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México D.F. Martes 20 de mayo de 2003

Indignación de intelectuales y artistas; expresan duras críticas al canciller Derbez

La incapacidad del gobierno para proteger a migrantes, causa de la tragedia en Texas

monsivais_carlos_x7yLa reciente muerte de 19 indocumentados en un tráiler, en Texas, entre ellos un niño de seis años, indignó a diversos artistas e intelectuales consultados por La Jornada, algunos de los cuales consideraron que estas tragedias se derivan de la incapacidad histórica del gobierno para proteger a los migrantes. También señalaron que este tipo de tragedias continuarán en tanto en el país no se abatan el alto rango de miseria y la falta de empleo, así como la corrupción que permite la existencia de los polleros.

Carlos Monsiváis, escritor. La muerte de los 19 indocumentados es la tragedia múltiple que se acrecienta con el asesinato del niño de seis años. Entre los elementos de la tragedia figuran los siguientes: la crueldad bárbara de los polleros y su convicción de la inhumanidad de los migrantes; la ilegalidad salvaje de los procedimientos de la Migra, que obliga a los ilegales a someterse a las condiciones brutales de los traficantes de mercancía humana; la incapacidad histórica de los gobiernos de la ''continuidad'' o del ''cambio'' para proteger a los mexicanos en Norteamérica. (En este punto llama la atención la obsequiosidad ideológica del secretario de Relaciones Exteriores, Luis Ernesto Derbez, cuando ve en el combate al terrorismo la prioridad número uno del país. Solo le faltó declarar patrimonio nacional a la Casa Blanca); la desidia de la sociedad mexicana, que al detener su indignación en el nivel de los comentarios transforma un drama de la sobrevivencia en episodio de la nota roja; la demagogia histórica de los gobiernos de ''la Revolución'' o del ''país de empresarios'' que han prometido para evitar la migración masiva la creación de empleos agrícolas, y lo hacen más o menos desde que Benito Juárez se fue de bracero a Nueva Orleans; la ingratitud nacional hacia uno de los principales ingresos del país: el envío de dinero de los indocumentados. ¿Sería mucho pedirle al presidente Fox que cuando descanse de sus obligaciones religiosas solicite en algún acto oficial un minuto de silencio por estos muertos? Sí, ya sé que los homenajes póstumos no alcanzan a figurar en las encuestas de popularidad, pero es lo menos que puede hacer un político que tantas esperanzas cifró en los tratados migratorios, esos mismos que, por el momento y en lo que al Congreso de Estados Unidos se refiere, se hallan en la etapa de documentar la repatriación de cuerpos.

margo_glantz1Margo Glantz, escritora. Estoy profundamente indignada por esa tragedia y me parece que las recientes declaraciones de un grupo de senadores republicanos estadunidenses de que se iba a arreglar el problema migratorio si se entrega Pemex, están reflejando una realidad que hace mucho tiempo estábamos viviendo. Al país nos entran más divisas por los trabajadores indocumentados que por petróleo. Esto deja de ser una situación soterrada para convertirse en una cosa flagrantemente declarada sin ningún tapujo. Mientras siga el país produciendo inmigrantes, que es nuestra mayor exportación, estamos perdidos. Es algo que hay que tomar en cuenta. La inmigración ilegal en Estados Unidos es una problemática que concierne a las autoridades de ese país y a las de nuestro gobierno, porque los polleros deben tener alguna forma de manejar las cosas desde aquí y también allá; existe una corrupción brutal en todos los niveles, que abarca ambos países. Lo sucedido en ese contenedor en Texas es algo escandaloso y horrible.

fernando_delpaso_k88Fernando del Paso, escritor. Mientras no aumente el nivel de vida en el país, ese fenómeno (de la inmigración indocumentada) seguirá existiendo y por eso Estados Unidos probablemente no abrirá jamás sus puertas, o si lo hace, será dentro de 40 o 50 años. Si las abriera ahorita, la mitad de la población se iría hacia ese país.

