México D.F. Jueves 10 de julio de 2003
Fallas estructurales en el caso Digna Ochoa, arguye
Bernardo Bátiz
Señora directora: De las diversas notas
y opiniones relacionadas con el caso Digna Ochoa publicadas ayer me ocuparé,
si me lo permite, de un solo asunto.
Se trata del informe de la Comisión Interamericana
de Derechos Humanos, formulado por el doctor Pedro E. Díaz Romero
y que se refiere a la verificación de la prueba técnica en
la investigación.
En él, el doctor Díaz Romero manifestó
expresamente su opinión favorable a la mayoría de las pruebas
y pesquisas que integran la averiguación.
Ciertamente formula algunas críticas, pero reconoce
dos hechos que deben conocer quienes tengan un interés honrado en
saber la verdad.
1. Que con las pruebas desahogadas es posible resolver
el asunto.
2. Que las fallas encontradas son consecuencia de problemas
estructurales y no de la investigación en particular.
Transcribo el párrafo 193 del informe a que me
refiero, en forma textual para su conocimiento y el de los lectores:
"193. Una vez que se disponga la finalización de
esta averiguación, el fiscal encargado de ella tendrá los
elementos para adoptar la decisión que en derecho corresponda, así
alguna parte de la prueba recogida adolezca de las fallas ya señaladas.
Tales fallas son consecuencia de problemas estructurales en el sistema
de administración de justicia y de la investigación penal
en el Distrito Federal y no provienen de una situación coyuntural,
que se pretendió superar en la forma en que está descrito
en el cuerpo de este informe."
Maestro Bernardo Bátiz Vázquez
Aclaraciones de Rodolfo Terrazas a Ciudad Perdida
Señora directora: Me permito distraer su
fina atención para realizar algunas aclaraciones al columnista Miguel
Angel Velázquez, quien en su nota, intitulada "Juego sucio para
buscar transparencia", hace señalamientos que resultan inexactos
y tendenciosos.
En efecto, en la nota de referencia dicho columnista reproduce
la opinión de algunos que denomina "mal pensados" (quiero suponer
que él no está incluido entre ellos), que cuestionan el nombramiento
de la doctora Odette Rivas (quien efectivamente es esposa del suscrito),
como consejera ciudadana en el recientemente creado Consejo de Información
Pública del Distrito Federal, bajo el argumento de que dicho nombramiento
pudo tener como "mérito" el que yo me desempeñe como magistrado
del Tribunal Electoral del Distrito Federal, y el que haya sido yo, según
sus propias palabras, "quien ladeó la balanza para que en el Tribunal,
el PAN saliera impune en el asunto de la venta de candidaturas". Al respecto,
considero pertinente recordarle al citado columnista, que el proyecto de
resolución que propuso revocar la sanción impuesta a dicho
partido, por no haberse acreditado la falta que se le había imputado,
correspondió al C. Hermilo Herrejón Silva (magistrado presidente
del TEDF), y fue respaldado por todos los demás magistrados con
la sola excepción de uno de ellos. Yo agradezco al columnista que
le atribuya tanto peso jurídico a mis posiciones en el Tribunal,
pero lo cierto es que en realidad constituyen un voto más de entre
los cinco que deben emitirse para resolver cada controversia.
Por otra parte, considero muy poco profesional de parte
del columnista, que por el hecho de no estar de acuerdo con la Ley de Transparencia
y Acceso a la Información Pública del DF, cosa que ha puesto
en evidencia en varias notas que han precedido a la que se comenta, trate
ahora de denostar el nombramiento de una de las integrantes del citado
Consejo de Información, basándose tan sólo en el mero
dicho de "algunos universitarios", que ni siquiera identifica y que seguramente
se distinguen por su activismo político, más que por las
cualidades docentes y de investigación que tiene de sobra acreditadas
la candidata que la evidente misoginia del columnista rechaza.
Magistrado Rodolfo Terrazas Salgado
No tengo compromisos con partidos, afirma Odette Rivas
Señora directora: Envío la siguiente
carta dirigida al:
Sr. Miguel Angel Velázquez
Columna Ciudad Perdida
Periódico La Jornada
Presente:
Lamento profundamente las expresiones que en su columna
de ayer ha vertido sobre mi persona, aunque ni siquiera hemos sido presentados,
sin embargo, pareciera que el escudarse en una columna periodística
le permite emitir epítetos y adjetivos sobre individuos que se le
presentan en el camino, por lo que quiero aclararle y hacer de su conocimiento
lo siguiente:
1. Precisamente porque no tengo ninguna relación
o compromiso con partido político alguno, fui la única propuesta
que subsistió de la terna original.
