Loaeza, Pérez-Stable y Aguilar Camín examinan vías de la reconciliación nacional
Analizan intelectuales el caso de Cuba
CLAUDIA HERRERA BELTRAN
La democratización de Cuba no depende del régimen de Fidel Castro ni de Estados Unidos, sino de una tercera vía, un nuevo pacto de los actores políticos con la sociedad cubana que tenga como piedra angular el respeto a los derechos humanos, afirma el informe Cuba: la reconciliación nacional.
En la presentación, que se realizó el martes pasado en El Colegio de México, la politóloga Soledad Loaeza señaló que el estudio es importante porque establece que no hay una receta única para lograr la reconciliación en Cuba y, al mismo tiempo, es una apuesta a futuro de una Cuba democrática y plural.
La cubana Marifeli Pérez-Stable, profesora de la Universidad Internacional de Florida, señaló que el problema de fondo en Cuba es, esencialmente, de los cubanos y no de una superpotencia como Estados Unidos, por lo que la solución depende de quienes habitan dentro y fuera de la isla.
En momentos del encarcelamiento de 78 cubanos disidentes al régimen, Pérez-Stable reprobó este hecho. Sin embargo, consideró que puede ser un "rayito de luz" para que los cubanos entiendan que los problemas deben ser resueltos por los propios cubanos y no a partir de la dependencia de Estados Unidos.
En la presentación, que tuvo lugar en la sala Alfonso Reyes de El Colegio de México, el historiador Héctor Aguilar Camín también se refirió al tema de las detenciones de opositores en la isla, que calificó de "gran represión preventiva" ante las tensiones sociales que puede provocar la contracción económica que se avecina en la isla.
Señaló que el régimen que encabeza Fidel Castro tiene miedo de esa oposición, pero no se trata de un temor histérico ni desconcertado, sino de un temor frío y anticipatorio.