México D.F. Sábado 30 de agosto de 2003
Las versiones oficiales e impuestas terminaron,
afirma
Cuidemos que no haya más historias sucias: Creel
50 aniversario del instituto de estudios sobre la Revolución
JOSE GALAN
En
un país democrático nadie es dueño de la historia,
y el proceso histórico no está personificado entre santos
y demonios, o en héroes y traidores, sostuvo el secretario de Gobernación,
Santiago Creel Miranda, quien subrayó que la legitimación
democrática la dan los electores de carne y hueso, "y nunca las
estatuas de bronce, que deben descansar ya en el museo de la historia oficial".
Al encabezar la conmemoración del 50 aniversario
del Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución
Mexicana, afirmó que la historia no puede entenderse como un proceso
hecho sólo por militares y políticos místicos, aislados
de los ciudadanos. "Debemos cuidar que nuestro presente no sea en el futuro
otra historia sucia; nunca más presentes indebidos o vergonzantes
para que no haya historias amnésicas u ocultas; nunca más
historias sucias; nunca más pasados que limpiar", dijo.
Más adelante, insistió en que la historia
oficial "ha terminado", como también "la época de los personajes
de bronce, cuando la historia era impuesta". Ha terminado, agregó,
la época en la que el debate por la historia lo hacían los
políticos para legitimarse, porque no encontraban esa legitimación
en las urnas. "Por los innumerables fraudes electorales intentaban apropiarse
de nuestra historia, de nuestros personajes, del Padre de la Patria, de
Benito Juárez, de todos los personajes claves de nuestro proceso
revolucionario".
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