Planteará ISR diferenciado por tamaño de las empresas: Polevnsky

Propondrá Fox que el subsidio tributario a trabajadores sea deducido a las compañías

JUAN MANUEL VENEGAS

El paquete presupuestal que enviará el presidente Vicente Fox al Congreso de la Unión para el ejercicio 2004 propondrá que el subsidio tributario otorgado a los trabajadores con ingresos menores a cuatro salarios mínimos sea deducido de las obligaciones fiscales de las empresas, como ocurría hasta diciembre de 2000, anunció Yeidckol Polevnsky, dirigente de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), después de reunirse ayer con el mandatario.

Además, aseguró, el presidente Fox planteará a la 59 Legislatura la posibilidad de diferenciar las tasas de aplicación del impuesto sobre la renta (ISR) entre las grandes, medianas y pequeñas empresas.

Luego de la reunión con el jefe del Ejecutivo federal, Polevnsky informó que se acordó también un próximo encuentro con los banqueros a fin de desatorar los créditos para las pequeñas y medianas empresas. "Nos fue muy bien", comentó la dirigente de la cámara industrial.

Sobre el primer acuerdo con Fox, cabe recordar que hasta diciembre del año pasado el gobierno subsidiaba el ISR de los trabajadores que ganaban menos de cuatro salarios mínimos, en un esquema en el que la parte patronal inicialmente lo pagaba, pero después la Secretaría de Hacienda se lo devolvía.

En el presupuesto aprobado por la Cámara de Diputados en diciembre de 2002 quedó eliminada esa forma de subsidio y los empresarios absorbieron el pago del ISR de esos trabajadores (conocido como impuesto sustitutivo del crédito al salario), y desde entonces los empresarios empezaron a presionar para regresar al viejo esquema, pues las medidas actuales representan "enormes cargas" para su desarrollo, inversión y competitividad, alegan.

En entrevista al salir de Los Pinos, Polevnsky informó que presentaron al mandatario el más reciente estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), donde queda claro que países como Estados Unidos "rediferenciaron" las tasas impositivas, de tal manera que en el caso de las grandes empresas se ubicó en 35 por ciento, mientras que para las pequeñas y las medianas se redujo hasta 15 por ciento.