México D.F. Sábado 30 de agosto de 2003
Gustavo Leal F.*
ƑLo que se soslaya, estalla?
En el contexto de otra campaña mediática que se inició días antes de la elección intermedia del 6 de julio, Santiago Levy, director "financiero" del IMSS, intentó seguir propalando su apocalíptico mensaje: el instituto está frágil, pesa el "fuerte pasivo laboral" y "su problemática es ya insostenible". Pero después de 33 meses de cobrar 213 mil pesos, sin ocuparse mayormente de los servicios médicos que dan sentido a la institución, el otrora presidente de la Comisión Gasto-Financiamiento de Zedillo se topó con el hartazgo de casi todos: legisladores, autoridades hacendarias, empresarios, sindicalistas, derechohabientes y partidos políticos.
Soluciones y "proyectos concretos", le exigieron los senadores en su fatídica comparecencia del 5 de agosto: "ya hace un año dijo lo mismo", no hay "que darle la vuelta al problema", nosotros "no somos expertos", agregaron, mientras un nervioso Levy apenas atinaba a implorarles formar grupos de trabajo para "evaluar los cambios legales".
Pero frente al apocalíptico cuadro que traza el segundo Informe sobre la situación financiera del IMSS del gobierno del "cambio", la propia Secretaría de Hacienda descartó presiones "en el corto plazo" para las finanzas públicas a consecuencia de los pasivos laborales, porque "año con año hemos venido fondeando una parte muy importante".
Simultáneamente, los empresarios reclaman "medidas inmediatas pero muy concretas para salvar al IMSS" y comunican no estar dispuestos a "pagar más por los errores que se han cometido". Por su parte, el sindicalista Héctor Ulises García tilda de "tramposa" y "simplista" la visión catastrófica del Informe de Levy. Y aunque el IMSS destina formidables recursos para la compra de bienes informáticos -78 millones de dólares, sólo en 2003-, los derechohabientes siguen denunciando deficiencias en el servicio, a pesar de la esforzada labor de médicos, enfermeras y personas de profesiones afines, que hacen lo que pueden.
Por si no fuera suficiente, Manuel Espino, secretario general del PAN, estima que "dadas las circunstancias, se esperaría del director del instituto el remedio y el trapito". Además de que, cumplidas las elecciones de 2003, la directiva del PAN había denunciado que "funcionarios federales intervinieron para favorecer al PRI". Los señalamientos apuntaron hacia el IMSS de Levy.
Después de 33 largos meses en el cargo, los "cambios" que insinuó Levy en el Senado podrían "modificar la edad de retiro y la estructura de contribuciones". Pero, Ƒacaso ello mejorará los servicios médicos institucionales? La evidencia sobre las "políticas" de Levy muestra lo contrario.
A pesar de que el IMSS está diseñado para atender daños médicos (Luis Mario Villafaña, La modernización de la medicina en la seguridad social), emulando el tiempo en que diseñó Progresa, Levy impuso que 275 mil familias recibieran la atención del componente de salud de Oportunidades (paquete básico) en el régimen ordinario šComo si médicos y enfermeras no tuvieran suficientes enfermos que atender!
Y no fue todo. Con Onofre Muñoz y Gonzalo Gutiérrez Trujillo, de la Dirección de Prestaciones Médicas, Levy incorporó, también, la cultura del "autocuidado" por medio de Prevenimss. Para ello se distribuyeron más de 5 millones de Cartillas de Salud. šComo si el proceso de mejora de la medicina familiar no tuviera suficiente con los seis principales motivos de consulta!
No resulta casual que, contradiciendo las "políticas" de Levy, la Coparmex sugiera que, para solucionar la saturación de los servicios "se separe la atención preventiva de la curativa", y que la primera se realice fuera del IMSS, vía redes médicas aprobadas por el instituto y la Secretaría de Salud.
Los rumores sobre la destitución de un director "financiero" como Levy no han caído, pues, en el vacío. Es claro que la "política" catastrofista que le endosa a Fox no sólo no porta un gramo de "cambio", ni beneficia a nadie, y es, además, prácticamente inviable. Sus apocalípticos "diagnósticos" y "estrategias" podrían derivar, además, en un enfrentamiento sin precedente con el sindicato y con los derechohabientes.
Fugándose hacia el futuro y mirándose complacido en el Fobaproa-Ortiz, el senador priísta y ex director del IMSS Genaro Borrego ha aludido a la "necesidad" de un Fobaproa de la seguridad social. ƑY cuál es su sólido "argumento"? Elemental: lo que se "soslaya, estalla". No hay duda: como el primero, ese neofobaproa cubriría a todos los responsables de la situación del IMSS, entre ellos, señaladamente, al propio Genaro Borrego.
Después de 33 meses en la responsabilidad y de una severa penalización electoral a cuestas, Ƒhabrá todavía una política de seguridad social de Vicente Fox? ƑO, acaso, sólo debemos aguardar otro extraordinario reportaje de Jaime Avilés en La Jornada para que en Los Pinos se decidan a decidir? * Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco
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