Descarta la posibilidad de un proceso deflacionario y prevé una inflación de 4%

Expansión económica en 2003 menor a la meta oficial, pronostica Ortiz

La escasa recaudación impide al sector público invertir lo suficiente en gasto social, dice

JUAN ANTONIO ZUÑIGA

El gobernador del banco central, Guillermo Ortiz Martínez, descartó la posibilidad de que en México se presente un proceso deflacionario similar al que ha comenzado en Estados Unidos y estimó que el aumento de los precios al consumidor al término de este año será inferior a 4 por ciento, pero con una expansión económica menor a la meta oficial de 3 por ciento.

Apoyado en la más reciente encuesta sobre expectativas económicas aplicada mensualmente por el Banco de México entre consultores privados, Ortiz Martínez estimó que el crecimiento económico de este año será de 2.4 por ciento mientras, según proyecciones del banco central, la inflación irá en descenso y disminuirá de manera sensible a partir de mayo.

Las proyecciones de los consultores privados sitúan la inflación en 4.5 por ciento hacia finales de 2003, pero Guillermo Ortiz aseguró que se cumplirá con el objetivo del Banco de México, aun si se enfrentan desviaciones temporales.

El país cuenta con todos los elementos básicos en macroeconomía para ofrecer una plataforma de crecimiento, pero requiere fuentes internas que lo impulsen y medidas que eleven la competitividad de su economía, dijo en referencia a las llamadas reformas estructurales, y puso especial énfasis en la fiscal.

Al intervenir en la 13 Convención Anual de Aseguradores enumeró lo que llamó ''elementos de fortaleza'' de la economía mexicana: solvencia de las finanzas públicas, inflación a la baja, solidez en el sector financiero y necesidades cubiertas de financiamiento externo del sector público en 2003.

Pero, advirtió, México tiene uno de los más bajos niveles de recaudación tributaria entre los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y por lo mismo ''no estamos invirtiendo como sector público lo suficiente en infraestructura y en gasto social'', como sí han hecho otros países como China, que ha desplazado a México como segundo principal socio comercial de Estados Unidos por sus exportaciones a ese país.

Los recursos públicos destinados al gasto social en México representan 8.2 por ciento del producto interno bruto, cuando el promedio entre los países de la OCDE es de 21 por ciento.

Es indispensable realizar una ''profunda reforma fiscal'', insistió, porque ''entre más baja es la recaudación tributaria menor es el crecimiento económico y mayor la desigualdad social; se trata de un problema estructural que está deteniendo el potencial de crecimiento del país''.

Posteriormente planteó que ''no hay retorno en el proceso de globalización'', por lo que es necesario llevar adelante las reformas pendientes: fiscal, energética y laboral. En su opinión ''si México hiciera bien las cosas, la inversión extranjera sería el doble de la que actualmente hay''.

Aunque consideró que la conformación de la Cámara de Diputados después de las próximas elecciones no será muy distinta a la actual, dijo que se abre la oportunidad de eliminar diferencias y llegar a consensos políticos sobre la reforma fiscal.