Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Jueves 27 de marzo de 2003
  Primera y Contraportada
  Editorial
  Opinión
  Correo Ilustrado
  Política
  Economía
  Cultura
  Espectáculos
  CineGuía
  Estados
  Capital
  Mundo
  Sociedad y Justicia
  Deportes
  Lunes en la Ciencia
  Suplementos
  Perfiles
  Fotografía
  Cartones
  Librería   
  La Jornada de Oriente
  La Jornada Morelos
  Correo Electrónico
  Búsquedas 
  >

Política

Octavio Rodríguez Araujo

ƑChoque de civilizaciones?

La teoría de Huntington sobre el choque de las civilizaciones se ha descubierto como falsa. En primer lugar porque, como bien dice Aziz Al-Azmeh ("Posmodern obscurantism and 'the Muslim question'", en Socialist Register, 2003), no hay una civilización islámica sino diferentes posiciones dentro del islamismo, y musulmanes dentro y fuera de los países predominantemente islámicos en términos religiosos. Y en segundo lugar, porque ha quedado perfectamente claro, incluso para los ingenuos, que la agresión imperialista de Estados Unidos y sus aliados contra Irak no tiene nada que ver con problemas de civilización.

Lo que está en juego y detrás de la invasión a Irak no es ningún problema referido a las civilizaciones, basadas éstas en estereotipos absurdos producto de la ignorancia que difunden las hoy censuradas cadenas estadunidenses de noticias y la propaganda bélica de los epígonos del profesor de Harvard a partir de la destrucción de las torres de Nueva York. Estos estereotipos, parafraseando a Al-Azmeh, son tan ridículos como decir que todos los estadunidenses son cowboys, todos los alemanes skinheads o todos los mexicanos charros montados en su caballo y tomando tequila. En los países predominantemente musulmanes hay burguesía, clases medias, trabajadores urbanos y del campo, relaciones comerciales, producción para el mercado mundial, calles pavimentadas, edificios con aire acondicionado y automóviles.

Por lo que se refiere al fundamentalismo musulmán, que desde luego sí existe, sólo habría que recordar que en el mismo Estados Unidos hay agrupaciones fundamentalistas cristianas como Church of Jesus Christ Christian: Aryan Nations /Tabernacle of the Phineas Priesthood, fundada por Richard Butler, que además de religiosa es una organización neonazi. Y como ésta podría mencionar a 10 más distribuidas en casi todos los estados de la Unión Americana.

El profesor Huntington y sus publicistas han querido desviar la atención del verdadero problema de esta guerra de expansión imperialista encabezada por el gobierno de su país. Se trata, como se ha dicho en una gran cantidad de análisis, de la construcción de un nuevo orden mundial sustentado en la hegemonía de Estados Unidos, al más viejo estilo imperialista. Es decir, por el dominio de materias primas estratégicas y de mercados para vencer a sus competidores, principalmente a la Unión Europea, que hoy por hoy es el principal obstáculo de los grandes capitales estadunidenses para extenderse a todo el mundo. Japón, China y Rusia, por separado, no son obstáculos, todavía.

El planteamiento estratégico comenzó después del ya famoso 11 de septiembre, cuando Bush emplazó a los gobiernos de la Tierra a estar con él o contra él en su lucha entonces contra el terrorismo. Con esa lógica los asesores del inquilino de la Casa Blanca pensaron que al "declararle" la guerra a Irak obtendrían el mismo resultado o, en el plan B, lograrían lo que ya obtuvieron para su jefe: la división de los países que componen la Unión Europea. El plan B funcionó... hasta ahora. Ya veremos qué pasa después de la guerra. Y funcionó porque los otros países también poderosos tienen interés en el petróleo de Irak y una lógica distinta a la de Estados Unidos para defender sus intereses en el Oriente próximo. Pero el juego de ajedrez (por cierto, inventado por los árabes) aún no termina.

Se quiere presentar la lucha, como siempre ha hecho la burguesía imperialista (diferente de la colonialista), como un problema superestructural: democracia y libertades, y como un racismo mal disimulado: incorporar al pueblo iraquí a la civilización occidental que, en la lógica racista moderada (porque el racismo nazi no se andaba con estas contemplaciones), quiere decir extensión de la economía estadunidense a la de los países "atrasados" para subordinarla, para hacer a un lado al capital nacional (iraquí, en este caso) en la producción de bienes a futuro y convertir a este capital en comprador o, en el mejor de los casos, en socio menor. En México y en toda América Latina sabemos mucho sobre cómo funciona esta estrategia.

ƑQué dirán Negri, Hardt y quienes afirmaron hace poco que los estados nacionales y el imperialismo ya no existían? ƑEstarían pensando, como Huntington, que el problema mundial actual es de civilizaciones contrapuestas? ƑLas teorías de que la dependencia de los países del Tercer Mundo ya no existe, sino que se trata de un mundo interdependiente, seguirán en uso? Y si así fuera, entonces, Ƒpara que la invasión a Irak?

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año