APRENDER A MORIR

Hernán González G.

Otras "bajas colaterales"

EN EL DICCIONARIO de eufemismos editado por la Casa Blanca para referirse en términos menos bochornosos a las masacres que ordena, el concepto "bajas colaterales" se refiere a la muerte de civiles ocasionada con motivo de las guerras que Estados Unidos emprende, sean éstas libertarias, antiterroristas o pro petroleras.

"NUESTRA INTENCION era llevar a cabo tácticas dilatorias que dieran tiempo a un posible arreglo diplomático e impedir el ataque armado a Irak, más que apostarnos delante de hospitales y refinerías si se desataban las acciones bélicas", aclaró un ex escudo humano inglés al regresar de Bagdad. Asimismo, la mayoría de cuantos acudieron a la capital iraquí a servir de escudos humanos, al ver que su gesto no prolongaba las negociaciones de paz, optaron por volver a sus países de origen, escudados en personales razones.

UNA DECISION CASI tan respetable como la de aquellos escudos humanos que, por el contrario, han decidido permanecer en Irak, llevando su pacifismo hasta las últimas consecuencias pues, como dijo un poeta, "el problema no es irse o quedarse, sino tener algo qué hacer y tener por quién hacerlo".

RACHEL CORRIE tuvo qué hacer y por quién hacerlo, aun a costa de su vida. Joven de 23 años, originaria precisamente de Washington, ciudad que desde hace tiempo ordena al mundo lo que tiene que hacer y en lo que debe pensar, Rachel se negó a obedecer al gobierno de su país y convencida de que la paz, y no la guerra, es el único camino para la convivencia en el planeta, enfrentó en la franja de Gaza a un bulldozer israelí que destruía casas habitación palestinas.

ARMADA DE UN altavoz y a escasos metros de la pala de acero del bulldozer, la pacifista estadunidense exhortó al conductor a que parara su destructora tarea. No sólo no fue escuchada, sino que resultó arrollada y muerta por el inconmovible soldado israelí, que perdida su capacidad de sentir o de pensar sólo cumplía órdenes.

EN OTROS TIEMPOS, por ejemplo en el imperio romano, cuando la Iglesia fue una secta subversiva más, Rachel Corrie, congruente con sus ideas hasta la muerte, habría adquirido el rango de mártir y elevada a los altares, en esa moral condicionada que exime de la obligación de procrear sólo a quienes abrazan la carrera religiosa. Hoy, en el apogeo de las incongruencias y omisiones, esa inmolación apenas es considerada una imprudencia o, en el mejor de los casos, un suicidio asistido... por Bush y el autómata del bulldozer.

ELENA VALDEZ SUGIERE: "Por favor, eviten ver en la televisión "noticias" del ataque a Irak. Es un periodismo chafa que atiende a criterios de información y edición gringos y que además provoca frustración, mal humor, desánimo, sueño poco reparador, escasa concentración, consumismo y decisiones precipitadas". En alguna parte Rachel Corrie sonríe y perdona.