Emilio Alvarez Icaza, presidente de la CDHDF
Tendencia autoritaria en el combate a la inseguridad
Persisten prácticas recurrentes de cuerpos
policiacos Demanda al GDF consolidar una política de Estado en
materia de derechos humanos
RAUL LLANOS Y GABRIELA ROMERO
Las detenciones arbitrarias y la aplicación de
tortura por las corporaciones policiacas, así como los tratos crueles,
inhumanos y degradantes hacia los presos siguen siendo prácticas
recurrentes en la ciudad de México, afirma el ombudsman capitalino,
Emilio Alvarez Icaza, en el informe enviado a la Asamblea Legislativa del
Distrito Federal (ALDF), en el que precisa además que la inseguridad
pública, la deficiente procuración de justicia y la "grave"
situación en los reclusorios capitalinos son los principales problemas
en materia de derechos humanos.
El
documento de más de 200 páginas precisa que en el gobierno
de Andrés Manuel López Obrador los avances democráticos
no han correspondido a la necesaria consolidación de una política
de Estado en materia de derechos humanos, por lo que plantea que este tema
sea prioritario, pues "falta mucho por hacer" en esta materia, a pesar
de la voluntad política manifiesta de las autoridades locales.
Al referirse a la seguridad pública, el titular
de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF)
-quien comparece hoy ante el pleno de la ALDF- califica de "preocupante"
la respuesta que le está dando la administración capitalina,
ya que "se observa una tendencia autoritaria" que busca atacar las consecuencias
más que las causas de ese fenómeno social.
Cita como ejemplos los operativos de mochila
segura, las revisiones aleatorias en las calles, los registros a vehículos
y domicilios sin orden correspondiente, la actuación de policías
sin uniforme, la instalación de cámaras de video por toda
la ciudad y las redadas, "cuya legalidad es, por lo menos, discutible".
Estas acciones -asegura el ombudsman capitalino- están en
consonancia con la política de cero tolerancia, y por eso
"preocupa a esta Comisión que estemos en escenarios donde se aplican
este tipo de medidas".
Respecto a las propuestas de la SSP de incrementar las
penas, castigar toda falta o reducir la edad penal, asegura que "sorprenden
y preocupan porque van en sentido contrario a otros esfuerzos de dependencias
del GDF".
En su informe, Alvarez Icaza encomia los esfuerzos de
las autoridades para capacitar a los uniformados; no obstante, asegura,
"se dan casos de agentes que todavía recurren injustificadamente,
con cierta frecuencia, a golpes, insultos, amenazas y otros actos hostiles
contra miembros de la población, lo cual merma considerablemente
la confianza en la institución".
Por lo que hace a la procuración de justicia, precisa
que es otro de los puntos problemáticos en materia de derechos humanos,
cuyas consecuencias ya se han visto en casos de linchamientos por parte
de la población civil, lo que constituye una "señal de alerta"
para que se corrijan las cosas.
Del sistema penitenciario del DF, "que encarna uno de
los puntos más críticos", el informe del presidente de la
Comisión menciona que es ahí donde ocurre "gran cantidad
de violaciones graves y sistemáticas" a las garantías individuales
de los internos, quienes "son víctimas de extorsión y de
tratos crueles, inhumanos y degradantes", por lo que al salir libres están
"en peores condiciones de las que se encontraban cuando ingresaron al penal".
Aquí propone, para enfrentar ese panorama, retomar
las propuestas contenidas en un diagnóstico elaborado conjuntamente
por la CDHDF, diputados locales, Tribunal Superior de Justicia del DF,
subsecretaría de Gobierno del DF y Dirección General de Prevención
y Readaptación Social.
Más adelante, Alvarez Icaza se refiere a los "casos
que requieren atención especial", tales como las detenciones arbitrarias
y la tortura, que persisten como métodos de trabajo e investigación
de policías judiciales y de seguridad pública. Califica de
"preocupante" que no hayan sido aceptadas o cumplidas en su totalidad las
recomendaciones que ha emitido contra funcionarios públicos por
tortura, y lamenta que los jueces todavía consideren como prueba
plena las confesiones obtenidas bajo tortura física o sicológica.
Asimismo, confirma que los controles sobre los patrullajes
policiacos son tan débiles para evitar que vehículos oficiales
retengan ilegalmente a personas y se les someta a abusos y largos recorridos
por las calles.
Finalmente la CDHDF insiste en la necesidad de fortalecer
una política de Estado en materia de derechos humanos, en la que
estén involucrados los diferentes actores políticos y sociales
de la ciudad de México. "Reconocemos que nuestras capacidades tienen
límites muy claros, pero la suma de esfuerzos favorecerá
la consolidación de un México más justo y democrático,
donde los derechos humanos sean respetados y garantizados para todas y
todos."