México D.F. Viernes 23 de mayo de 2003
Rechazan ser utilizados para la promoción turística y el enriquecimiento de empresas
Sobrevivencia étnica y trascender en la interculturalidad, reclamo de indígenas
Reunión de galardonados, especialistas y jurado previa a la entrega del Andrés Bello
ARTURO JIMENEZ ENVIADO
Santafe de Bogota, 22 de mayo. Los indígenas ya no quieren ser objeto de la promoción turística ni del enriquecimiento de las empresas que los explotan a ellos y sus recursos, ni de los estudios antropológicos, sino formar parte de la sociedad pero sin que su cultura desaparezca.
Habla Tzamrenda Naychapi, uno de los dirigentes de la comunidad shuar Yawints-Arutam Mura, ubicada en la región del Amazonas que corresponde a Ecuador, quien se encuentra en esta ciudad para recibir el premio del Convenio Andrés Bello Somos Patrimonio en la categoría grupos étnicos minoritarios.
Los shuar participaron con un proyecto de rescate y difusión de su música, la cual contiene saberes ancestrales. Otros proyectos suyos tienen que ver con las danzas, las artesanías y asuntos del ''área espiritual", como medicina tradicional, en la que gozan de importante reconocimiento.
La entrega de las siete categorías del premio, que se realizará la noche de este jueves, es enmarcada por una reunión entre miembros del jurado internacional, expertos del Convenio Andrés Bello, instancia promotora del patrimonio cultural que integra a 10 países, y los ganadores. La reunión la encabeza Pedro Querejazu Leyton, coordinador del área de Cultura del CAB.
''Estamos cansados de que nos estudien y nos saquen en las películas -dice Naichapi, heredero de los legendarios guerreros reductores de cabezas-. Más bien lo que deseamos es la sobrevivencia étnica y trascender en la interculturalidad y el intercambio con el resto del mundo."
Los indígenas ''no queremos quedarnos tocando la flauta y los tambores en la selva, sino convivir y sacarle jugo, en provecho de nuestra cultura, a los aportes del mundo occidental".
Por una lucha eterna
Naychapi, quien se refirió al ''arte de sobrevivir en un mundo globalizado", destacó la importancia de la cultura pero más desde la práctica que desde la conceptualización. ''No sólo importan los museos, las piedras ancestrales o los estudios, sino el apoyo que se puede ofrecer a los grupos indígenas que quedan de pie."
Luego de hablar de la necesidad de una educación indígena sólida, de la defensa cultural y ecológica que durante siglos ha realizado y del poder sustentado por la ''cobija de la selva", recordó que en la última cumbre de la nacionalidad shuar se acordó luchar ''a perpetuidad" por la preservación de su cultura.
''Somos optimistas. Tenemos toda la energía para vivir la realidad. No vamos a sufrir ni a llorar. Lucharemos contra las leyes injustas. Nuestra filosofía es la lucha moral, cultural y étnica. Nos interesa la esencia de la vida, ser cada vez más hermanos, humanos."
Este dirigente fue precedido en la palabra por Tzamrenda Wisuma Fidel, jefe shuar de la comunidad Yawints-Arutam Mura y también portador de un tocado de plumas de colores y otros distintivos, además de una lanza de mando. Tras agradecer, como Naichapi, el premio del CAB, Wisuma sólo dijo: ''Mantendremos la cultura shuar hasta el fin. Nunca desampararemos a nuestra cultura".
Reunidos en un pequeño salón de la sede del CAB en Bogotá, jurados, expertos y premiados de versiones anteriores hablan todo el día acerca de sus experiencias, saberes y proyectos, provenientes éstos de diversas regiones de Colombia y de otros países. Todos destacan y serán reseñados.
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