México D.F. Sábado 30 de agosto de 2003
TERCER INFORMA DE GOBIERNO
En la Cámara, diputados se disputan posiciones
Turbulencia política bloquea cabildeo de consejeros del IFE que buscan relegirse
MIREYA CUELLAR
La turbulencia política que se vive en la Cámara de Diputados ha obstaculizado las tareas de cabildeo que realizan diversos consejeros del Instituto Federal Electoral (IFE) en busca de la relección.
En el caso del Partido Revolucionario Institucional (PRI), los aspirantes a relegirse en el Consejo General no tienen claro si será Elba Esther Gordillo, como coordinadora de la bancada priísta, o Roberto Madrazo, en su calidad de presidente, quien definirá los apoyos.
Mientras tanto, el cambio de dirigencia en el Partido de la Revolución Democrática (PRD) alteró los amarres que algunos habían realizado con Rosario Robles Berlanga y su grupo. Pablo Gómez, coordinador de la fracción perredista que está llegando a San Lázaro y antes representante del partido ante el IFE, evitó hacer compromisos con los actuales consejeros, a quienes en todo momento dijo que su postura era que todo el Consejo General se renovara.
El Partido Acción Nacional (PAN) es el único instituto que aparentemente ha puesto sus cartas sobre la mesa. Rogelio Carvajal ha dicho que su partido apoyará a Jesús Cantú y Alonso Lujambio para que se relijan, y al actual director de Prerrogativas y Partidos Políticos del IFE, Arturo Sánchez, para que ascienda a consejero. De ellos, Lujambio, quien en el pasado parecía ser el candidato más fuerte para sustituir a Woldenberg, aparece actualmente como el más golpeado, porque le tocó campear con las crisis del Pemexgate y Amigos de Fox en su calidad de presidente de la Comisión de Fiscalización del organismo.
El que parece tener menos problemas es Jesús Cantú, quien hace mancuerna con Arturo Sánchez y dado que el PAN les ha brindado su apoyo, ahora sólo trabajan para que ninguno de los otros partidos los vaya a vetar. El periodista regiomontano llegó al IFE en 1996 gracias al Partido del Trabajo (PT), el cual lo propuso. Sánchez fue en el IFE la sombra de Juan Molinar, ahora diputado panista, y desde que éste abandonó la militancia ciudadana para pintarse de azul empezó a buscar el apoyo del PAN para tener un asiento en el consejo. Los priístas no lo quieren porque lo responsabilizan de la millonaria multa que les impuso el IFE por el Pemexgate, y es que Sánchez es también el secretario técnico de la Comisión de Fiscalización.
En privado, el PT, que no es seguro que pueda realizar propuestas -por su pequeño número de diputados en el Congreso-, alienta a Jaime Cárdenas para que busque quedarse en el IFE. De los llamados partidos pequeños, el único que parece tener posibilidades de incidir en la negociación para la próxima composición del consejo es el Verde Ecologista, no sólo por su alianza con el Revolucionario Institucional, sino porque cuenta con 17 votos en la Cámara de Diputados.
Las expectativas en el nuevo consejo del IFE
El nuevo consejo deberá entrar en funciones en noviembre. El periodo de siete años para el que fueron electos los consejeros vence el último día de octubre, y la expectativa es que la presidencia recaiga en alguno de los consejeros en activo y que otros tantos permanezcan, con el propósito de que su experiencia pueda servir al grupo de "nuevos" y el próximo consejo no tenga que empezar de cero.
Por lo pronto en el IFE, concluida la actividad electoral, el trabajo de los consejeros que pretenden quedarse (gracias a la relección) está enfocado al cabildeo. Mauricio Merino y Jesús Cantú tienen todas las baterías puestas en suceder a José Woldenberg en la presidencia, mientras que Gastón Luken, Jaime Cárdenas y Jacqueline Peschard no hacen olas. Es sabido que no están trabajando a los partidos en busca de quedarse, pero que si alguno de ellos les pide permanecer lo harían, aunque no los siguientes siete años, porque los tres piensan que 14 años en el IFE serían muchos. Peschard, de hecho, ha dicho que desea retomar su vida académica.
Del grupo, Gastón Luken es el único que no ha pasado por la academia. Su carrera se inició hace 10 años en Baja California, donde fue consejero distrital y presidente del órgano electoral de aquella entidad en tiempos panistas. Sin embargo, también fue tesorero con Cuauhtémoc Cárdenas en el Gobierno del Distrito Federal. Es abogado pero antes de incursionar en la política era un conocido empresario en Baja California. Parece tener buenas relaciones con todos los partidos políticos.
Mauricio Merino, con una larga carrera académica, llegó al IFE a propuesta del Partido Revolucionario Institutcional en 1996, pero sus posturas moderadas le han ganado tener actualmente una buena relación con todos los partidos. Los que con toda seguridad parece que se irán son José Barragán, Virgilio Rivera, José Woldenberg y Alonso Lujambio.
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