ELECCIONES EN EL CONO SUR
El ex mandatario dice que sacará al país
de la crisis en que lo hundieron sus sucesores
Menem y Kirchner, a segunda ronda por la presidencia
argentina
El gobernador de Santa Cruz convoca a todos los sectores
a formar un frente nacional
Elisa Carrió queda en cuarto lugar con 14.4%
de sufragios y advierte que "no hará alianzas"
STELLA CALLONI CORRESPONSAL
Buenos Aires, 27 de abril. Como se pronosticaba,
el próximo presidente argentino saldrá de una segunda vuelta
que se realizará el 18 de mayo y enfrentará a dos candidatos
del Partido Justicialista: el ex presidente Carlos Menem, del Frente de
la Lealtad, y Néstor Kirchner, del Frente para la Victoria, que
encarna el programa progresista del peronismo.
Escrutadas 91.9 por ciento de mesas y 72 por ciento del
padrón, Menem emergía esta noche como el candidato más
votado con 23.9 por ciento de los sufragios, aunque apenas unos dos puntos
por arriba de Kirchner, quien obtenía 21.9 por ciento.
Sin
embargo, el hombre que impuso un modelo neoliberal de ajuste que culminó
en la crisis que ha dejado a seis de cada 10 argentinos a la pobreza, y
al país con índices record de desempleo, no dudó en
considerarse esta noche el "actual presidente", y al ballotage (segunda
vuelta) tan sólo un "paso formal".
Mientras, se diluyó la burbuja del candidato del
derechista Movimiento Federal Recrear, después que su candidato
Ricardo López Murphy fue considerado en las últimas encuestas
como posible rival en una segunda vuelta. Sin embargo, los seguidores de
este ex ministro de Defensa y Economía, economista de la línea
de Domingo Cavallo, estiman que Recrear logró imponerse como una
fuerza hacia el futuro con apenas unos meses de fundada. Y se convirtió
en la primera fuerza en la capital federal.
López Murphy quedó en tercer puesto con
16.7 por ciento, seguido por Elisa Carrió, de Alternativa para una
República de Iguales, quien logró superar la intención
de votos que le otorgaban las encuestas al obtener 14.4 por ciento, desplazando
así al tercer candidato peronista, Adolfo Rodríguez Saá,
quien obtuvo 13.9 por ciento de votos, para ubicarse en el quinto puesto.
El resto de los candidatos no superó 2.5 por ciento,
incluyendo a Leopoldo Moreau, candidato de la Unión Cívica
Radical (UCR), el partido que junto al peronismo conformaba las dos grandes
fuerzas tradicionalmente enfrentadas en las elecciones, pero que quedó
en ruinas tras el estallido popular que obligó a salir al presidente
Fernando de la Rúa en diciembre de 2001.
El voto en blanco, gran perdedor
Otros grandes perdedores fueron los que propugnaban el
voto nulo o blanco como la única manera de mostrar el rechazo al
aparato político: 97.3 por ciento de los sufragios emitidos fueron
válidos, y los votos en blanco no superaron 1.6 por ciento.
Para algunos analistas, pese a la imagen triunfalista
que mostró Menem esta noche, fue una derrota, ya que el ex presidente
aseguraba que iba a ganar en primera vuelta, con el 40 por ciento necesario
para evitar la segunda. Además ya no aparece como líder indiscutido
del peronismo y el 18 de mayo deberá enfrentar el hecho de que es
el candidato con la imagen más negativa, en una segunda vuelta donde
podría estructurarse el voto "antiMenem".
Sin embargo, este hombre que llevó al crecimiento
desmesurado de la deuda pública durante 10 años de gobierno
y que estuvo involucrado en graves casos de corrupción, como el
de la venta ilegal de armas a Croacia y Ecuador, no sólo obtuvo
hoy el primer lugar por el apoyo del sector financiero y empresario al
que benefició.
Logró conquistar a algunas de las capas más
marginadas de la sociedad, principalmente en el interior, a las que muestra
la imagen de hombre carismático, seguro de sí mismo y ganador,
con una esposa ex reina de belleza que anunció su embarazo apenas
dos semanas antes de los comicios. No faltan quienes explicaron su voto
menemista con la lógica de que sólo el que hizo el entuerto
puede solucionarlo, o quienes añoran los años de la paridad
con el dólar, en que el déficit se controló con el
dinero obtenido en privatizaciones sospechosas.
En este tono triunfalista, Menem habló con la prensa
acompañado de su esposa, Cecilia Bolocco, y del ex comisario Luis
Patti, represor durante la última dictadura militar, entre los presentes
en su palco. Precisamente, Patti llevó varios camiones con acarreados
desde el distrito de Escobar, que controla.
Pese a que apenas reunió seguidores, Menem se mostró
desafiante y, tras admitir que deberá disputar la segunda vuelta,
dijo que "apenas hace 16 mes, este candidato presidente y actual presidente,
porque ya me considero como tal, estaba condenado y difamado". Por ello,
agregó, la segunda vuelta será un "paso formal", ya que se
pronosticó un triunfo "rotundo".
Sobre el desempeño de los otros candidatos, habló
de López Murphy y de Rodríguez Saá, con los que se
podría poner en contacto, pero cuando se le preguntó si llamaría
a Kirchner para felicitarlo respondió: "¿Por qué lo
voy a felicitar, si perdió?", provocando la risa de los presentes
en el palco.
