México D.F. Sábado 30 de agosto de 2003
Sin utilidades en el segundo trimestre, 35%
de corporativos en la BMV: Bancomer
Las grandes empresas venden activos para mantenerse
a flote
Ante la ausencia de políticas públicas
que reanimen la actividad económica, cinco de los principales consorcios
cayeron en suspensión de pagos En el año han cancelado
40 mil plazas laborales
VICTOR CARDOSO Y JUAN A. ZUÑIGA
En ausencia de políticas públicas que reanimen
la actividad económica nacional, las grandes empresas del país
llegaron al límite. Ante la pérdida de ganancias han recurrido
al recorte de personal y a tirar el lastre -venta de activos- para mantenerse
a flote.
A principios de año se presentaron las primeras
señales de que la crisis se había agravado. Cinco de las
empresas más importantes cayeron en suspensión de pagos.
Y apenas el pasado miércoles, ante el desplome de 59 por ciento
en las ventas, Singer Mexicana anunció su intención de solicitar
en el tercer trimestre un juicio de concurso mercantil (quiebra) bajo las
leyes mexicanas de bancarrota.
Luego se presentó el fenómeno de repatriación
de capitales. Los corporativos regresaron al país casi 4 mil millones
de dólares en el primer semestre para fortalecer sus finanzas, y
finalmente tuvieron que recurrir a la venta de activos para atender el
pago de vencimientos de deuda.
De manera paralela, las acciones de sobrevivencia en las
grandes empresas se tradujeron en el despido de unas 40 mil personas, sólo
durante este año.
Corporativos como Bimbo, Industrias Peñoles (minería),
Vector Casa de Bolsa (fondos de inversión), Seminis (producción
de semillas mejoradas) y hasta el poderoso Grupo Carso (industrial, comercial
y de servicios), han vendido activos o reducido actividades para concentrarse
en áreas fundamentales de sus negocios.
Insolvencia financiera
Por
el lado de los incumplimientos de deuda figuran compañías
como Iusacell (telefonía), TMM (transporte multimodal), Alestra
(telefonía), Corporación Durango (papelera) y Desc (controladora
de diversas ramas industriales).
Algunas más, como Cydsa (celulosa y petroquímica),
Hylsa (siderúrgica), Ahmsa (siderúrgica), Grupo Parras (producción
de textiles), Cintra (aviación), ICA (construcción), Grupo
México (minería), entre otras, se adelantaron a los problemas
e iniciaron negociaciones con sus respectivos acreedores en busca de mayor
plazo para el pago de sus deudas.
La difícil situación por la que atraviesan
los corporativos del país se refleja en un análisis del Grupo
Financiero BBVA Bancomer que sintetiza el desempeño de las empresas
que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV): "Resultados poco alentadores
al segundo trimestre" en el año.
En una muestra realizada por esa institución financiera,
entre 23 emisoras registradas en el mercado de valores, se percibe que
35 por ciento de ellas presentó resultados negativos en sus utilidades
netas entre mayo y junio.
La caída más pronunciada en el renglón
de utilidades la registró Desc, empresa que está prácticamente
al borde de la quiebra. Le siguieron, en orden de importancia: Grupo Gigante
(tiendas de autoservicio), con 59.9; KOF Femsa (productora de refrescos,
cerveza y tiendas Oxxo), 57.5; Grupo Financiero Banorte, con 38 por ciento;
Contal (embotelladora de refrescos), 33.9; Soriana (tiendas de autoservicio),
16.6, y Walmex (tiendas de autoservicio), 11.7 por ciento.
Desde el punto de vista de los autores del análisis,
las empresas que obtuvieron buenos resultados no están excluidas
de verse "fuertemente afectadas si no se presenta la tan esperada recuperación
económica".
Agua en los aparejos
La capacidad de resistencia de las empresas llega ya a
un nivel en el que la caída de utilidades empieza a poner en riesgo
su viabilidad como negocios en marcha.
Fuera de algunos corporativos que se ven ya como la excepción,
los ingresos de las grandes empresas registradas en bolsa tuvieron un crecimiento
inferior a 3 por ciento en el segundo trimestre del año y la utilidad
operativa sólo pudo expandirse 4.4 por ciento. La rentabilidad obtenida
se debió básicamente al restablecimiento de la estabilidad
cambiaria, "que fue lo que más impulsó el ingreso neto, particularmente
entre las empresas más grandes". Sin embargo, el peso de sus estructuras
tuvo que ser aligerado para mantenerse a flote.
Como parte de su estrategia de concentración en
sus negocios básicos, por ejemplo, Grupo Bimbo vendió su
participación de 41.8 por ciento en la empresa Novacel, por un monto
de 90 millones de dólares, en la que participaba asociada al grupo
Arteva. Esta última, dedicada a la fabricación de empaques
flexibles, fue adquirida por Pechiney Plastic Packaging, una subsidiaria
de la francesa Pechiney.
Grupo Industrial Saltillo informó que su subsidiaria
Fluida concretó un acuerdo para vender la totalidad de los activos
en el negocio de aplicaciones para pintura (brochas, cepillos y rodillos)
a la empresa Hardware Enterprises, sin que se revelara el monto de la operación.
Pero según el corporativo, los recursos obtenidos le permitirían
"un mejor enfoque en los negocios núcleo".
Además, el Grupo Seminis, del regiomontano Alfonso
Romo Garza, especializado en el mercado de producción de semillas
mejoradas, espera que antes de concluir este verano pueda concretar una
restructuración de fusión y transferencia accionaria con
la estadunidense Fox Paine, de la que espera obtener 650 millones de dólares,
los cuales utilizará para liquidar un crédito sindicado que
se encuentra vigente.
En el terreno bursátil, Vector Casa de Bolsa anunció
en mayo que llegó a un acuerdo para vender 100 por ciento de su
subsidiaria Operadora S.I. Genera, a la estadunidense Principal Financial
Group. Esta operación fue definida como una alianza estratégica
que permitirá a Vector fortalecer la promoción de operaciones
de fondos de inversión bajo su administración.
También el poderoso Grupo Carso, fundado por el
empresario Carlos Slim Helú y que actualmente encabeza su hijo Carlos
Slim Domit, adoptó medidas similares para prevenir el impacto del
letargo económico. Por 50 millones de dólares, que utilizaría
principalmente en pagar pasivos "con costo", vendió tres hoteles
de su subsidiaria cadena Calinda al Grupo Oasis.
Pero no sólo eso. Grupo Carso también decidió
suspender sus operaciones de producción de aluminio primario en
la planta Aluder, de Almexa Aluminio, subsidiaria del corporativo, "debido
al elevado costo de electricidad". Con esa decisión estima hacer
economías de 420 millones de pesos.
Otro caso similar es el de Industrias Peñoles.
Este corporativo anunció la suspensión de operaciones de
su Unidad Minera Las Torres, localizada en Guanajuato, a partir del próximo
15 de septiembre. Esto debido "al agotamiento de sus reservas (de oro y
plata) económicamente explotables", es decir, con un costo de producción
poco rentable para el corporativo.
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