ASTILLERO

Julio Hernández López

Enjundia panista en ausencia de El Jefe

Un senador blanquiazul rebasa a priístas y perredistas
Doctrinarios contra pragmáticos luchan en el PAN

LA TORMENTA DE arena informativa iraquí apenas permitió atender el significado de lo sucedido el pasado martes en el Senado de la República, donde el responsable de la fracción legislativa del "partido mexicano en el poder" le recordó su poca legitimidad al presidente de Estados Unidos, al que llamó "autócrata" y "déspota", y criticó al Pentágono y al ejército del vecino país norteño.

HASTA AHORA, ESA ha sido la postura más enérgica que contra la agresión estadunidense a Irak haya expresado panista (y priísta y perredista) representativo alguno. El más relevante de esos panistas, el Presidente de la República, ha rehuido abiertamente la tarea de calificar la conducta de George W. Bush y su maquinaria bélica, conformándose con la ordeña de la postura sostenida en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, e impedido de ir más allá del caracoleo verbal que cuida no ofender a la Casa Blanca con críticas claras, mucho menos con convocatorias para activar mecanismos institucionales internacionales que buscasen frenar o condenar (palabra, ésta, prohibidísima) el ataque angloestadunidense. Por su parte, el presidente nacional del PAN, y sus principales voceros y declarantes, han mantenido una postura similar, de exaltación del pasado gesto pacifista histórico pero de indefinición o ambivalencia respecto a los futuros pasos que la congruencia antibélica estaría marcando.

SORPRENDENTE FUE, por tanto, que el responsable de hablar en nombre de la fracción senatorial panista fijara postura tan contundente el pasado martes, descalificando de entrada al gobierno estadunidense, "presidido por alguien con tan escasa legitimidad como Bush", quien habría tomado su asiento en Washington gracias a un "agujero electoral" resuelto por la Suprema Corte de Justicia del vecino país y no por los ciudadanos sufragantes. El senador en jefe añadió ante sus atentísimos colegas: "Poca legitimidad se podía esperar de las acciones de un presidente nombrado en esas circunstancias, y menos se podía esperar cuando observamos que ha estado rodeado por los más feroces halcones y perros de guerra del Pentágono y de los abusivos militares de Estados Unidos" (šSopas: proporcionalmente no ha habido perredista que se haya atrevido a tanto, ni priísta que se arriesgue así a perder su visa junto con el fuero!).

LA TRONANTE declaración no fue emitida, sin embargo, por el verdadero jefe de la fracción senatorial panista, el nunca bien ponderado Diego Fernández de Cevallos, sino por quien en ese momento lo suplía, el guanajuatense Federico Ling Altamirano, miembro de una familia tradicional del panismo y una especie de depositario y garante del respeto a la doctrina original de ese partido. Cargado de significados, por tanto, es ese desplante hecho en el Senado. En primer lugar porque muestra una vitalidad senatorial panista normalmente acallada por los arrebatos declarativos y los arreglos subterráneos del llamado jefe Diego, y en segundo lugar porque pone sobre la mesa las divergencias entre la corriente denominada "doctrinaria" y el pragmatismo oportunista de las corrientes del foxismo y del dieguismo, empeñadas éstas en una lucha por el poder que casi siempre damnifica los principios y las ideas originales del partido en cuyo nombre dicen contender.

LING ALTAMIRANO ha sido secretario general del comité nacional panista (un contrapeso doctrinario al primer periodo presidencial de Luis Felipe Bravo Mena ) y actualmente es senador. En agosto de 1997, por ejemplo, el Consejo Nacional del PAN convocó a "refundar" el partido, a modernizar sus principios y a fortalecer su organización interna, para así aspirar a la victoria presidencial en 2000. Ese mismo consejo nombró a Ling Altamirano responsable de la comisión revisora de principios doctrinarios. Luego, ya con Vicente Fox como candidato, el PAN integró un comité nacional de campaña en el que convergían el grupo compacto del aspirante (Pedro Cerisola, Rodolfo Elizondo, Francisco J. Ortiz, Marta Sahagún, Carlos Rojas y Lino Korrodi) con funcionarios del CEN panista (el propio Bravo Mena, José González Morfín, Ramón Corral, Juan Ignacio Zavala, Humberto Aguilar y el citado Ling Altamirano). Luego, el senador guanajuatense coordinó un "grupo de reflexión" en el que participaban su hermano Alfredo, Salvador Abascal, Cecilia Romero y Esperanza Morelos, entre otros militantes tradicionalistas.

MUY REVUELTA HA de estar la política interna del PAN para que, en una oportunidad de asomar la cabeza, el doctrinario Ling Altamirano haya expresado tan enérgicos conceptos respecto del gobierno de Estados Unidos y su presidente, yendo muchísimo más allá de lo que la Presidencia de la República y los coordinadores institucionales de las bancadas panistas desean. Pero más revuelta ha de estar la política mexicana en general para que sea un representante del panismo más tradicional y conservador el que se atreva a juzgar en términos tan firmes lo que los demás políticos no se atreven a señalar con tal firmeza.

ASTILLAS: DIVINO SE VE Angel Isidoro Rodríguez reclamando justicia. Acusa a personajes como Guillermo Ortiz y Eduardo Fernández de conspirar desde el poder para hacer quebrar a bancos y banqueros insumisos, en historias de presiones, chantajes y marrullerías propias de serie televisiva. Son de atender sus denuncias, pues buena parte del grave quebranto de nuestro país proviene de esos enjuagues de cúpula mediante los cuales funcionarios y empresarios corruptos se repartieron la riqueza nacional. Pero tampoco puede permitirse que algunos de esos empresarios defraudadores ahora traten de presentarse como víctimas en demanda de reivindicación. Divino fue (es) el saqueo de México; divina ha sido la burla permanente a la justicia, se apelliden los denunciantes o los denunciados Ortiz, Fernández o Rodríguez... Ahora tenemos videopresidente con videodiscursos... Y mientras en México es declarada la guerra (El campo no aguanta más contra el gobierno federal), este tecleador se despide, por hoy, para seguir enterándose de los bombardeos quirúrgicos en Bagdad y de la persistente autocensura de los medios estadunidenses ante las pifias, fracasos y barbaridades de sus fuerzas armadas...

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