Detenida, la redacción del texto por la propuesta de eliminar frijol y maíz del TLCAN

Usabiaga confía en Dios para que se firme el acuerdo nacional del campo

ANGELICA ENCISO L.

Aunque el secretario de Agricultura, Javier Usabiaga, confió en Dios que esta semana se firme el Acuerdo Nacional para el Campo, ayer no avanzó la redacción del documento y la discusión sólo se dio en torno al capítulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), donde el debate es la redacción del texto para que quede plasmada la exclusión de maíz y frijol del acuerdo.

Acerca de esta propuesta presentada el pasado martes por la Secretaría de Economía, el funcionario dijo que hay una "alternativa más elaborada" por parte del gobierno, y además se considera el establecimiento de salvaguardas, lo cual se discutirá con las organizaciones campesinas que negocian el acuerdo.

La comisión redactora del texto, integrada por representantes de El campo no aguanta más, El Barzón, la Confederación Nacional Campesina (CNC) y el Congreso Agrario Permanente, así como por funcionarios de las secretarías de Gobernación, Agricultura y Economía, trabajó ayer durante todo el día para desarrollar el apartado referente al TLCAN, y al no haber consenso la reunión prevista para la noche se volvió a aplazar.

Usabiaga fue entrevistado al final del anuncio del convenio de concertación con la asociación de gasolineras, y dijo que "esperamos en Dios que esta semana se firme el documento", que sería la culminación del proceso de diálogo con las organizaciones campesinas que empezó en diciembre.

Sin embargo, el trabajo de la comisión de redacción no ha terminado y sus integrantes se centraron ayer sólo en el tema del TLCAN, pero aún quedan pendientes por revisarse los relacionados con la emergencia en el campo, la cartera vencida y el presupuesto.

La más reciente propuesta de la Secretaría de Economía acerca del tratado comercial, fue la protección de maíz y frijol -productos que en el TLCAN se abrirían totalmente al mercado en 2008-, y aunque para los dirigentes la iniciativa gubernamental considera una virtual exclusión de los granos, el problema es la rebuscada redacción del planteamiento.

Todos esos puntos se encuentran en corchetes en el borrador del Acuerdo Nacional para el Campo, y las partes buscan resolverlos antes de llegar a la negociación en el seno de la comisión organizadora y de acuerdos, donde participan los secretarios de Estado y los líderes campesinos.

Ante la falta de coincidencias en los puntos centrales, el dirigente de la CNC, Heladio Ramírez López, dijo por su parte que hay riesgo de que la firma del acuerdo nacional rebase el 10 de abril, fecha del aniversario luctuoso de Emiliano Zapata, debido a que "se tiene la impresión de que si el gobierno no se apura en los puntos pendientes, se rebasen los plazos previstos".

Las agrupaciones campesinas, detalló, propusieron la formación de un fondo por 14 mil millones de pesos, 50 por ciento de los cuales serían canalizados por los gobiernos estatales, y la discusión con funcionarios es que las entidades tienen otras prioridades, lo cual pone en riesgo que los recursos extraordinarios se orienten a la población urbana y no a la rural.

Ramírez López confió en que se llegue a la firma del acuerdo, pero advirtió que la CNC no signará ningún documento que sea una simulación. Destacó además el hecho de que el Poder Legislativo no haya participado activamente en las negociaciones, pues se ha marginado del proceso.