamente justificada y el área de trabajo lo permita. A diferencia de la propuesta original de las autoridades, por medio de Adalberto Hernández, apoderado legal del Invi, cuando el trabajador decida incorporarse antes de la fecha especificada en la licencia, podrá hacerlo y disfrutar de sus vacaciones y prestaciones respecto de su antigüedad, explicó.
Las fechas de revisión contractual y salarial se mantienen inalterables -el 15 de febrero y 21 de agosto de cada año, respectivamente-, luego de que la Junta Local de Conciliación y Arbitraje señaló algunos inconvenientes jurídicos, en caso de unir ambos procesos. Asimismo, se logró el compromiso verbal "de que se analizarán nuestras demandas de vivienda y préstamos a corto y mediano plazos".
La propuesta fue instalar mesas de trabajo para establecer los mecanismos para obtener permisos y el presupuesto necesario para la dotación de viviendas, "como cualquier ciudadano, sin ningún beneficio como trabajadores del Invi", y la entrega de préstamos, con cargo al fondo de ahorro.
"Lo importante era tener un antecedente, formalizar las mesas de trabajo e ir poco a poco en la solución de este asunto, ante la presión ejercida por las autoridades capitalinas, que pagaron a gente ajena para abrir módulos de atención, paralelos a los existentes, y exponer a los compañeros en paro en los centros delegacionales, al retirar la vigilancia de esos lugares", comentó.
Precisó que después de una asamblea, realizada frente al edificio de Morelos 98, se decidió entregar, a las 18 horas, las instalaciones a funcionarios del instituto, bajo la advertencia de que "no vamos a ceder en nuestra lucha por mejores condiciones de trabajo".
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