TERCER INFORME DE GOBIERNO

Apremian a buscar "caminos alternativos" para reactivar la economía de los pobres

Obispos piden a Vicente Fox hablar con verdad en su mensaje a la nación

Critican las "discriminatorias y xenofóbicas" políticas migratorias de Estados Unidos

JOSE ANTONIO ROMAN Y ANDRES MORALES ENVIADO Y CORRESPONSAL

Veracruz, Ver., 29 de agosto. Ante la grave situación que vive el país es urgente buscar "caminos alternativos" para reactivar la economía entre los más pobres, señaló la Comisión de Pastoral Social del Episcopado, que pidió al presidente Vicente Fox hablar con la "verdad" en su tercer Informe de gobierno, aceptando que todavía hay áreas en las que "no hemos avanzado" en sus tres años de gestión.

En el documento final de la séptima Semana Nacional de Pastoral Social se señala que la Iglesia católica buscará "incidir en las políticas públicas" mediante el acercamiento y el diálogo con diferentes actores sociales. Inclusive, se comprometió a fomentar la participación de los laicos, acompañados siempre por los obispos, en orden a "rehabilitar" la política, que se ha visto notoriamente deteriorada en el país.

Durante los cinco días que duró la asamblea de Pastoral Social, organizada por el Episcopado Mexicano, la migración, la problemática indígena, del campo, la situación laboral y la creciente pobreza, así como los derechos humanos, fueron los temas principales que debatieron los obispos, sacerdotes, religiosos y laicos, provenientes de 63 de las 85 diócesis que hay en el país.

De manera especial, la asamblea criticó las políticas migratorias de Estados Unidos, a las que calificó de "discriminatorias y xenofóbicas" contra los migrantes, pero también pidieron a las autoridades migratorias de México actuar en congruencia con lo que se exige al país del norte y respetar los derechos humanos de los migrantes centroamericanos que transitan por territorio nacional en busca de su destino en la frontera norte.

Se señaló que debido al creciente empobrecimiento y desempleo muchos hombres y mujeres intentan cruzar la frontera de Estados Unidos y México para buscar oportunidades de superación y bienestar social, las cuales les fueron negadas en sus países de origen.

El documento episcopal pidió un alto a la criminalización y el acoso general contra los migrantes en las fronteras norte y sur. "Denunciamos estos hechos discriminatorios y xenofóbicos como atentado a la dignidad de nuestros hermanos migrantes, hombres y mujeres, ya que esta abierta campaña los degrada socialmente, presentándolos como amenaza a la estabilidad social, laboral y económica que, a pesar de sus condiciones de pobreza, son portadores de capacidades laborales, de valores culturales y religiosos, un auténtico aporte al desarrollo global del país receptor."

La Iglesia católica señaló la necesidad de que los gobiernos de México y Estados Unidos reconozcan formalmente su realidad, donde viven una interacción económica, social y cultural sin precedente, por lo que lo más recomendable es el establecimiento de acuerdos migratorios.

En el ámbito eclesial, enfatizó que los trabajos que enfrentan las realidades sociales de cada comunidad pueden articularse con otras iniciativas y fomentar la comunión. Para ello, dice el documento final de la asamblea, es necesario que vayan más allá de soluciones inmediatas, las cuales fomentan, en muchas ocasiones, el asistencialismo y no van a las raíces de los problemas.

En específico se subraya que se deben buscar formas distintas al asistencialismo, pensando que es esencial en los conceptos de nuevo desarrollo, que los empobrecidos sean gestores del progreso propio, generando formas de gestión social que les permita superar su exclusión e incorporarse adecuadamente en la producción de riqueza y de beneficios para el bien común.

"Cualquier intervención debe pretender dinamizar a las comunidades en las formas de participación y consolidación de organizaciones estables, la generación y mejoramiento del empleo dignamente remunerado, el influjo para lograr mejores relaciones de convivencia que permitan la construcción de la democracia y la paz."

En la presentación de las conclusiones de la asamblea, el secretario de la Comisión Episcopal de Pastoral Social (CEPS), Antonio Sandoval, luego de leerlas, destacó el trabajo conjunto que han desarrollado desde hace varios años las conferencias episcopales de México y Estados Unidos en materia migratoria, en el que tienen varios programas de atención y ayuda a migrantes.

Interrogado sobre el próximo Informe de gobierno del presidente Fox, el presbítero Sandoval señaló que los mexicanos esperan que les hable con la verdad. En este sentido, dijo, éste tiene que ser un "acto de valentía", donde el titular del Ejecutivo informe objetivamente que hay áreas en las que no se ha avanzado, y que, seguramente, habrá otras en las que sí hay logros.

"Pero sobre todo -agregó- esperamos que el Presidente nos convoque a renovar esfuerzos en beneficio del país, porque la responsabilidad no es sólo del gobierno, sino de los sectores sociales, pues todos tienen una tarea que hacer. La Iglesia tiene que asumir, desde el particular campo que le toca, su responsabilidad con el país y con el pueblo de México. Esperamos esa convocatoria a trabajar y proponer soluciones a los grandes problemas de México", dijo.

Acompañado por Trinidad González, obispo auxiliar de Guadalajara y vocal de la comisión, y de Pedro Pantoja, sacerdote responsable de la pastoral social en la región noroeste, Antonio Sandoval señaló que es necesario seguir presionando para que Estados Unidos termine aceptando un acuerdo migratorio con México.

Por su parte, el obispo González anunció que la arquidiócesis de Monterrey será la anfitriona para la próxima asamblea nacional de pastoral social, a celebrarse el próximo año en aquella ciudad. La séptima asamblea concluyó este mediodía con una celebración religiosa en el salón del hotel que sirvió como sede, en el que el templete y la mesa de trabajos se habilitaron como improvisado altar, desde donde cinco prelados, encabezados por Sergio Obeso, arzobispo de Xalapa y presidente de la CEPS, concelebraron la última misa del acto.