México D.F. Sábado 30 de agosto de 2003
TERCER INFORME DE GOBIERNO
Tras duras negociaciones, los legisladores acuerdan
que Juan de Dios Castro responda a Fox
Presidirá el PAN la Cámara; falla intento
de imposición de Gordillo
Molesta a la coordinadora priísta que el PRD
buscara dirigir los trabajos parlamentarios
ROBERTO GARDUÑO
El intento de Elba Esther Gordillo de imponer al priísta
Enrique Burgos como presidente de la mesa directiva de la Cámara
de Diputados fracasó, porque tras una larga y ríspida negociación
entre los coordinadores parlamentarios representados en San Lázaro,
éstos resolvieron entregar al PAN la conducción de los trabajos
en el primer año de la 59 Legislatura. Por tanto, Juan de Dios Castro
Lozano, quien obtuvo 436 votos a favor, 30 abstenciones y dos en contra,
será quien responda al tercer Informe de gobierno de Vicente Fox
Quesada.
La negociación por la presidencia de la Cámara
siguió luego que la mesa de decanos instaló la 59 Legislatura.
Una vez que los 494 diputados presentes tomaron posesión, se decretó
un receso y los coordinadores de las bancadas de PRI, PAN, PRD, PVEM, PT
y Convergencia se reunieron, mientras se daba a conocer que Enrique Jackson
había sido electo como presidente del Senado de la República.
Sin derecho, el PRD
El receso se prolongó más de cuatro horas
porque el PRD rechazó que priístas y panistas intentaran
apoderarse de la mesa directiva los próximos tres años, y
los amenazó con presentar ante el pleno una propuesta alterna de
planilla, encabezada por Amalia García. Gordillo, quien mantuvo
contacto telefónico con senadores de su partido y del PAN, se enfrentó
a Pablo Gómez, a quien repetía, una y otra vez, que los perredistas
no tenían derecho a conducir los trabajos parlamentarios porque
sólo tienen 95 integrantes.
Al
menosprecio priísta se sumó el líder de los diputados
panistas, Francisco Barrio, quien no cedía a la demanda de Pablo
Gómez. Y es que el PRI y el PAN ya tenían en Juan de Dios
Castro a su candidato a la presidencia de la Cámara de Diputados.
Entonces lo que atoraba la negociación era la propuesta del PRD,
partido que buscaba asegurarse esa posición durante uno de los tres
años de la nueva legislatura.
Ante la cerrazón del PRI y del PAN, Pablo Gómez
sacó un paquete con cien sobres que contenían papelitos impresos
con la planilla del PRD en caso de no llegar a un arreglo, y donde figuraba
Amalia García como presidenta de la mesa y los vicepresidentes serían
Juan de Dios Castro, Francisco Arroyo y Antonio Morales. "Ordené
la impresión de estas boletas, y si ustedes no ceden, entonces nosotros
registraremos la nuestra y que la sociedad se entere de esta inequidad
y del bipartidismo que estamos presenciando", les advirtió.
Esto provocó el enojo de Elba Esther Gordillo,
pero al final, resignada, su decisión y la línea al
panista Barrio destrabaron la negociación y aceptó la "alternancia
plural" en la mesa directiva. Francisco Barrio dio el visto bueno a regañadientes.
Posteriormente se dio a conocer un documento en el que se comprometieron
a respetar ese compromiso.
"Las distintas fuerzas políticas presentes en la
Cámara de Diputados, con ánimo de pluralidad democrática,
han coincidido en una propuesta común de integración de la
mesa directiva de la misma, y con el propósito de crear un clima
constructivo para la formación de acuerdos que beneficien a la sociedad,
coinciden en mantener esa misma voluntad política en los siguientes
años de ejercicio de esta legislatura, privilegiando y garantizando
el consenso para la alternancia plural de la presidencia de la Cámara",
dice el documento.
Los coordinadores informaron a sus bancadas que la mesa
directiva quedaba integrada de la siguiente manera: Juan de Dios Castro
Lozano (PAN), presidente; Antonio Morales de la Peña (PAN), Francisco
Agustín Arroyo (PRI) y Amalia García (PRD), vicepresidentes.
Pablo Gómez, sonriendo, les dijo a sus compañeros
"está firmado. Yo le mostré a la señora (Elba Esther
Gordillo) las 100 boletas que mandé imprimir y les dije que si no
aceptaban rotar la mesa directiva, nosotros daríamos cuenta de nuestra
planilla. Y lo asumieron a pesar de que Barrio no aceptaba porque ya tenía
un acuerdo con el PRI para no aceptar. Lo más deplorable es la actitud
de los panistas."