Alberto Híjar, investigador. Esto es parte del estado de desastre en que se encuentran las relaciones laborales en Estados Unidos y la protección velada a las empresas que hacen el tráfico de inmigrantes. Nadie tiene un tráiler por cuenta propia para llenarlo de indocumentados, sino que esto forma parte de toda una red empresarial en complicidad con las oficinas de migración y con los contratantes de estos infames personajes. Si Naciones Unidas sirviera de algo, pues, sería el momento en que interviniera el alto comisionado para estos asuntos de migración. Pero como ni Naciones Unidas funciona, y ante el entreguismo característico del gobierno de Fox y su secretario de Relaciones Exteriores, experto burócrata en el pasado del Banco Mundial, pues no queda más que alentar a las organizaciones civiles y de derechos humanos a que hagan todo el escándalo posible para detener estas masacres, en especial la tragedia de este pobre niño al parecer ejecutado por los propios migrantes desesperados.

Fernando González Gortázar, arquitecto y escultor. Esta nueva tragedia deja sin habla: en algun sitio leí que, en lo que va del año, han muerto más personas en la frontera entre México y Estados Unidos que en la invasión a Irak. Hay 19 víctimas nuevas y sus victimarios son la injusticia de México y de Latinoamérica, la injusticia internacional y la corrupción en ambos lados de la frontera. La idea misma de frontera (y los nacionalismos que conlleva) me repugna profundamente: a ambos lados de esa línea pintada por los avatares de la historia no cambian ni las personas, ni las culturas, ni la naturaleza, únicas realidades respetables. Todo lo que se haga por diluir esos artificios en cuyo nombre se han cometido infinitos crímenes merece mi apoyo entusiasta. En este contexto resultan aún más grotescas las declaraciones del canciller Derbez, diciendo que la prioridad de su gobierno en relación con Estados Unidos ya no es el acuerdo migratorio, sino la lucha contra el terrorismo; es decir, la prioridad del gobierno de México no es la protección de nuestros marginados, sino la del imperio y su idea de involución del mundo. Todo es monstruoso.

Alberto Blanco, escritor. Si bien nací en la ciudad de México, mi vida me ha permitido conocer la realidad de la frontera norte. Yo vivía en El Paso, Texas, cuando comenzó la violencia en contra de las mujeres en Ciudad Juárez. Y es que la violencia ahí es cotidiana; aunque no se quiera reconocer hay verdaderamente una guerra.

La línea entre El Paso y Ciudad Juárez, entre Tijuana y San Ysidro, Chula Vista y San Diego, es una marca llena de cruces. Cada cruz es un mexicano ilegal muerto. Como si los muertos pudieran ser ilegales... Y por desgracia la situación no es la de ciudadanos estadunidenses queriendo entrar a nuestro país a como dé lugar, sino a la inversa. Así, en El Paso me tocó ver a mediados de los 90 el inicio de las operaciones para reforzar la vigilancia en diversos puntos de la frontera -la operación Hold the line (Estrechando la línea)- y lo que entonces era tan sólo un sombrío pronóstico es ahora una cruel realidad: en la medida en que se endurecieron los controles en la frontera, el número de muertes de los trabajadores mexicanos se incrementó. La vergüenza y la responsabilidad de esta situación, desde mi punto de vista, reacaen en primer término sobre nuestras autoridades, que no han podido ofrecer al trabajador mexicano una vida digna basada en un salario mínimo decente. Y enseguida sobre las autoridades estadunidenses y sobre los explotadores de la mano de obra barata que proveen los mexicanos, para no hablar de las gavillas de matones que se han formado en los estados fronterizos del país vecino para ''salvaguardar'' la integridad de su territorio.