Y también atacó al actual mandatario, Eduardo
Duhalde, su gran enemigo en el dividido peronismo, al asegurar que él
retornará par sacar "al país del desastre" en que lo dejaron
quienes lo sucedieron en 1999, especialmente, el "presidente interino",
a quien no mencionó por su nombre. Cabe destacar que Menem tardó
mucho tiempo en salir a hablar.
Desde la provincia de Santa Cruz, Kirchner agradeció
especialmente el voto en su favor en la provincia de Buenos Aires, sobre
todo en La Matanza, el distrito más populoso del Gran Buenos Aires,
el cordón de la provincia que roeda a la capital y que aparecía
como bastión menemista.
"Nosotros convocamos a todos los sectores de la vida nacional
para formar un frente nacional, progresista y popular. Argentina necesita
grandeza", dijo el candidato de Duhalde desde la Casa de gobierno de Río
Gallegos.
Al destacar la buena elección realizada por Carrió
y Rodríguez Saá, alguno de cuyos voceros mencionaron que
apoyarían al candidato del Frente para la Victoria en la segunda
vuelta, y la excelente votación que obtuvo López Murphy,
Kirchner señaló: "Los datos son de absoluta paridad y eso
es un mensaje para aquellos que decían que iban a ganar en primera
vuelta y nos iban a aplastar. Esta fue una elección contra la soberbia
y el 18 de mayo tenemos una enorme oportunidad"
Reiteró además que "Argentina, luego de
mucho tiempo, quedará ante dos modelos claros de país: el
del ajuste, la exclusión, el que endeudó a la nación,
y el modelo de producción, el trabajo y la estabilidad, que no es
propiedad de partido alguno, ni de quien les habla".
Cuando se le preguntó con quién iba a establecer
alianzas, el gobernador de 53 años dijo que "no voy a hablar de
eso, la alianza fundamental es con el pueblo argentino (...) Estamos ante
una nueva oportunidad".
El conservador López Murphy, serio como siempre,
admitió su derrota y anunció que "vamos a tratar de transformar
este enorme apoyo electoral de este domingo para ganar legisladores y construir
un nuevo espacio político".
Elisa Carrió, la primera en admitir la victoria
de los peronistas, destacó sin embargo la excelente elección
de su partido, que ha sufrido varios rompimientos desde su fundación,
hace poco más de un año, y que no cuenta casi con un aparato.
Con todo, logró ubicarse entre los cuatro primeros lugares, en una
contienda en que el ganador no alcanza 25 por ciento.
Advitió, no obstante, que no hará alianzas,
y que "bajo ningún concepto vamos a votar a Menem". Previamente,
Carrió había declarado a este periódico que si el
ex presidente está presente en esta contienda es porque "aquí
no hay justicia", así como por "la falta de unidad de otros sectores".
Si Kirchner hubiera ido junto con el otro justicialista
en pugna, Adolfo Rodríguez Saá, del Movimiento Nacional y
Popular, hubiera ganado quizás hasta en primera vuelta, destacan
analistas.
El ex presidente Menem, por lo pronto, recibió
un fuerte golpe con la pérdida en la capital federal y en la populosa
provincia de Buenos Aires, los distritos electorales más importantes,
pero tuvo un apoyo inesperado y hasta ahora secreto que definió
sus puntos de diferencia.
José
Manuel de la Sota, gobernador de Córdoba, que intentó imponerse
como candidato del oficialismo con el apoyo de Duhalde, debió ceder
su lugar cuando no crecía en las encuestas. Ahora parece haber tomado
venganza, o al menos esto es lo que concluyeron analistas locales, y esto
explica el voto favorable a Menem en los centros urbanos de esa provincia
manejados por el político.
Otro dato importante fue que el apoyo silencioso a Menem
por parte de Carlos Reutemmann, gobernador de Santa Fe, no logró
detener a los entusiastas votantes de Elisa Carrió, quien sin medios,
sin publicidad y con la campaña más pobre, prácticamente
empató con Menem en la provincia que era contada como una de las
mayores fuerzas para el ex mandatario.
Más aún: Carrió logró una
victoria impactante en Rosario, la segunda ciudad del país, y esto
también golpea a sus ex compañeros del Partido Socialista,
que llevaron a Alfredo Bravo como candidato y que aún teniendo la
exitosa intendencia rosarina en manos del socialista Hermes Binner, quedaron
muy relegados. Carrió ya había establecido que apoyaría
a Binner como candidato a gobernador de Santa Fe.
Las elecciones más fragmentadas de la historia
de los últimos años mostraron, según la diputada Hilda
de Duhalde, que "no hay dueños. Los dirigentes no son más
dueños de la gente y se mostró que hay muchas posibilidades
de elegir, y mostraron que los dirigentes no tienen la capacidad de poder
manipular el voto de la gente que se 'corta sola'".
Por lo pronto, el 18 de mayo los argentinos elegirán
entre dos hombres de un mismo partido pero con programas opuestos, el neoliberal
a ultranza que Menem logró imponer entre 1999-89, y el impulso al
Estado y la producción nacional que propugna Kirchner.
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