De esa forma, se dijo a este diario que el PRD había
aceptado suscribir el acuerdo porque Elba Esther Gordillo y Francisco Barrio
se comprometieron a apoyar que el segundo año de la 59 Legislatura
el PRD asuma la presidencia de la mesa directiva.
En medio de la sesión, el senador Carlos Medina
Plascencia, al que algunos saludaban como el verdugo de su compañero
de bancada, Diego Fernández de Cevallos, se presentó en el
salón de sesiones y al preguntarle sobre el retraso del procedimiento
de aprobación de la mesa directiva respondió con sorna: "pregúntenle
a Diego..."
Entonces la mesa de decanos ordenó el inicio de
la votación. Se emitieron 471 cédulas, de ellas 436 a favor
de la planilla de Juan de Dios Castro, Antonio Morales, Francisco Arroyo
y Amalia García, y 30 más se declararon como abstenciones,
además de dos en contra.
Todos los diputados que decidieron abstenerse eran priístas,
y forman parte de los sectores popular y campesino. Esta decisión
se derivó del enojo que ha generado Gordillo entre un sector de
legisladores del Revolucionario Institucional porque, se dijo a este diario,
"actúa como en un sindicato y no se toma la molestia de informarnos.
Todos aquí somos pares".
Por esto, mientras la nueva mesa directiva tomaba posesión,
entre las curules de los diputados del sector popular del PRI circuló
una convocatoria firmada por Manlio Fabio Beltrones para reunirse al mediodía
del primero de septiembre, en el restaurante Los Cristales de San Lázaro,
con el objeto de establecer una "estrategia de defensa de los derechos
de los legisladores priístas frente a las decisiones unipersonales"
que ha tomado Elba Esther Gordillo, y anunciar la promoción del
Manual de Organización de la bancada del tricolor.
Mientras se desarrollaba la ceremonia de toma de protesta
de la presidencia de la Cámara, Juan de Dios Castro dio a conocer
un comunicado firmado por los coordinadores de PAN, PRD, PVEM, PT y Convergencia
donde solicitan a las autoridades federales "investigar y sancionar el
espionaje telefónico de que fue víctima" Elba Esther Gordillo.
Por otra parte, según la Presidencia de la República,
al encuentro nocturno entre Vicente Fox, Roberto Madrazo y Leonardo Rodríguez
Alcaine, donde los priístas entregaron el documento Alternativa
económica: empleo 2003-2004 al mandatario, no se presentaron
Enrique Jackson, Elba Esther Gordillo, Luis Felipe Bravo Mena, Diego Fernández
de Cevallos y Francisco Barrio. No obstante, en el PAN se dijo lo contrario
y se dieron a este diario los nombres de los asistentes.
TERCER INFORME DE GOBIERNO
El panista culpa a Jesús Ortega; al lanzar
su candidatura dio el paso al priísta, dice
Jackson, relecto en el Senado; el apoyo de Gordillo
a Diego Fernández, inútil
Las negociaciones cupulares irritan a legisladores;
rebeliones en blanquiazul y tricolor
ANDREA BECERRIL
Contra la línea que se pretendía
imponer desde San Lázaro, en Xicoténcatl los legisladores
priístas se mantuvieron firmes y su coordinador, Enrique Jackson
Ramírez, rindió ayer protesta como presidente de la mesa
directiva del Senado para el primer año de ejercicio de la 59 Legislatura,
que inicia labores este primero de septiembre.
Aunque a última hora se le complicaron las posibilidades
a Jackson, por la negociación cupular que pretendía Elba
Esther Gordillo -para dejar la presidencia del Senado al Partido Acción
Nacional (PAN)-, los priístas se rebelaron y, con el apoyo de los
verdes y de la mayor parte de los blanquiazules, consiguieron
quedarse por segundo año consecutivo con la conducción de
ese órgano del Congreso.
Por ello, desde la parte trasera del recinto, en la penúltima
fila de escaños, donde fue a sentarse, Diego Fernández de
Cevallos, con gesto adusto, presenció la votación dividida
con la que se eligió a Jackson, 90 contra 20, toda vez que algunos
integrantes de su bancada, entre ellos Javier Corral Jurado, decidieron
votar libremente y lo hicieron en favor del perredista Jesús Ortega.
