Jóvenes nacidos entre 1976 y 1981 sustituyen, por ejemplo, libertad por dinero

La primera generación neoliberal cambió sus valores: estudio de la UNAM

Los factores menos importantes tienen que ver con nacionalismo y compromiso social

KARINA AVILES

La primera generación de hijos del neoliberalismo, en cuya escala de valores el nacionalismo ocupa el lugar 33 de un total de 35 valores medidos, está ya en las aulas universitarias y tiene entre sus principales propósitos en la vida acumular bienes materiales, revela un estudio realizado por investigadores de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Zaragoza, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

No menos revelador es que estos jóvenes, para quienes el nacionalismo es uno de los últimos valores, estudian en universidades públicas y sustituirán con el dinero, los bienes materiales y el empleo -en unos años más, de acuerdo con sus propias proyecciones-, a los valores morales, la paz, la libertad y la honestidad.

El estudio, realizado entre 1999 y 2002, se dará a conocer en una publicación a finales de este año. Comprendió una encuesta a 3 mil estudiantes de la UNAM, la Universidad Autónoma del Estado de México y la Universidad Autónoma de Tlaxcala. Los investigadores de la FES Zaragoza Alma Herrera Márquez, Germán Gómez Pérez y Margarita Cruz Millán son los autores del sondeo con el que se midieron 35 valores, de mayor a menor importancia.

Los especialistas partieron de que las generaciones nacidas a finales del siglo XX lo hicieron en un escenario de profundas transformaciones mundiales, de ahí la necesidad de conocer los valores de una juventud que ha crecido entre crisis económicas, políticas y sociales, en el contexto de un modelo económico incapaz de generar condiciones de igualdad y de incorporar a las mayorías excluidas. De hecho, 78.85 por ciento de los estudiantes de la muestra nacieron entre 1976 y 1981, momento en el que en México inicia el proyecto neoliberal.

Los resultados

La doctora en pedagogía Alma Herrera Márquez, adelanta a La Jornada los resultados de dicha investigación, en la que se pueden comparar los valores que tenían los jóvenes en 1999 y la proyección de ellos mismos 10 años después, es decir, en 2009.

Para los jóvenes universitarios, los valores más importantes son los siguientes: en primer lugar, la familia; en segundo, la salud; en tercero, la educación; en cuarto, la libertad; en quinto, el amor. En ese orden jerárquico siguen: vivir y sobrevivir, el desarrollo personal, la paz, la honestidad y los valores morales. De manera general, estos valores se mantendrán en 2009, con excepción de los valores morales, paz y honestidad, que serán sustituidos por los de dinero, bienes materiales y empleo.

El dinero ocupará el cuarto lugar en 2009, sitio que 10 años antes tenía la libertad. Hecho relevante, de acuerdo con el estudio, es que aquellos valores vinculados con el compromiso social y la participación política están en los últimos sitios. La igualdad ocupa el lugar 18; la democracia, el 27; la política, el 31; la solidaridad, el 32, y el nacionalismo el 33, en una escala de 35 valores. La ley y el orden ocupa el sitio 34 y el último en importancia para los jóvenes es la seguridad social.

Lo anterior, advierte Herrera Márquez, indica que "estamos llegando a una mala copia del modelo estadunidense, en el que el libre mercado y la individualización se constituyen como el eje central del desarrollo.

"Esta es la primera generación del modelo neoliberal que asiste a las aulas universitarias. Es decir, ya tenemos una generación de individuos aislados, solos, confiando en el esfuerzo individual para definir proyectos."

El desarrollo de valores individuales y la pérdida de los sociales y del sentido de nación ya se venía perfilando. En una investigación realizada por Carlos Maya y María Inés Silva, en la que encuestaron en 1984 a mil 637 alumnos de primaria y secundaria de escuelas federales, privadas religiosas y privadas laicas, sólo 37.57 por ciento dio una descripción completa de la bandera nacional, para la más de la mitad de la muestra los héroes no eran un ejemplo a seguir y dos terceras partes asoció mal el personaje con su época, refiere el libro México: valores nacionales, de Ana Hirsch Adler.

Así, indica Alma Herrera, no debe causar extrañeza que los estudiantes universitarios tomen decisiones en el futuro que "no tengan nada que ver con un proyecto de nación". La investigadora destacó que los valores actuales como futuros no reflejan la esperanza en el bienestar colectivo por la vía de un proyecto social de largo alcance y de impacto en todos los sectores que integran la sociedad.

La educación, que durante décadas fue considerada un factor de movilidad social, en el sentir de los jóvenes ocupó el tercer lugar en 1999, pero en su proyección a 2009 la situación se modificará, al ubicarse en el sexto sitio y ser considerada un valor importante sólo por 24.29 por ciento de los individuos.

En cuanto a la tolerancia cultural, que debería constituir uno de los valores centrales por la diversidad nacional y regional de nuestro país, ocupó el lugar 28, por debajo de aquellos valores que tienen que ver con la capacidad individual para asegurar el bienestar económico.

En síntesis, afirma Herrera, estamos frente al gran riesgo de "tener un país más subordinado, en el que los individuos sólo le apuesten al éxito personal a costa de traicionar todo, incluso a su patria".