Se afectaría la pesca, dice

Gestiona Coahuila para que se detenga trasvase de presa

ANTONIO PEREZ CARDONA CORRESPONSAL

Saltillo, Coah., 22 de mayo. Agentes de la Policía Preventiva del Estado resguardan desde la noche del martes las instalaciones de la presa Venustiano Carranza, ubicada en el municipio de Juárez, de la cual la Comisión Nacional del Agua (Conagua) trasvasará entre 7 y 15 millones de metros cúbicos de agua hacia el embalse de Anáhuac, Nuevo León.

Enrique Castillo Ibarra, delegado de la Conagua en Nuevo León, informó a su vez que el trasvase se realizará durante los siguientes cinco días hábiles, a fin de garantizar el abasto de líquido a la población de Anáhuac durante la temporada de sequía.

En las instalaciones de la presa, que se halla en los límites entre Coahuila y Nuevo León, permanecen apostados ocho patrullas y 12 policías preventivos estatales, mientras el gobierno estatal hace gestiones para evitar la extracción del líquido.

Por su parte, el alcalde de Juárez, Sergio Novel Romanía, señaló que la Conagua ve las necesidades de Anáhuac, "y no repara en que este municipio y sus comunidades aledañas también padecen la escasez de agua, además de que la presa se encuentra a 3 por ciento de su capacidad".

El edil sostuvo que del agua de la presa Venustiano Carranza dependen decenas de pescadores del poblado Don Martín, la cabecera municipal de Juárez, y al menos cuatro comunidades rurales cercanas.

El director de la Comisión Estatal de Aguas y Saneamiento (CEAS), Salomón Abedrop López, aseguró que al trasladar agua de la presa Venustiano Carranza hacia otros embalses, se llega a perder hasta el 60 por ciento del líquido remitido, debido a la evaporación y a las malas condiciones de los canales usados para el trasvase, además de que durante el trayecto, habitantes de las zonas por donde pasa el agua la sustraen para usarla en labores y consumo personal.

Hace dos años y medio, diversos sectores de la población de Coahuila se opusieron al trasvase de agua hacia Tamaulipas, que finalmente se llevó a cabo por orden de la Conagua. En aquella ocasión, el gobierno de Coahuila se vio obligado a retirar la vigilancia que montó en la presa, como sucedió en el caso del embalse Venustiano Carranza.