CIUDAD PERDIDA

Miguel Angel Velázquez

El negocio de la publicidad en Miguel Hidalgo

LA DELEGACION MIGUEL Hidalgo nos asegura, en misiva enviada a la dirección electrónica de este espacio, que en esa demarcación no existen, como aquí se dijo, 6 mil anuncios de banqueta, sino sólo 585 "vallas publicitarias colocadas ilegalmente".

TAMBIEN EXPLICA QUE no se hallan en toda la delegación, sino nada más en las fachadas de más de 95 casas y predios de las colonias Lomas de Chapultepec, Polanco y Anzures, de las empresas Carteleras.com, Talleres Vallas y Cartografías de México y Vallarent, las cuales "efectivamente operan al margen de la ley".

ES CURIOSO, PERO nos informa que el personal de licencias de anuncios de la delegación ha retirado de noviembre a la fecha 45 de esas vallas publicitarias, propiedad de la empresa Vallarent, que "han proliferado en las principales avenidas de la demarcación y en especial en la avenida Presidente Mazaryk".

Y NOS SORPRENDE cuando explica que "actualmente se llevan a cabo cerca de 50 procesos de verificación administrativa en igual número de propietarios de predios, a quienes ya se les envió un citatorio para comparecer ante la autoridad, a fin de conocer si se dieron permisos para la instalación de dichas vallas. En el caso de las que se encuentran en la vía pública, se retirarán porque no está reglamentada su colocación".

SORPRENDE LO DICHO por la delegación porque desde el principio de su comunicación asegura que tales "vallas" están colocadas de manera ilegal y que si se hallan en la vía pública se retirarán. Hasta donde se sabe, la gran mayoría de estos anuncios están, efectivamente, en la vía pública y en vialidades secundarias, no sólo en Mazaryk, por lo que la responsabilidad de su existencia le corresponde a la delegación.

TAMBIEN ES INTERESANTE que se mencione, tal vez porque opera en Miguel Hidalgo, a la empresa Vallarent, cuya propiedad se atribuye a Ricardo Escoto, mejor conocido como El hombre del maletín, porque carga siempre una buena suma de dinero lista para comprar las voluntades de los funcionarios que se dejen.

Y ES QUE en esto de las empresas que se dieron a la tarea de llenar de publicidad esos espacios a pie de banqueta hay historias curiosas, por ejemplo, que los dueños descubrieron que no existe reglamentación al respecto y aplicaron aquello de "lo que no está prohibido está permitido", e hicieron negocio.

LA OTRA ES que, salvo la empresa de El hombre del maletín, las demás son de origen argentino y hasta ahora, por las razones que sean, han incrementado el negocio a ciencia y conciencia de las autoridades.

EN FIN, POR lo pronto parece que estas empresas cobran por publicitar a sus anunciantes y nada que pagan impuestos al gobierno de la ciudad o a las delegaciones por ese concepto, es decir, sí han hecho negocio.

LA COSA ES averiguar cómo lo han logrado, porque el negocio está a la vista de todos, entre ellos los funcionarios delegacionales y, como bien dice la misiva de la delegación, los anuncios han "proliferado".

POR LO QUE hace a la compra de los vehículos, hay otra explicación de la delegación, de la que nos encargaremos en otra entrega de Ciudad Perdida.

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