2. Si para usted, los estudios de posgrado, hablar dos
idiomas, además de traducir un tercero, 15 años de desarrollo
profesional en los ámbitos administrativo y constitucional, y 10
en el ámbito académico no avalan una carrera sólida,
francamente me pregunto ¿qué más se necesita hacer?,
pero claro, eso usted no lo sabe porque desconoce mi desempeño profesional
y académico.
3. Es increíble que en pleno 2003, en los inicios
del tercer milenio, siga sobreviviendo la misoginia que tanto daño
hace a este país, toda vez que a cuanta mujer destaque o pretenda
destacar por méritos propios, se le pretenda salir al paso para
denostarla públicamente, invalidando con una nota sin fundamento,
lo que no es más que producto de un esfuerzo personal durante años.
Es una verdadera pena que los periodistas en lugar de
dedicarse a informar sobre asuntos tan preocupantes que existen en el contexto
nacional, y que nos atañen a todos, se dediquen a perder el tiempo,
atendiendo a no sé qué intereses oscuros.
Sin otro particular, en espera de que podamos conocernos
y aclarar todas las dudas que tenga usted sobre el presente asunto.
Odette Rivas Romero, doctora en derecho
N de la R: La respuesta a ambas cartas aparecerá
mañana en la columna Ciudad Perdida
De Rascón Banda sobre "el peso en taquilla"
Señora directora: Con relación a
la información publicada ayer en la página 9a de La Jornada,
me permito hacer las siguientes precisiones:
Generalmente se confunde "el peso en taquilla", que desde
el primero de enero pasado están pagando los espectadores y que
se debe destinar al Imcine para fomentar el cine mexicano (Ley Federal
de Derechos), con el injusto "reparto del peso en taquilla", situación
que no les permite a los productores recuperar su inversión, porque
sólo reciben 15 centavos de cada peso, desde hace varios años.
De la agenda de las mesas para reactivar el cine mexicano
que se llevan a cabo en la Secretaría de Gobernación se retiró
el tema del "reparto del peso en taquilla", por tratarse de una relación
mercantil privada entre productores, exhibidores y distribuidores. A esto
me referí en la entrevista con el reportero Juan José Olivares.
El otro tema, "el del peso en taquilla", que según
la Ley Federal de Derechos reformada en diciembre pasado los espectadores
están obligados a pagar, permanece en la agenda y ha sido motivo
de acaloradas discusiones con el representante de la Secretaría
de Economía, información que ha sido publicada oportunamente
en la sección de Espectáculos de La Jornada. Este
tema no llevaría un siglo resolverlo, sino 15 minutos si hay voluntad
del gobierno federal.
Víctor Hugo Rascón Banda, presidente
de la Sogem
Reclama pago de sueldo
Señora directora: Solicito atentamente la
publicación de la siguiente petición dirigida al secretario
de Educación Pública, Reyes Tamez Guerra.
Señor secretario, soy profesor desde 1993 de la
asignatura de español en servicio activo frente a grupo con 37 horas
a la semana, en las secundarias diurnas 161 y 305, en la delegación
Xochimilco. Pero quedé consternado cuando se pagó, el viernes
pasado a más de 200 mil profesores del DF, tres quincenas correspondientes
al receso escolar y darme cuenta de que, sin motivo alguno, mi nombre fue
omitido de la nómina, por lo que no puedo cobrar mi salario. Acudí
a realizar la reclamación en diversas instancias y en la Dirección
de Pagos (Río Nazas 23) ingresé los documentos necesarios,
pero me indicaron que probablemente el trámite dure dos meses. Situación
que me provoca desesperación y molestia, por lo que solicito su
intervención para se me paguen de inmediato las quincenas 13, 14
y 15 ya que por el bajo salario del magisterio no cuento con ahorro y vivo
al día.
Pido que se enmiende dicho error, ya que no basta un "lo
siento, tendrá que esperar". ¿Y yo qué le digo a mi
familia y a mis acreedores? Este receso nos sirve para preparar el programa
del próximo ciclo escolar, pero con esta anomalía paso mi
tiempo en casas de empeño y pidiendo prestado, además de
la presión sicológica que de ello deriva. Vivo del trabajo
honrado y digno de la educación, no merezco esto.
Julio César Murguía Raya
El Correo Ilustrado
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