Teresa del Conde, crítica de arte. Es una tragedia verdaderamente espantosa, inenarrable, una más de las que nos acosan, y es obvio que la desigualdad de oportunidades y de bienes provoca que las personas se vayan a buscar trabajo a otro lado. Este caso es mucho más grave porque no se sabe quién es el pollero, pero es de esperarse que se investigue a fondo y que el presidente Fox también acabe de formular los acuerdos migratorios de una manera, vamos a llamarle, plausible.

raquel_tibol_h66Raquel Tibol, periodista y crítica de arte. Ese joven padre, que no llegaba a los 30 años, separado de su mujer, quería dos cosas: había una ambición desmedida porque en México tenía un pasar decente, manejaba su propio taxi y no quería separarse del niño. Al margen de cualquier discusión de las tragedias de indocumentados, que son muchísimas y no estos últimos 19, en realidad está la ambición de la gente de ir a obtener trabajos mejor pagados, aunque en Estados Unidos quizá no logre manejar un taxi y tuviera a lo mejor que limpiar excrementos. De modo que hay que estudiar ambas cosas. A mí me parece interesante lo que comenzó a hacer el gobierno de Guanajuato -estado que aporta muchos inmigrantes- a raíz de las últimas tragedias. Comenzó a dar cursos y a mostrarles (a las personas) de manera objetiva los tremendos peligros que corren. Eso de ir al ''paraíso soñado'', y arriesgar a un niño de 6 años, meterlo en un tráiler entre un montonal de gente, allí el padre actuó con enorme irresponsabilidad. Los que van a buscar porque necesitan, porque no tienen de otra, porque escapan de una tremenda miseria, la gente de zonas muy áridas o que han tenido una enorme desgracia, desde el punto de vista de los cultivos, esto es otro cuento. Los que pagan 3 mil y tantos dólares a un pollero sabe a lo que se arriesgan. El acuerdo migratorio no va a parar la migración ilegal, porque es enorme. Por ejemplo, en días pasados escuchaba por radio el asunto de la oferta anual de trabajadores migrantes temporales para Canadá, donde se hacen las cosas de manera muy legal. Pues resulta que les costaba cubrir las cuotas, porque (los solicitantes) no llenaban los requerimientos básicos: estar alfabetizados, tener documentación. A gran cantidad de mexicanos no los han llevado a un registro civil, ni siquiera a una iglesia donde estén sus datos en un libro de bautismos. Es decir, México tiene que empezar por resolver su problema interno. Mientras no lo haga, no es cuestión de echarle la culpa a Estados Unidos. El problema está aquí, está en los que no tienen trabajo, está en los que no tienen manera de comprobar que pueden hacer algo porque no han hecho estudios. El gobierno federal debe abordar ese complejo problema, no los gobiernos estatales del norte, con todo rigor, con toda autocrítica. Es parte de su miseria y no es con los Paquete alcance con lo que se van a solucionar los problemas.

José Agustín, escritor. Me parece una atrocidad lo que ha ocurrido en ese contenedor con los inmigrantes. Es una muestra más de los peligros tan terribles que tiene que padecer la gente que viaja hacia Estados Unidos con el sueño de opio de tener mayor progreso, cuando lo único que encontrarán, como en este caso, es la muerte y sufrimiento extraordinario, y aun si logran llegar, tendrán que soportar ser empleados sin garantía alguna, la zozobra y la amenaza permanentes de ser expulsados y las presiones xenofóbicas tan terribles que están teniendo lugar ahora con mayor fuerza en ese país, dado el poder desatado que tiene la derecha. Urge mayor sensibilización de las autoridades migratorias estadunidenses y, por supuesto, del gobierno de nuestro país, para que hagan algo urgente sobre la condición de la gente que emigra ilegalmente. Se requiere que se respeten los derechos humanos y, sobre todo, que se acabe ya esa práctica despiadada de actuar sin respeto a la vida humana.

ANGEL VARGAS, MERRY MAC MASTERS, CARLOS PAUL Y CESAR GÜEMES

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