Aunque trataba de mostrarse sereno, Fernández de
Cevallos poco podía ocultar el enojo, después de que fallaron
los intentos de Gordillo desde San Lázaro para que él no
perdiera la mesa directiva del Senado, la cual le correspondía,
de acuerdo con la rotación concertada con el Partido Revolucionario
Institucional (PRI) al inicio de la 58 Legislatura. Tuvo que conformarse
con la dirección de la Junta de Coordinación Política.
Pero ni el presidente nacional del PAN, Luis Felipe Bravo
Mena, ni la negociación que intentó Gordillo, lo salvaron
de ser exhibido y relegado.
Por
la mañana, los senadores panistas, impulsados por el grupo de inconformes,
habían aceptado la posibilidad de que Fernández de Cevallos
presidiera el Senado, pero que a cambio dejara la coordinación de
la bancada blanquiazul en Xicoténcatl, opción que
se barajó el jueves por la noche, durante la reunión con
el dirigente panista.
Los senadores del PAN habían decidido ya que el
nuevo coordinador fuera Jorge Zermeño, y el propio Fernández
de Cevallos "en un giro de 180 grados", como lo definió uno de los
legisladores panistas, se comprometió a cambiar de actitud, a tener
un mejor trato con sus compañeros, a delegar responsabilidades y
hasta a tener un trato amable.
Sin embargo, después de mediodía todo cambió.
En Xicoténcatl se enteraron de que el arreglo final a que habían
llegado las cúpulas del PRI y el PAN era dejar la presidencia de
la Cámara de Diputados al blanquiazul y la del Senado al
tricolor.
La mayoría del grupo de inconformes, 23 por lo
menos, decidieron que no votarían por Jackson; tanto Corral Jurado
como Vicencio Alvarez declararon que impulsarían la candidatura
del perredista Jesús Ortega.
Los priístas tuvieron su propia rebelión,
sólo que no fue contra su coordinador senatorial, sino contra Gordilllo.
Reacios desde un principio a votar en favor de Fernández de Cevallos,
se enfurecieron ayer por la mañana cuando llegaron a Xicoténcatl
y Jackson les notificó que había la intención de dejar
la presidencia al PAN, para que el PRI pudiera presidir en San Lázaro.
Muchas voces se alzaron para rechazar lo que consideraron
una intromisión de Gordillo, y la bancada en pleno respondió
a Jackson que no avalarían que alguien como Fernández de
Cevallos, con todo el desprestigio que arrastra, tuviera en sus manos la
conducción del Senado.
Además, también el perredista Ortega rechazó
sumarse a la candidatura de Fernández de Cevallos, como se lo plantearon
los panistas, con el mismo argumento de que "Diego dejaría la coordinación
de la bancada". Así, sin posibilidades de ganar la votación,
dieron por perdida la presidencia del Senado y se decidió la negociación
en San Lázaro.
Casi a las dos de la tarde se instaló la sesión.
A nombre del PRD, Raymundo Cárdenas reivindicó el derecho
de su grupo a presidir el Senado uno de los seis años de esta legislatura.
"La institución de la presidencia de la Cámara
de Senadores, que por mandato constitucional tiene vocación de imparcialidad,
resultaría dañada, si no pervertida, cuando en ella, en su
propia integración, tuviese lugar la prevalencia de intereses de
grupo e incluso de intereses particulares, y esto ocurriría si fuese
acaparada por dos de las cuatro fuerzas políticas representadas."
Vino luego la votación para la mesa directiva.
La cédula con el nombre de Enrique Jackson estaba ya impresa. Para
votar por Ortega escribieron a mano el nombre en ese mismo documento.
Se esperaban mayores sorpresas, pero sólo cinco
senadores del PAN votaron por el perredista. Corral Jurado declaró
que fue uno de quienes dieron su sufragio a Ortega, y argumentó:
"Creo que el mensaje que se brinda al país con esta relección
de Jackson no es alentador". Otros panistas, como Carlos Medina Plascencia,
Gerardo Buganza y Alberto Rico Samaniego, se abstuvieron, aunque al final
sólo se registró una abstención.
Diego Fernández trató al final de dar la
impresión de que no fue derrotado. La presidencia del Senado "le
correspondía al partido mayoritario", dijo.
Ante la insistencia de los reporteros, acabó por
acusar a Ortega de haberlo bajado de la dirección del Senado, que
unos días antes consideraba segura. "A partir del momento en que
Jesús Ortega lanzó su candidatura, en ese momento aseguró
el paso del senador Jackson".
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